ECONOMÍA

“Los microcréditos son un excelente instrumento al servicio de la inclusión social en Europa”

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“Los microcréditos son un excelente instrumento al servicio de la inclusión social en Europa”
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CaixaBank

18 Julio, 2016


Michel Camdessus estuvo al frente del Fondo Monetario Internacional durante 13 años —del 1987 hasta el 2000— en una época en la que la institución se vio obligada a exigir drásticos ajustes económicos a países de América Latina, África y Asia. Ahora, el economista francés, nacido en Bayona el año 1933, hace pública su preocupación por la economía europea y defiende la importancia de avanzar hacia un modelo de desarrollo inclusivo en el continente.

Para Camdessus, actualmente presidente del Observatorio de Microfinanzas del Banco de Francia, “Europa está experimentando un cambio de paradigma en el que se busca una economía con más preocupación ética y encaminada a la reducción de las desigualdades” y proclama que “este debe ser el siglo de la fraternidad”.

¿Debemos preocuparnos por la evolución prevista de la economía europea en los próximos años?

Sí. ¡Por cierto! Aunque la mayoría de los economistas piensen que ya estamos saliendo de la crisis más severa de los últimos 80 años, quedan muchos problemas por resolver en nuestros países. Pero hay una evolución más profunda que nos debería preocupar, a mi parecer, mucho más. En realidad, estamos viviendo un cambio de época. Los mejores estudios económicos a largo plazo nos anuncian, para nuestros hijos y nietos, un mundo radicalmente nuevo del cual nuestros líderes, obsesionados por los problemas inmediatos, se preocupan muy poco.

¿Cuáles serían los principales rasgos de este nuevo mundo que se irá construyendo en los próximos 30 años?

Será un mundo envejecido, con un desarrollo demográfico lento, excepto en África, cuya población se habrá doblado, pasando de 1.000 millones a 2.000 millones de habitantes en los próximos 30 años, mientras que la de Europa estará estable; un mundo masivamente urbanizado; un mundo marcado por la creciente globalización pero expuesto a una gran inestabilidad financiera; un mundo en el cual más del 80% de la población se considerará clase media, lo que creará una gran competencia por los recursos finitos del planeta si los 4.000 millones de personas que alcanzarán este nivel de vida deciden replicar nuestro estilo de vida y de consumo actual; un mundo expuesto a muy graves amenazas climáticas; un mundo que se beneficiará de formidables avances tecnológicos; un mundo obligado a reorganizarse políticamente para responder al deslizamiento tectónico del poder económico global del oeste hacia el este, puesto que Asia producirá más de la mitad del PIB mundial; un mundo, en fin, expuesto a las amenazas para su seguridad colectiva de actores no estatales violentos. Para hacer frente a tales retos, será necesario generalizar un modelo de desarrollo inclusivo.

¿Por qué es tan importante avanzar hacia un modelo de desarrollo inclusivo?

Si consideran esta lista de las nuevas características del mundo, pronto estarán convencidos de que la inclusión social será determinante para maximizar las oportunidades y minimizar los riesgos. Podría ofrecerles muchos ejemplos. Menciono solo uno: las desigualdades. Estas son, según Kofi Annan, el obstáculo más grave para el desarrollo sostenible de África y de los países en desarrollo y emergentes. El más importante desafío para sus dirigentes es adoptar políticas en los terrenos económico, social y financiero que contribuyan a reducirlas, cuando, hasta ahora, el crecimiento se ha traducido muy frecuentemente en su aumento.

En sus intervenciones públicas, usted habla de que el s. xxi debe ser el siglo de la fraternidad. ¿A qué se refiere con ello?

¡Pues precisamente a esto! Malraux dijo un día que “el siglo xxi será religioso o no será”. Yo me contentaría con decir que será fraterno o no será. Por mil razones y, principalmente, porque bajo el impulso de la globalización el mundo se hace cada día más uno. Todos sus habitantes son nuestros vecinos, y todos sabemos que entre vecinos, cuanto más estrechos, cuanto más cordiales sean los vínculos humanos, mejor. ¿Qué sería del mundo de nuestros nietos si, hoy en día, no adoptásemos como una prioridad máxima el desarrollo integral de África, cuando, a 26 kilómetros de España, sus habitantes (actualmente 1.000 millones) serán 2.000 millones o más en 2050? De nuestros esfuerzos de hoy para facilitar su desarrollo dependerá mañana la calidad de vida de sus hijos y la de los nuestros. Lo que podemos decir así, a nivel mundial, vale igualmente para la calidad de desarrollo de nuestros países. El microcrédito puede ser un instrumento muy importante para lograrlo.

¿Cómo valora la adaptación que se ha hecho para que la idea original de Muhammad Yunus sobre los microcréditos al crear Grameen Bank pueda ser útil en el contexto europeo?

Esto es muy importante, puesto que las iniciativas geniales y proféticas de mi amigo Muhammad Yunus pueden ser, en el ámbito financiero, un excelente instrumento al servicio de la indispensable inclusión social en Europa. Nuestro continente se clasifica entre los países avanzados pero sufre un alto grado de pobreza y de exclusión bancaria. Su población en riesgo de pobreza es de casi 80 millones de personas, es decir, el 17% de su población total. Añadamos a esto que los trabajadores pobres cuyos ingresos se sitúan bajo la línea de pobreza son 28 millones. Entre las personas más expuestas a esos riesgos, encontramos —sin sorpresa— a las mujeres, los jóvenes y los padres y madres solteros con hijos. La exclusión financiera, es decir, la gente sin cuenta bancaria, alcanza el 47% en los 10 países de la Europa del Este.

Frente a tales desafíos ya se ha avanzado, pero queda mucho por hacer para promover el microcrédito y hacer que prevalezcan las mejores prácticas y experiencias, entre las cuales las de MicroBank me parecen muy adecuadas.

¿Cuál es su opinión sobre el modelo de MicroBank y su aportación al sector de las microfinanzas en Europa?

MicroBank es, a mi parecer, el modelo más eficiente en este momento en Europa. Tiene la ventaja de estar respaldado por un banco que tiene una gran tradición social y que reinvierte en MicroBank los beneficios que este genera. Esta experiencia merecería expandirse por toda Europa, aun cuando es importante preservar la diversidad de las experiencias.

¿Considera que la actividad de MicroBank está contribuyendo al progreso social y a la reducción de las desigualdades?

Lo creo y admiro su empeño en transformar a las personas en busca de empleo en creadores de empleo para ellas mismas y para otras, apoyándose en la creatividad y la energía emprendedora de sus clientes. Su lema “Creemos en ti” define perfectamente su proyecto, muy próximo a los objetivos que se marcó M. Yunus, y con un especial apoyo a las iniciativas de las mujeres. Esta es una contribución muy efectiva a la reducción de las desigualdades. El hecho de que sus operaciones se caractericen por una financiación sin exigir garantías, junto con una muy baja morosidad, lo convierte en un modelo ejemplar.

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