Un banco desarrolla muchas actividades. Los bancos centrales, por ejemplo, emiten moneda y promueven la estabilidad del sistema financiero. Los bancos comerciales financian a sus clientes, guardan sus depósitos y les ayudan a gestionar su patrimonio. También existen bancos de inversión, corporativos o de tesorería, entre otros. Son tantos los servicios que ofrecen estas entidades, que no resulta sencillo establecer cuál fue el primer banco de la historia.
¿Podemos considerar los préstamos sumerios de grano (3000 a. C. a 1900 a. C.) como las primeras operaciones bancarias? ¿O tal vez debemos hacerlo con los depósitos y préstamos que realizaban los templos babilonios? ¿Establecemos su inicio en el trueque o en la aparición de la primera moneda?
En cualquier caso, todos estos ejemplos se pueden considerar los ancestros de los bancos actuales. Todos ellos son los fundamentos del actual sistema económico y financiero mundial. Por eso merece la pena conocer algunos de ellos un poco más de cerca.