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Vivir y educar desde la igualdad es posible

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Vivir y educar desde la igualdad es posible
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CaixaBank

06 Marzo, 2019


Existen numerosas actitudes e ideas aprendidas que marcan la infancia de los pequeños y los inducen a comportarse de una manera u otra en función de su género

Conquistar la igualdad de género en la sociedad es una carrera de fondo que empieza desde el mismo día en que nacemos. Esta es una de las principales conclusiones de la charla “Vivir y educar desde la igualdad”, celebrada en la oficina Store de CaixaBank en Barcelona.

Este evento forma parte de la iniciativa #ACTUEMOS #Wengage de CaixaBank, cuyo objetivo consiste en subrayar la importancia de la igualdad de género y sus beneficios. En esta ocasión, cuatro expertos reflexionaron sobre el valor de la educación a la hora de construir una sociedad más igualitaria.

La socióloga Amparo Tomé, la arquitecta Atxu Amann y los blogueros expertos en conciliación familiar Mónica de la Fuente y Joaquim Montaner analizaron la relación entre género y educación, así como su influencia en la sociedad. El tema, según explicó Amparo Tomé, interesa a los académicos desde hace años.

Construir hombres y mujeres

En los años 50, algunos investigadores anglosajones empezaron a preguntarse por qué los hombres y las mujeres escogían diferentes carreras universitarias. En esos primeros estudios, se comprobó que existía un sesgo que llevaba a las alumnas a elegir estudios de Humanidades o relacionados con el cuidado de otras personas. Había muy pocas arquitectas, matemáticas o químicas.

Amparo Tomé destacó que “no solo era el sexo lo que nos dividía, sino que había un constructo social sobre el sexo. Es decir, se construían maneras de ser hombre y de ser mujer. Entonces fue cuando se empezó a hablar de género y sobre cómo la sociedad establece unas normas para que las niñas sean de una forma y los niños de otra”.

En este sentido, Tomé destacó cómo las expectativas que creamos en torno a niños y niñas marcan el desarrollo de su vida y llamó a romper con los estereotipos, empezando por el valor que otorga la sociedad al trabajo y a los cuidados. “Hasta ahora, el trabajo era lo central, pero, a partir de ahora, va a desaparecer tal y como lo conocemos. Empecemos a poner la vida en el centro, hablemos de valores que tienen que ver con el cuidado de las personas. Cuidar es lo que mantiene la vida. Si no sabemos cuidar, no sabemos vivir”.

En esta línea, Tomé apuesta por ayudar a los niños a desarrollar su sensibilidad como el primer paso para poner en valor el cuidado de los demás. “Cuando empezamos a analizar cómo se construye la masculinidad, vimos cómo sufren los chicos. Tienen que ser los primeros en todo, no pueden demostrar sensibilidad, cuando la sensibilidad significa ser sensible a la vida y los sentimientos de los otros. El valor del cuidado nos acerca a la vida”, subrayó.

Joaquim Montaner, padre de seis hijos, coincidió con la socióloga en este extremo. Así, explicó su experiencia en la creación de una comunidad de blogueros que escriben sobre paternidad en igualdad. “Creo que es importante la construcción de un nuevo discurso de hombres que cuidan”, apuntó.

Escuelas por la igualdad

Dentro de la educación en la igualdad de género, el papel de padres y educadores es fundamental. Los expertos coincidieron en señalar que el paso más básico para conseguirlo consiste en identificar los gestos sexistas que unos y otros cometen de manera inconsciente al educar a niños y niñas.

En este sentido, Atxu Amann puso el foco sobre algunos automatismos muy extendidos como la costumbre de perforar las orejas a las niñas cuando nacen. “¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué las marcamos para siempre? Porque se haya hecho durante muchos años, no tiene por qué ser algo bueno. Es necesario sustituir ese imaginario por otro en el que las mujeres no tengan por qué tener las orejas perforadas”, defendió la arquitecta. “Ante el sexismo, lo primero que hay que hacer es reconocerlo. Tomar conciencia de la situación para poder imaginar después lo que es posible”, añadió.

Estos gestos no son exclusivos de los padres y también se producen en muchas escuelas. El sexismo está presente en los libros de texto, en las actividades e incluso en los patios. “En muchos de ellos, 22 niños ocupan el 80% del espacio jugando al fútbol, mientras el resto de los niños y las niñas se concentra en el otro 20%. Lo ideal en estos casos consiste en dedicar áreas a cada tipo de actividad: un espacio de juego rápido, otro de juegos más lentos y un tercero de naturaleza. Así se encontrará un equilibrio real”, propuso Amparo Tomé.

Mónica de la Fuente explicó cómo en algunos colegios se trabajaba especialmente en los espacios de recreo, buscando que los roles en el juego no estén predefinidos. “La creación de huertos y el contacto con la naturaleza ayudan a que niños y niñas elijan con libertad a qué quieren jugar”, destacó.

La importancia de la divulgación

Divulgar los beneficios de la educación en igualdad es una tarea muy importante a la que contribuyen muchos blogueros y blogueras. Así lo destacaron Joaquim Montaner y Mónica de la Fuente, dos destacadas figuras dentro de esta comunidad de creadores de contenido en línea sobre maternidad, paternidad, crianza, educación y conciliación.

“A menudo desarrollamos acciones de concienciación, por ejemplo, sobre cómo se eligen los disfraces de carnaval para niños y niñas. También en el caso de los papás blogueros se ha puesto en marcha una campaña para reclamar que se instalen cambiadores de pañales en los baños de hombres. Al principio nos llaman exagerados, pero año tras año conseguimos que los blogueros escriban sobre ello y que se vea como algo normal”, indicó Mónica de la Fuente.

Para Joaquim Montaner, “nuestra posición en las comunidades de blogueros es un privilegio. Podemos introducir píldoras por la igualdad y ponernos las gafas violetas a la hora de crear contenidos”.

Cómo educar en igualdad

¿Y los niños y las niñas? ¿Cómo podemos educarlos en igualdad para conseguir una sociedad mejor? Para Atxu Amann, “lo mejor es educar en libertad y con sentido crítico. Entonces, la igualdad vendrá sola”. Amparo Tomé también apuesta por educarlos “como personas, dándoles autonomía y apoyo, no como niños o niñas, una división que, además, ha quedado obsoleta”.

Para Mónica de la Fuente, la educación en igualdad consiste en educar en el respeto. En este contexto, resultan especialmente relevantes los roles que los niños y las niñas observan en casa. “Que, dentro de nuestra convivencia, los padres tengamos vidas independientes y seamos autónomos es muy importante”, concluyó.

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