Si organizar un festival de estas dimensiones en condiciones normales es todo un desafío, hacerlo en plena pandemia puede convertirse en una odisea.
En el caso del Festival de Cap Roig, su formato es una gran ventaja. A diferencia de otros grandes festivales que concentran un gran número de personas en pocos días, Cap Roig se extiende a lo largo de más de 20 noches, lo que permite repartir la afluencia de personas.
De hecho, expertos del sector apuestan a que este tipo de eventos, sin tantas aglomeraciones, será el que triunfe este año. Con todo, se celebrarán en circunstancias extraordinarias que obligarán a su organización a poner especial cuidado en proteger la salud de público y artistas.
“La experiencia de organización del festival ha sido muy diferente este año, ya que hemos tenido que adaptarlo a la nueva situación, garantizando un entorno seguro para todos y teniendo en cuenta las medidas sanitarias y restricciones anunciadas en relación con la COVID-19”. Así resume Juli Guiu, presidente del Grupo Clipper’s y director del Festival de Cap Roig, lo que supone organizar una cita de este calibre en circunstancias de pandemia.
Las medidas de seguridad necesarias son muy variadas, pero tal vez la más básica, más allá del uso de mascarilla, sea el distanciamiento social. Aunque a simple vista podría parecer complicado mantener la distancia en un evento multitudinario como un festival al aire libre, la organización del Festival de Cap Roig ha dado con la fórmula para lograrlo.
“Hemos ampliado el espacio de la grada del público y hemos reducido el aforo. En cuanto a la restauración, también hemos creado una nueva zona Market en el exterior, con una extensión hasta seis veces superior a la habitual”, explica Juli Guiu.
La excepcionalidad del momento hará que el uso de mascarilla sea obligatorio en todo el recinto. Todas las zonas contarán con varios puntos de distribución de gel hidroalcohólico. Como cada año, el festival se celebrará al aire libre. Aunque esta es una circunstancia que dificulta la concentración del patógeno, la organización irá un poco más allá y asignará previamente los asientos. También reducirá un tercio del aforo habitual, por lo que la máxima ocupación será de dos tercios respecto a anteriores ediciones.
A la hora de controlar el acceso del público, se utilizarán dispositivos telemáticos que evitarán el contacto entre las personas. También en el momento de acceder se realizará un control de temperatura a todos los asistentes.