Cinco trucos para alquilar un coche
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Bankia
10 Agosto, 2017
Comparar precios
Si te pones a buscar a través de internet llegamos al mismo conflicto que con los vuelos o los hoteles: a ver quién es capaz de navegar por las páginas de cada empresa, comparar disponibilidad, precios y condiciones… Una tarea enorme e inabarcable. ¿Y qué se hace en estos casos? Tirar de comparador.
Hay una gran cantidad de comparadores, cada uno con pequeñas diferencias respecto al resto: MyTripCar presume de ofrecer toda la información de los costes ocultos que aplican las compañías; HappyCar, AutoEurope o incluso el conocido Rastreator son otras opciones para comparar precio.
Escoger dónde alquilar
Como explica al Huffington Post Mario Gavira, del buscador de viajes baratos liligo.com, reservar el coche en el aeropuerto es notablemente más barato: “Los aeropuertos cuentan con más espacio para aparcar coches de alquiler y toda la infraestructura necesaria para operar, lo que hace que sus precios sean más económicos que las oficinas situadas en el centro de las ciudades”.
También es habitual que las compañías apliquen recargos si el lugar de recogida es distinto al de devolución. Pero cuando se quiere hacer una ruta entre distintas ciudades o distintos países, no queda más remedio.
Ese tipo de servicio es la ventaja diferencial de las grandes compañías del sector: las Avis, Hertz, Europcar, Sixt, Goldcar… En los destinos muy turísticos (como las islas españolas) suele haber muchas pequeñas empresas locales que pueden resultar más baratas, pero no suelen tener oficina en el mismo aeropuerto.
Costes ocultos
En los términos y condiciones, en el contrato que se firma finalmente con la compañía, pueden estar escondidas condiciones que resultan abusivas: el estado del vehículo, las posibles multas, la cuestión del combustible, lo que cubre el seguro… Si todo va bien, ninguna de estas cuestiones tienen que darte problemas, pero si algo se tuerce puedes terminar pagando el arreglo de un rayón que ya estaba allí o perder 1.000 euros de fianza por una multa de aparcamiento de 45 euros.
“Hay que leer atentamente el contrato antes de firmarlo y asegurarse que se entiende perfectamente todas sus cláusulas, sobre todo si está escrito en una lengua que no es la propia. No hay que dudar en solicitar cualquier aclaración que se considere oportuna”, señala la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan).
Este organismo recomienda atender a determinadas cuestiones donde suele aparecer la letra pequeña y las sorpresas desagradables. Entre otras, aconseja prestar especial atención a las cláusulas sobre el seguro obligatorio de responsabilidad civil, el cargo por conductor joven, la forma de pago, el depósito de seguridad, el pago anticipado, los gastos de combustible, servicios opcionales ofertados (GPS, sillas infantiles…), cantidad y condiciones de reembolso de la franquicia, garantías, exclusiones, el estado del vehículo antes de su recogida y que el precio incluya el IVA.
Reservar con tiempo
Como siempre, los mejores precios están esperando a los más previsores. Como señala la revista especializada en motor Autobild, “el negocio de alquiler de coches funciona más o menos como una compañía aérea: quien reserve con más antelación tiene más posibilidades de encontrar gangas, mientras que si reservas cuando lo hace todo el mundo, no te ahorras nada de nada. Hay alquiladoras que, además, tienen ofertas especiales. Infórmate bien antes de reservar”.
Reclamar si es necesario
Si, pese a todo, tienes algún problema con la compañía de alquiler, no dudes en hacer valer tus derechos. Aecosan recomienza utilizar las hojas de reclamaciones que todos los establecimientos dentro de la UE están obligados a tener a disposición de los consumidores y usuarios.
Además, si la empresa no responde como crees que debería hacerlo, siempre se puede recurrir a los Servicios de Consumo de las comunidades autónomas y en las Oficinas Municipales de Información al Consumidor de su ayuntamiento, así como en las Asociaciones de Consumidores.