Como todos los asuntos complicados, este es un tema incómodo. El reparto de la responsabilidad familiar y las tareas relacionadas con los cuidados suele ser un foco de tensiones habitual que no sabemos resolver, en gran parte porque tampoco nos resulta sencillo diagnosticarlo. Estereotipos, percepciones, valoración del tiempo… son muchos los factores que influyen. De cara al Día Internacional de las Familias, conviene pararse a pensar en todos estos puntos y en cómo la corresponsabilidad familiar nos puede ayudar a ponerlos en orden.
De hecho, el confinamiento por la pandemia de COVID-19 ha puesto esta cuestión en el primer plano. El teletrabajo y la suspensión de las clases presenciales han localizado bajo un mismo techo a todos los miembros de muchas familias. Nunca antes se había visibilizado tanto la necesidad de que cada uno se haga cargo de su cuota de responsabilidad para que un hogar funcione. Tal vez esta es la razón por la que la corresponsabilidad familiar reivindica, hoy más que nunca, un hueco en nuestro día a día.