En España, cerca de 5 millones de personas están intentando sacar una oposición, según la Radiografía del opositor 2023, publicada por el centro de preparación OpositaTest. Este interés es creciente, ya que en 2009 la cifra no llegaba a 3 millones de aspirantes.
Sea por las pruebas técnicas, físicas o de conocimientos, la preparación para las oposiciones suele acarrear diversos gastos.
Por un lado, las oposiciones que requieren una exigencia física suponen contratar preparadores particulares o centros que ofrezcan entrenamientos enfocados a la superación de dichas pruebas.
En el caso de pruebas de conocimiento, la adquisición del temario (manuales, libros, fotocopias) supone un importante desembolso. Además, existen profesionales o centros que preparan a los aspirantes impartiendo formaciones, guiando el plan de estudio o facilitando materiales como el propio temario o exámenes de preparación.
Dependiendo de la dificultad de la oposición (volumen y complejidad del temario, exigencia física, número de aspirantes o plazas) el desembolso será mayor. Aunque existen opciones online y a distancia, hay aspirantes que incluso llegan a desplazarse de su municipio de residencia habitual a estos centros especializados, ya sea de manera esporádica o durante el periodo de preparación.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el gasto mensual medio es de 78 euros, según el estudio de OpositaTest. Las personas que preparan una oposición por primera vez incurren en un gasto superior (93 euros), así como los menores de 25 años (129 euros), y aquellos que se dedican íntegramente a opositar, es decir, no trabajan mientras se están preparando, gastan de media 97 euros.
Aquellos que asisten a cursos de preparación efectúan un gasto de entre 150 y 190 euros al mes, lo que implica una media de 1.500 euros, estima El Mundo. El desembolso va creciendo a medida que se prolonga el tiempo de preparación de la oposición.
Además de estos gastos en la preparación, algunas convocatorias exigen abonar unas tasas para presentarse al examen, que suponen unos 15 euros, aproximadamente.
El estudio de OpositaTest indica que el 52 % de los opositores son independientes económicamente. Dentro de este porcentaje, el 40 % de los que trabajan (compatibilizan empleo y oposición) tiene unos ingresos por debajo del salario mínimo.
El funcionariado en España representa 2,7 millones de personas, según datos del Ministerio de Función Pública. Y el cuerpo seguirá creciendo, ya que en 2022 el Gobierno adelantó su intención de convocar la oferta de empleo público hasta ahora, con 44.787 plazas.
A estas plazas hay que sumar aquellas que dependen de otras administraciones, como las autonómicas, provinciales o municipales, y de instituciones como universidades.
Los empleos públicos ofrecen estabilidad y remuneraciones en función de la categoría profesional del puesto, además de beneficios. La antigüedad mejora las condiciones económicas y existe la posibilidad de promoción interna.
Por este motivo, muchos valoran presentarse a oposiciones por la estabilidad laboral que ofrece este tipo de empleo. De hecho, según el estudio de OpositaTest, es el principal motivo señalado por los opositores (un 65 %). Acceder a un salario mayor es el segundo motivo (un 20 %). La última razón es la vocación (15 %).
Mientras que el 19,6 % de los opositores se concentra en Andalucía, la Comunidad de Madrid acumula el 10,8 % de las personas que preparan oposiciones. El tercer territorio de la clasificación es la Comunitat Valenciana, con el 10,1 % de opositores.