Entrevista a Roy Petter Dyrdahl Torgersen, CEO de Nido Robotics, empresa ganadora de los Premios EmprendedorXXI en Murcia.
“Disponer de un dron subacuático permite hacer inspecciones que antes podían ser muy peligrosas.”
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05 Agosto, 2019
“Los vehículos submarinos que se suelen usar a nivel industrial requieren de entre 4 y 8 personas para manejarlos, tienen un tamaño y peso enorme y su precio supera el medio millón de euros.”
Nido Robotics nació en 2016 después de que su CEO, Roy Petter Dyrdahl Torgersen, regresase de una complicada expedición de rescate en Papúa Nueva-Guinea. De esa experiencia germinó la idea de crear vehículos submarinos teledirigidos (ROVs) asequibles, ligeros y fáciles de manejar, que ayudaran a los buzos en operaciones de rescate en zonas de difícil acceso, profundidad y visibilidad. Desde entonces, la empresa ha crecido y las soluciones que ofrece se han multiplicado exponencialmente. Su sistema de ROVs es intuitivo y adaptable a las necesidades de cualquier compañía que lo solicite. Con una visión de negocio global, Nido Robotics desembarcará próximamente en América Latina abriendo su primera filial en Chile y cimentando su expansión internacional. La empresa ha sido galardonada recientemente con uno de los Premios EmprendedorXXI.
¿Por qué históricamente se ha utilizado tan poco este tipo de robótica para actividades submarinas?
Principalmente, porque no existían ROVs de tamaño reducido y bajo coste. Los vehículos submarinos que se suelen usar a nivel industrial requieren de entre 4 y 8 personas para manejarlos, tienen un tamaño y peso enorme y su precio supera el medio millón de euros. Todo eso ha llevado a que sea complicado extender su uso hasta que han aparecido otras opciones, como la que ofrecemos en Nido Robotics.
¿Cómo habéis logrado reducir los costes en materiales y equipo humano para hacer esta tecnología más accesible a las empresas?
No solo diseñamos nuestros productos, sino que también los fabricamos. No obstante, algunas piezas y componentes los compramos (como motores, por ejemplo) porque es mucho más rentable y lógico; no merece la pena dedicar tiempo a fabricar algo que ya existe. Además, disponemos de un modelo de vehículo que se puede vender desmontado (si así lo solicita el comprador) y él mismo puede ensamblarlo. Todo eso nos ayuda a reducir costes y, por tanto, nos permite tener una oferta adaptada a todo tipo de bolsillos.
¿Cuáles son las innovaciones que ofrecen vuestros drones subacuáticos respecto a otros modelos ya existentes?
Nuestros ROVs poseen unas características muy concretas que los diferencian de otros que hay en el mercado: su fácil manejo, su reducido tamaño y bajo peso, la calidad de sus imágenes, su versatilidad y su precio. Los vehículos fabricados por Nido Robotics se controlan a través de un mando, muy parecido al de una video consola, de manera que su uso sea muy intuitivo para todo tipo de usuarios. Incluso hemos visto a niños de 6 o 7 años que, en unos pocos minutos, se han convertido en pilotos de ROVs fenomenales. Hasta la fecha, la mayoría de ROVs que estaban en el mercado eran muy grandes y pesados, lo que dificultaba su transporte y, en general, hacía muy complicado su uso. Actualmente tenemos dos modelos en el mercado, el Sibiu Nano, de 5kg, y el Sibiu Pro, de 15kg.
¿Qué beneficios tiene el uso de estos dispositivos?
Solemos decir que el mayor beneficio es para las personas. Allá donde no sea necesario sumergir a una persona, siempre estaremos cuidando una vida. El trabajo submarino siempre entraña ciertos riesgos para el buzo, que se pueden evitar. Esto no quiere decir que los buzos vayan a desaparecer o que les pueda sustituir un dron, ni mucho menos. Disponer de un ROV te permite hacer inspecciones que realmente pueden ser muy peligrosas, o incluso llegar a lugares en los que una persona correría peligro, sin la necesidad de que así sea. Por otro lado, los vehículos submarinos teledirigidos alcanzan grandes profundidades, mucho más allá de lo que llegaría una persona. En concreto, nuestro Sibiu Nano puede llegar a los 100 metros y el Sibiu Pro hasta los 300. Además, son muy útiles para todo aquel que trabaje en el mar: científicos, servicios de seguridad, puertos, etc.
¿Qué utilidad pueden tener vuestros drones subacuáticos a control remoto en operaciones de rescate? ¿Cómo pueden ayudar a salvar vidas?
El reducido tamaño y peso del Sibiu Nano permite introducirlo en espacios a los que antes no se llegaba. Asimismo, el hecho de que incorpore cámaras y otras herramientas y de que se pueda sumergir hasta 100 metros, permite llegar a zonas donde una persona no podría o estaría poniendo su vida en peligro. Por ejemplo, en el interior de un pozo, como sucedió hace unas semanas durante las labores de búsqueda de un desaparecido en Sierra Espuña. Participamos de manera voluntaria en las labores de búsqueda de un chico que se creía que podía haber caído en algún pozo de nieve. Por desgracia, no le encontramos en ninguno de los pozos inspeccionados y sigue desaparecido.
¿Cómo funcionan vuestros drones?
Nuestros productos se caracterizan por ser de muy fácil manejo gracias a un nuevo sistema intuitivo que permite dirigir los vehículos desde la superficie, y visualizar su trabajo a través de una pantalla. Los sensores instalados en nuestros ROVs permiten recoger datos y mostrarlos en tiempo real, como por ejemplo la profundidad de la zona o la temperatura.
¿Qué es el sistema “envirosense”?
“Envirosense” es un sistema que desarrollamos a petición de uno de nuestros clientes, un centro de investigación científica que necesitaba recopilar algunos datos extra, además de los que ofrece el Sibiu por defecto. Creamos este sistema que recoge información específica sobre el PH del agua y hace que los datos lleguen de manera automática al ordenador que está conectado al vehículo. En general, lo más interesante de todos nuestros productos es que se pueden personalizar según las necesidades del cliente.
¿Cuáles son vuestras expectativas de crecimiento?
Nuestro principal objetivo es seguir democratizando el acceso a la tecnología submarina. Este año abriremos una filial en Chile, un mercado muy importante para la industria salmonera que hay en el sur del país. La nueva filial será nuestro hub logístico en América Latina. Además, desarrollaremos la red de partners a nivel internacional, y esperamos sacar varios nuevos productos. Nuestra visión o “Big Hairy Audacious Goal” (BHAG) a medio plazo es convertir la empresa en líder mundial de la robótica submarina y entrar en otros campos de la robótica.
¿Cómo veis el futuro de la robótica submarina?
La robótica subacuática existe desde los años 60, aunque históricamente solo ha estado al alcance de sectores muy específicos, como el militar o el energético, y de unas pocas personas privilegiadas como James Cameron. En las últimas décadas han aparecido algunos fabricantes de mini y micro-ROVs, que es nuestro nicho actual, pero todavía eran demasiado costosos para la inmensa mayoría de empresas. En España no hay ningún fabricante que desarrolle este tipo de productos y, en Europa, solo existe uno en Noruega y su orientación es más B2C. La principal competencia viene de Estados Unidos y Canadá pero, en general, es un sector bastante atomizado y muy tradicional. A nivel de producto, estamos convencidos de que tenemos la oferta más versátil y accesible en el mercado global, el mejor “price-performance ratio”.
¿Qué fue lo que te empujó a emprender y qué te ha aportado?
Siempre he sido una persona emprendedora, muy inquieta. Siempre me ha gustado aprender, de hecho lo sigo haciendo cada día. Nido Robotics no ha sido más que el resultado de llevar a la práctica mis inquietudes. Hay quien sueña con tener un trabajo fijo y unas rutinas diarias que le permitan tener una vida tranquila. A mí me gusta la emoción de saber que cada día será diferente y me apasiona enfrentarme a retos y poder superarlos. Aunque no creo que haga nada distinto de otros emprendedores, sí puedo decir que lo disfruto mucho.