ECONOMÍA

Ecu: el euro antes del euro

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Ecu: el euro antes del euro
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A principios de 1999 echó a andar el euro y desde el 1 de enero de 2002 es la moneda que utilizamos habitualmente la mayoría de los ciudadanos de la Unión Europea. Sin embargo, el euro tuvo un hermano mayor, el ecu, que era una moneda compuesta por otras monedas.

En este artículo, te contamos:

De dónde vino el ecu

A finales de los años 70 del siglo pasado, la inestabilidad y la volatilidad eran la tónica habitual en los tipos de cambio.

Para atajar estos problemas, los países miembros de la Comunidad Económica Europea decidieron crear el Sistema Monetario Europeo (SME), en el que participaban todas sus monedas, salvo la libra esterlina. Era marzo de 1979 y este hito supuso la creación de una zona de estabilidad monetaria.

El SME tenía tres ingredientes: un mecanismo de crédito creado por la transferencia del 20 % de las reservas de oro y divisas de los países a un fondo común; unos tipos de cambio estables, aunque ajustables; y el ecu, una moneda de referencia para esos tipos de cambio.

Qué es el ecu

El ecu era, en realidad, una cesta de monedas. Formaban parte de él las de los Estados que se habían integrado en el SME, los cuales, a partir de entonces, debían mantener el valor de sus monedas nacionales dentro de una franja determinada en torno a unos tipos centrales.

El ecu se constituyó en divisa y su valor era la media ponderada de las monedas que formaban parte de él. Para hallar esa media ponderada se tenía en cuenta el peso de una de esas monedas y también su comercio internacional.

El nombre «ecu» era el acrónimo de European Currency Unit, que en español significa «unidad de moneda europea». También era un guiño al histórico escudo francés, una moneda que estuvo en vigor durante siglos y cuyo nombre en ese idioma es «ècu». Una analogía que, como veremos un poco más adelante, tuvo que ver con el cambio de nombre de la moneda europea años más tarde.

Para qué servía el ecu

Tal y como recoge Eurostat, el ecu servía como unidad monetaria estándar del valor y coste de los bienes, servicios o activos en las Comunidades Europeas. Se utilizaba como unidad de cuenta del presupuesto comunitario y también como medio de pago y reserva de los bancos centrales.

Además de su rol oficial en el SME, se desarrolló un mercado privado para el ecu que permitió su uso en transacciones monetarias y también para denominar instrumentos financieros.

Esto resultó ser una gran ventaja para los inversores, ya que los valores denominados en ecus permitían su diversificación internacional sin depender de la moneda de un solo país.

¿Había billetes y monedas de ecu?

Como la puesta en marcha de esta moneda fue anterior a la integración de España en la Comunidad Europea (CE), es natural preguntarse si en algún momento llegaron a circular monedas y billetes de ecu. La respuesta es que no: el ecu no llegó a circular como moneda de curso legal.

Eso sí, los países integrantes de la CE acuñaron algunas monedas de ecu para coleccionistas e incluso llegaron a imprimirse billetes conmemorativos para la Exposición Universal de Sevilla de 1992.

Por qué la divisa pasó a llamarse euro

En 1992, con la firma del Tratado de Maastricht, se estableció que el ecu sería la moneda única a plazo fijo de la CE y que lo sería, como tarde, a partir de 1999. Era un paso decisivo hacia la convergencia económica que buscaban los integrantes de la CE que, además, les proporcionaba una divisa capaz de competir con el yen y con el dólar.

Todo transcurría sobre lo previsto: la moneda única se estableció como tal el día 1 de enero de 1999 y comenzó a circular en efectivo solo tres años más tarde, en 2002. Eso sí, hubo un cambio sustancial: su nombre finalmente no fue ecu, sino euro.

¿A qué se debió este cambio de nombre? La razón podemos encontrarla en Alemania, que no veía con buenos ojos que la nueva moneda llevara nombre francés. El país germano argumentó que la mayoría de sus ciudadanos rechazaba la denominación «ecu».

Incluso su entonces canciller, Helmut Kohl, llegó a señalar que el nombre «ecu» sonaba demasiado parecido a la palabra «Kuh», que en alemán significa «vaca». Además, desde la crisis de 1993 la moneda debía el 40 % de su valor al marco alemán.

De esta forma, Kohl propuso el uso de la palabra «euro» para denominar a la nueva moneda, una solución que fue finalmente aceptada. El primer euro vio la luz a comienzos de 1999 con un valor de un ecu, que se despedía así como moneda única europea.

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