Cómo evitar que los menores sufran grooming, sexting y ciberbullying
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Ciberseguridad Bankia
10 Junio, 2020
Hoy en día, es bastante habitual encontrarse con noticias sobre filtraciones. Un vídeo comprometido, una foto fuera de contexto, un audio de una confesión… La frontera entre lo que es privado y lo que es público se ha difuminado, dado que, cuando se produce una revelación de este tipo, rápidamente todo el mundo se lanza a compartir, opinar y compartir de nuevo. En otras palabras, se viraliza.
Dentro de este nuevo escenario, los niños y adolescentes, que son nativos digitales, no se escapan a esta sobreexposición y a los principales riesgos que implica:
- Grooming: es una práctica a través de la cual un adulto localiza a un menor en una red social, contacta con él, lo engaña y se gana su confianza con un propósito sexual.
- Sexting: consiste en el intercambio de fotografías o vídeos con contenido erótico entre los propios jóvenes. En muchas ocasiones, este material termina utilizándose para la extorsión o manipulación, pudiendo causar daños psicológicos severos en los menores.
- Ciberbullying: este tipo de acoso se produce entre los propios menores. Su principal diferencia con el bullying tradicional es que internet actúa como un amplificador. Los abusos no sólo aumentan su alcance, sino que además se producen tanto dentro como fuera del ámbito y horario escolar.
Para poder proteger a los menores de estos peligros, resulta de vital importancia preocuparnos por concienciarles para que ellos mismos puedan participar de manera activa en su autoprotección. En otras palabras, si quieres que tus hijos estén seguros mientras navegan, encárgate de que sigan los siguientes consejos:
- Que configuren sus redes sociales para que el contenido publicado sólo pueda ser visto por sus amigos.
- Que nunca agreguen a gente desconocida a sus redes sociales ni acepten sus peticiones de amistad.
- Que no publiquen información personal como su teléfono o dirección en internet.
- Que no suban fotos que puedan ayudar a identificar la zona donde viven o al colegio al que van.
- Que se comporten con respeto y educación ya que, al igual que en la vida real, en internet hay que tratar a los demás como nos gusta que nos traten.
- Que si son testigos de acciones que dañen o perjudiquen a alguien, deben avisar a sus padres.
- Que desactiven la ubicación de sus dispositivos.
- Que no borren las conversaciones que mantengan, ya que podrían resultar útiles en caso de que ocurra algún problema.
- Que si están preocupados porque les ha pasado algo malo en internet, se lo cuenten a sus padres.
- Que relativicen la importancia de los likes. Si tus hijos están dispuestos a cualquier cosa por conseguirlos, podrían acabar tomando alguna decisión equivocada.
Adicionalmente, hay algunas otras cosas que podemos hacer para favorecer la seguridad de nuestros hijos, como enseñarles a valorar las relaciones reales frente a las que se entablan a través de las nuevas tecnologías, controlar el tiempo que pasan conectados o instalar un filtro parental. Sin embargo, no debemos olvidar que la clave reside en mantener una comunicación fluida con ellos, explicarles los peligros que existen y darles las herramientas para que puedan protegerse a sí mismos, tanto ahora como en el futuro.