ECONOMÍA

¿Tienes un loot épico o farmeas billetes? Así hablan los jóvenes de dinero

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¿Tienes un loot épico o farmeas billetes? Así hablan los jóvenes de dinero
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Cada generación acuña sus propias expresiones como rasgo distintivo. No siempre perduran en el tiempo, pero son términos que se identifican con un momento en la historia y un tipo de sociedad.

Hoy en día, los videojuegos e Internet marcan las pautas de los jóvenes. Si bien mucho vocabulario de videojuegos ya se aplica a la vida diaria, su reflejo en Internet y el uso que los creadores de contenido hacen de él consiguen incorporar neologismos al habla.

Teniendo en cuenta el contexto anterior, recogemos cinco expresiones relacionadas con el mundo gamer que usan los jóvenes y que hacen referencia al dinero.

«Chetado de pasta»

Estar chetado de pasta parte de la castellanización del verbo to cheat, que en inglés significa ‘engaño’.

Dentro del mundo de los videojuegos, esta expresión hace referencia al afán de los jugadores de mejorar sus recursos, acumular monedas virtuales y desbloquear elementos exclusivos. Es decir, mejorar significativamente un personaje, ya sea mediante trucos, habilidades especiales o ventajas dentro del juego.

En la vida real, estar chetado equivale a acumular dinero y bienes y se relaciona con el engaño porque se da por hecho que ese nivel de mejora solo es posible a través de trucos o pequeñas trampas. El término pasta ya es común para hablar de dinero, por lo que esta combinación es natural.

«Tener un loot épico»

Los juegos de rol han sido una inspiración para los videojuegos. El loot (‘botín’) de los juegos de mesa ha pasado a los videojuegos, con especial presencia en aquellos que cuentan con dinámicas shooter o battle royale.

Estas mecánicas de recolección de objetos y recompensa se desarrollan a través de la derrota de enemigos, apertura de cofres o consecución de misiones.

Si tomamos el otro térmico, épico, vemos que recurre a la rareza del objeto obtenido, pues en muchos videojuegos se clasifican en común, raro, legendario y, por último, en el escalafón más valioso, épico.

Un «loot épico» puede hablarnos de una cantidad considerable de dinero obtenida, pero también de una variedad de objetos valiosos en un contexto, por ejemplo, el conjunto de regalos que se reciben por un cumpleaños.

«Modo pobreza activado»

El uso de modo seguido de otra palabra es otra expresión que los jóvenes emplean habitualmente.

Proviene de los videojuegos, que suelen referirse a distintos estados o modos de juego. Modo difícil, modo creativo, modo supervivencia o modo historia son algunas de las modalidades más frecuentes de los videojuegos.

Al aplicarlo a la vida cotidiana, los jóvenes han adaptado esta estructura para expresar cómo se sienten o cómo son sus circunstancias. Modo pobreza activado da idea de una mala racha financiera, que puede revertirse con algún ingreso extra.

«No tener ni skins ni pavos»

De nuevo, el mundo gamer nos trae una expresión que denota escasez de recursos. La palabra skin (‘piel’ en inglés) equivale al nombre que reciben en los videojuegos los atuendos o apariencias que los jugadores pueden comprar para personalizar sus personajes.

Por su parte, PaVos es la moneda virtual utilizada en un famoso videojuego para adquirir estos elementos. Una persona que carece de apariencias o moneda para comprarlos, aparentemente, no tiene nada.

«Farmear billetes»

Por último, nos trasladamos al nicho de los juegos MMO (Massively Multiplayer Online), es decir, aquellos juegos donde muchos jugadores interactúan simultáneamente en un mundo virtual.

Varios videojuegos de esta categoría permiten a los jugadores recoger elementos para venderlos o intercambiarlos. La acción de farmear (‘granjear’ en español) hace referencia a la idea de producir o recolectar bienes de manera sistemática con el objetivo de obtener riqueza. En resumen, trabajar para que te paguen.

Por tanto, farmear billetes quiere decir enriquecerse de manera proactiva: trabajando o recogiendo aportaciones económicas. Uno puede farmear billetes cuando acepta un trabajo de verano como monitor de un campamento, por ejemplo.

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