¿Hipoteca a tipo fijo o variable?
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Bankia
29 Julio, 2015
Las hipotecas a tipo fijo son una rara avis en el panorama financiero español. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogen que apenas el 2,6% de los hipotecados españoles firman un contrato a tipo fijo, frente al 96,9% que tienen el pago de su casa ligado la evolución de algún índice, principalmente el euríbor, más un diferencial que marca la cuota mensual a abonar. La inmensa mayoría se rigen por el sistema de amortización francés, que te explicamos aquí de forma muy sencilla.
Lo que marca la decisión entre una hipoteca a tipo fijo y otra a tipo variable es la elección entre riesgo y seguridad. Por un lado, el riesgo de que una de la inversiones más importantes y largas de tu vida esté condicionada a factores externos (un tipo de interés marcado por las autoridades monetarias e influido por lo que pueda ocurrir en los mercados financieros mundiales, como ocurrió en 2008).
Por otro, la seguridad de un tipo fijo que permite una planificación estable de los gastos de la cuota mensual a lo largo de toda la vida de la hipoteca.
Los alemanes y muchos europeos suelen apostar por la seguridad; en España, como hemos visto, arrasa la hipoteca variable. Esto es comprensible en el contexto actual con unos tipos de interés en mínimos históricos. Lo que no está tan claro es si ese 96,9% de personas que subscriben una hipoteca a tipo variable son conscientes de que a lo largo de los 20 ó 30 años que va a durar ese contrato, el recorrido de los tipos de interés solo tiene una dirección: al alza. Los expertos siempre recomiendan hacer un cálculo pesimista con las cuotas mensuales hipotecarias, para ajustar mejor la decisión. Es decir, no fijarse solo en lo que ahora se paga al mes con un euríbor al 0,16%, sino en lo que se pagaría si el euríbor sube al 2,5% o al 3%. ¿Darían las finanzas familiares para seguir pagando la cuota mensual? Si la respuesta es afirmativa, el riesgo de la hipoteca variable es asumible.
El problema es que cuando la respuesta es no y el interesado solicita un tipo fijo, se suele encontrar con que el tipo de interés es más alto y las entidades financieras no suelen permitir alargar el número de años respecto al variable, más allá de 30, para, así rebajarlo. Además no todas las entidades cuentan en su catálogo con una oferta de tipo fijo. Con lo que tampoco suele ser una buena alternativa generalizada para las finanzas familiares a la hora de comprar una casa, pero sí aumenta su atractivo. Frente a las estadísticas genéricas del INE antes mencionadas, el porcentaje de nuevas hipotecas a tipo fijo firmadas el pasado mes de abril, ya había escalado hasta el 7,5%.
La clave tiene mucho que ver con el esfuerzo comercializador de muchas entidades financieras que ya estamos ofreciendo la alternativa de hipotecas con tipos fijos a unos tipos de interés, superiores, por supuesto a los de las referencia variable, pero no desorbitados. O al menos, no lo suficiente como para despreciar la seguridad que a cambio suponen.