En 1983, el Gobierno de España encargó al pintor Joan Miró el diseño de un símbolo abstracto para identificar España como destino turístico internacional. La elección de Miró fue un sol: España no es un país soleado, es el país del sol.
A lo largo del año, España llega a sumar cerca de 2.500 horas de sol: desde las 2.000 horas en Galicia o Asturias hasta las 3.000 de Andalucía, según recoge la Sexta. Portugal, Italia, Francia o Grecia tienen una exposición a la luz solar similar a España, frente a países como Reino Unido, Escocia o Noruega, con cerca de 1.200 horas de luz al año.
¿Qué beneficios tiene para nuestra economía esas horas extra de luz natural? Te contamos algunos de ellos.
España es líder mundial en turismo de sol y playa, según recuerda Hosteltur. La combinación de horas de luz y temperaturas cálidas provoca que algunas de las playas españolas puedan ser disfrutadas durante los 12 meses del año, como es el caso de las canarias.
Además, las horas de sol permiten la prolongación de horarios de servicios, desde terrazas hasta campos de golf, lo que no solo funciona como atractivo, sino que ofrece la posibilidad de aumentar la facturación por jornada.
El sol también es un plus para rodajes de producciones audiovisuales, que generan puestos de trabajo y que, con el tiempo, atraen a turistas deseosos de conocer las localizaciones de series y películas.
Según las estimaciones de CaixaBank Research, el turismo seguirá siendo uno de los motores de la economía española. Los economistas del servicio de estudios prevén que el PIB turístico crezca un 5% en términos reales, y se superen los 90 millones de llegadas de turistas internacionales. El peso del PIB turístico sobre el PIB total alcanzará el 13%, según estos cálculos.
Pese a que las primeras centrales fotovoltaicas de España datan de 1984, la consolidación de esta energía no llegó hasta 2013 gracias a la aplicación de diversos cambios legislativos. En algo más de una década, España ha pasado de generar 6.423 GWh de energía solar fotovoltaica en 2010 a producir más de 37.000 GWh en 2023, según Statista.
Esta evolución contribuirá a alcanzar los objetivos fijados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que prevé una potencia total instalada de 44 GW de energía solar para 2030, de los cuales 37 GW serán de fotovoltaica.
El plan hace de la fotovoltaica la tecnología de generación renovable de mayor crecimiento en los próximos 10 años, de lo que dan fe los 25.550 MW de potencia instalada ya registrados en 2023.
Los datos más recientes de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) señalan que la contribución total de la fotovoltaica en España (directa, indirecta e inducida) al PIB ha sido de 15.656 millones de euros.
Más horas de sol nos permiten capturar más energía solar fotovoltaica que otros países. Según la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA Renovables), en España existen más de 298.000 viviendas y más de 54.000 empresas que ya tienen instalaciones solares fotovoltaicas en sus tejados.
Esta energía permite a los hogares autoabastecerse aprovechando la energía solar, para convertirla en electricidad. A la larga, y en un contexto en el que los precios de la energía muestran un comportamiento inestable, esta solución puede suponer un ahorro económico para las familias.
Además, la instalación de paneles solares tiene incentivos fiscales y financieros a los que pueden acogerse los propietarios de la vivienda.
La instalación de placas fotovoltaicas lleva un beneficio asociado: la creación de empleo, especialmente en los ámbitos de la fabricación, la instalación, las ventas y el marketing.
Según el informe EU Solar Jobs Report 2023 de SolarPower Europe recogido por PV Magazine, en 2022 cerca de 100.000 trabajadores españoles se dedican a la fotovoltaica, de los 648.000 registrados en el sector a nivel europeo.
La luz natural tiene numerosos beneficios para la salud, actúa como antidepresivo y ayuda al cuerpo a regular el ritmo circadiano, según apunta el doctor Eduard Estivill, director de la Unidad del Sueño del Hospital Universitari General de Catalunya.
Pero, además, la luz natural ayuda a que las personas estén más concentradas en el trabajo, tengan un mayor rendimiento cognitivo y hagan menos esfuerzo en procesos de lectura, puesto que aumenta la capacidad visual.
Todo esto permite elevar la productividad y reducir la fatiga crónica. Según el Barómetro de la Vivienda Saludable, del Grupo Velux, “la luz natural mejora nuestra salud e incrementa la productividad laboral y el rendimiento escolar, aumentando la capacidad de aprendizaje y concentración en hasta un 15% y la velocidad de resolución de las tareas en un 17%”, según refleja Vogue en este artículo.
Según un estudio de la Universidad de Lancaster, los trabajadores que desarrollan su labor en oficinas con elementos naturales –plantas o luz natural– son un 15% más creativos y un 6% más productivos.