SOSTENIBILIDAD

La igualdad como proyecto: así se construye una sociedad más justa

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La igualdad como proyecto: así se construye una sociedad más justa
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CaixaBank

08 Marzo, 2019


La sociedad se transforma a través de las nuevas generaciones y los numerosos ámbitos de actuación en los que la igualdad todavía es un reto

La igualdad de género es un objetivo que debe ser global, pero debe comenzar desde lo particular. Al menos así lo entiende una nueva generación de emprendedores que ha puesto en marcha diversos proyectos con este concepto como protagonista. Algunos de ellos se han reunido en el Imagin Café de Barcelona para compartir sus experiencias. Lo han hecho dentro de la Iniciativa #ACTUEMOS Wengage de CaixaBank.

En este encuentro participaron David Tomás, General Manager en Cyberclick, como moderador; Laura Fernández, CEO y cofundadora de Allwomen.tech; Gemma AWWZ, fundadora de Beats x Us; Julia Goula, arquitecta y cofundadora de Equal Saree, y Amleto Montinari, CEO y cofundador de Fluttr. Todos ellos han desarrollado proyectos inclusivos y pioneros en ámbitos tradicionalmente masculinos como la tecnología, la arquitectura, la música electrónica o los recursos humanos.

El valor de la observación

A la hora de conseguir una sociedad igualitaria, lo primero que se debe hacer es observar. De esta manera, se podrán identificar los espacios y los sectores en los que las mujeres apenas tienen representación. Precisamente esta es una acción que todos los ponentes han ejercido a la hora de poner en marcha sus proyectos.

“El sector tecnológico está copado por hombres, que ocupan el 80% de los puestos de trabajo relacionados con él. Tanto es así, que puedes sentir una barrera desde el mismo momento en el que te quieres formar para acceder a él. Esto es especialmente grave si tenemos en cuenta que la tecnología es presente y futuro en nuestra sociedad”, explica Laura Fernández. Esta fue la razón por la que surgió Allwomen.tech, un espacio de formación en disciplinas como la inteligencia artificial o la usabilidad exclusivo para mujeres. “Decidimos echar el freno ante esta situación, empoderar a las mujeres y hacerles un hueco en el presente y el futuro de nuestra sociedad”.

En el caso de Julia Goula, la observación la llevó a darse cuenta de que los espacios que ocupamos no son neutros. “¿Por qué la cocina de una casa suele estar en el lugar más recóndito? ¿Por qué cambiamos de dirección cuando caminamos por la noche? ¿Qué pasaría si pusiéramos la cocina en un lugar bonito? ¿Y si las ciudades no tuvieran rincones oscuros?”, planteó la arquitecta a la audiencia.

Para Goula, el espacio refleja los valores de la sociedad. “Nuestro despacho de arquitectura feminista da mucha importancia a cómo esto crea desigualdades y cómo podemos transformarlo. Hasta ahora, no se ha tomado en cuenta la experiencia de las mujeres en el espacio público. Tampoco hemos participado en la toma de decisiones a causa de los techos de cristal”.

Gemma AWWZ, por su parte, observó una ausencia prácticamente total de mujeres en la producción de música electrónica. “Solo hay un 2% de chicas produciendo música. Por eso puse en marcha un proyecto para formar a mujeres en esta disciplina, una iniciativa cultural que busca la equiparación de género en el mundo de la música electrónica.

También Amleto Montinari creó un proyecto para potenciar la igualdad, en su caso, en la selección de personal. “Fluttr surgió como un espacio en el que todos seamos iguales y el talento de las personas sea lo más importante para el recruiting. De hecho, queremos ayudar a las personas que no llegan a ser seleccionadas por fallar en una prueba técnica a desarrollar sus skills. Así, queremos que las mujeres que estén en esta situación tengan acceso a mentores y mentoras que les ayuden a desarrollar skills técnicas para poder ser seleccionadas en el futuro”.

La tecnología también puede ser sexista

Entre los diversos temas tratados por los asistentes destacó el sesgo que afecta a la propia tecnología y que puede suponer un problema a la hora de promocionar la igualdad de género.

Laura Fernández reivindicó la importancia de incluir a las mujeres en el diseño de la inteligencia artificial para evitar que se las discrimine de manera automática. “Es algo generalizado. Hay casos tan cotidianos como el de Google Translator, que traduce del inglés «a doctor» por «un médico» y «a nurse» por «una enfermera»”.

Amleto Montinari expuso el caso de pruebas técnicas de selección de personal basadas en inteligencia artificial con un importante sesgo sexista simplemente porque utilizaban datos curriculares de una industria, la tecnológica, en la que la mayoría de trabajadores son varones.

El papel de las empresas

Para estos expertos, las compañías pueden apoyar definitivamente el avance hacia una sociedad más igualitaria. En este contexto, David Tomás destacó iniciativas como Wengage de CaixaBank para impulsar la igualdad de género y reforzar el rol de las mujeres en la empresa y la sociedad. “Utilizar un lenguaje inclusivo en este ámbito también puede ayudar a cambiar el imaginario colectivo. Si hablamos de directora general como algo genérico, contribuiremos a que la imagen que se nos aparezca al hablar de este tipo de puestos sea la de una mujer”.

Para Amleto Montari, “lo primero que deben hacer las empresas es entender que la diversidad es un valor muy positivo para ellas. Y los líderes de la empresa son fundamentales en esto. Su dirección debe ser representativa de la sociedad en la que vivimos, no estar compuesta únicamente por hombres”.

En la opinión de Gemma AWWZ, es imprescindible que las mujeres ocupen puestos de poder. “Mientras esto no suceda, no habrá ese cambio tan necesario en el punto de vista de la sociedad”, destacó. Julia Goula, por su parte, señaló que, en un sector como la arquitectura, en el que abundan pymes y personas autónomas, resulta necesario un cierto grado de protección para que las mujeres se sientan más acompañadas. “Esto es algo que los propios colegios de arquitectos e ingenieros podrían potenciar”, apuntó.

Respecto al futuro de la igualdad de género, el optimismo fue la tónica general entre los participantes en el encuentro. “Yo soy optimista. Vivimos un momento en que la igualdad de género se ha convertido en algo mainstream, está llegando a todas las capas. Es muy positivo ver cómo quienes estamos aquí remamos en la misma dirección desde diferentes aproximaciones. Ese cambio vendrá antes de lo que pensamos, aunque queda mucho por hacer. Eso sí, todas y todos nos tenemos que comprometer para lograrlo”, resumió Laura Fernández.

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