De Inditex a Netflix: las cinco empresas con los inicios más anecdóticos
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Bankia
05 Noviembre, 2018
Netflix
El gigante del streaming surgió de casualidad cuando Reed Hastings, uno de sus fundadores, tuvo que pagar una multa –y darse unos cuantos paseos– por no devolver a tiempo el VHS de la película ‘Apolo 13′ en su videoclub.
Fue en este momento cuando, junto a Marc Randolph, decidió crear Netflix, un sistema de préstamo de películas que no penalizase y en el que, además, los usuarios pudieran disfrutar más tiempo de ellas.
Netflix comenzaba su andadura en 1998 en EE.UU. con el envío postal de DVD. Los usuarios pagaban por la película que querían ver y la recibían en el buzón de su casa 24 horas después. Sin embargo, este proceso no resultaba muy útil, ya que la película no llegaba en el momento en el que querían verla. El sistema no era inmediato.
En 2007 llegó el streaming y, pese a tener una fuerte competencia con Amazon o Apple, Netflix se convirtió en el rey. Tres años después, comenzó su internacionalización y los canadienses conocieron Netflix. La plataforma streaming siempre ha ido un paso por delante y en 2013 lanzó su primera producción: ‘House of Cards’, que fue recibida por los usuarios con los brazos abiertos. Poco a poco, Netflix fue conquistando más mercados, y en 2015 llegaría a reproducir sus contenidos en España.
McDonald´s
Dick y Mac McDonald revolucionaron el mundo de la hostelería cuando en 1940 abrieron su restaurante, con una carta limitada de productos y un servicio muy rápido. Este sistema les hizo famosos a lo largo y ancho de Estados Unidos y en 1952, McDonald´s tenía su primera franquicia en Phoenix. Este fue el primer restaurante que incluía en su estructura los famosos arcos amarillos.
Pronto, Dick y Mac Mcdonald´s conocieron a Ray A. Kroc, un vendedor de batidoras en horas bajas, que al recibir el pedido de ocho máquinas se interesó por el restaurante y se asoció con sus propietarios. Kroc propuso a los hermanos McDonald llevar el restaurante por todo Estados Unidos. Dick y Mac le cedieron la expansión del restaurante a través de franquicias y ellos se centraron en la gestión de la hamburguesería matriz.
Once años después, McDonalds ya contaba con 700 restaurantes y una popularidad difícil de perder. Esto, en parte, era gracias a los tres valores de la marca: calidad, servicio y limpieza, a los que más tarde se unió el valor precio.
Inditex
Amancio Ortega, fundador de Inditex, una de las empresas textiles más importantes del mundo, es el hombre más rico de España. Pero sus inicios no fueron sencillos. A los 14 años se adentró en el mundo de la moda como repartidor de una camisería de La Coruña. Tiempo después trabajaría como comercial de la mercería La Maja. Allí conoció a su mujer, Rosalía Mera, con quién se inició en la fabricación y venta de batas de boatiné, bajo el nombre de Confecciones GOA.
Tras el éxito conseguido, Amancio Ortega decidió abrir en 1975 la primera tienda Zara ubicada en La Coruña, donde comercializaba prendas de última moda con un precio asequible. Ocho años después, Zara ya estaba presente en las principales ciudades españolas y, poco después, Ortega crearía el grupo Inditex, al que poco a poco se unirían otras marcas. En la actualidad Inditex cuenta con ocho negocios y un total de 7.422 tiendas repartidas por todo el mundo.
Avon
David H. McConnell era un vendedor de libros que, por cada venta, ofrecía a sus clientes un perfume que él mismo creaba. Sus fragancias se popularizaron y las mujeres adquirían los libros con el único objetivo de hacerse con una de las colonias de McConnell. Fue así como en 1886 fundó California Perfume Company.
La empresa creció a pasos agigantados y David H. McConnell tuvo la idea de vender sus productos puerta a puerta por medio de representantes. Con más de dos millones de ventas en Estados Unidos en 1928, McConnell creó la marca Avon, nombre de la ciudad donde nació Shakespeare, uno de sus ídolos.
Avon lleva más de 125 años en pie y mantiene la misma filosofía de venta puerta a puerta.
Samsung
Poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, un humilde comerciante coreano llamado Lee Byung-chull decidió poner en marcha un negocio de alimentos. Su principal negocio era el pescado seco. Decidió bautizarlo como ‘Samsung’, que en su idioma natal quiere decir ‘tres estrellas’. Una década después, ya terminado el conflicto, la empresa prosperó, hasta el punto de tener su propia harinera y fábricas textiles.
La corporación fue diversificándose, iniciando actividad en otros ámbitos, como astilleros, industria química o petroquímica, maquinaria industrial o construcción. Esta expansión se vio favorecida por las medidas proteccionistas impulsadas desde el Gobierno de Seúl con el propósito de industrializar rápidamente el país buscando la recuperación de los devastadores efectos de la guerra.
Pero no es hasta finales de los años 60 y principios de los 70 cuando Samsung decide diversificarse hacia la tecnología, centrándose, en un principio, en la producción de televisores en blanco y negro. En la década de los 80, su rama tecnológica creció notablemente.
En la actualidad, el grupo Samsung cuenta con más de 80 empresas que operan en sectores como el aeroespacial, la biotecnología, ingeniería genética y nanotecnología. No obstante, en el exterior, su faceta más conocida es, sin duda, la tecnológica.