ECONOMÍA

¿Por qué las monedas son como son?

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¿Por qué las monedas son como son?
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Bankia

07 Octubre, 2020


Empezamos con el porqué de su forma, la redondez. Aunque en la actualidad tengamos la tecnología para cortar las monedas de la forma que mejor nos convenga, no era así en el pasado. Antes era más sencillo, barato y práctico que las monedas fueran redondas. Además de que tenían otros beneficios, como su fácil manejo y almacenamiento.

En la exposición permanente del Museo Casa de la Moneda de Madrid podemos comprobar que el formato redondo se creó en Grecia en torno al año 700 A. C. y se realizaba a través de una pequeña esfera metálica de oro y plata donde se colocaban dos cuñas. Sobre una de esas cuñas se golpeaba con un martillo para conseguir la moneda, de cuyo impacto salía una pieza más o menos redonda.

Aun así, a lo largo de la historia ha habido diferentes monedas que no son redondas. Como ejemplos más llamativos están el triángulo de las Islas Cook de 2 dólares, el cuadrado de Aruba de 50 céntimos o la moneda octogonal de un centavo de Argentina de 1992.

¿Y el canto rayado de las monedas, a qué se debe?

Otra de las curiosidades que tienen las monedas es su canto rayado o estriado. En un principio, el valor de las monedas dependía del oro o la plata que tuvieran. Tanto que algunos timadores se dedicaban a cortar pedazos de los lados. Unos trozos que luego unían y que vendían. De esta forma, el valor de las monedas se reducía.

Esto pasaba hasta que Isaac Newton, que fue alcaide y director de la Casa de la Moneda de Gran Bretaña entre los años 1696-1700 y 1700-1727 respectivamente, propuso la idea de realizar el rayado en el canto para poder averiguar rápidamente si la moneda había sido limada o no. Una idea que, como la redondez, se ha mantenido hasta nuestros días. Eso sí, existen multitud de motivos para dar relieve a los cantos de las monedas: desde escribir palabras o frases hasta incluir cenefas con motivos decorativos.

Esta particularidad de las monedas también es una ayuda para las personas invidentes, ya que les permiten diferenciar las piezas al tacto.

¿Cuánto cuesta fabricar una moneda?

Al contrario a lo que se pueda imaginar uno, la fabricación de las distintas monedas de euro no supone el valor que representan. Así, según la Unión Europea, fabricar un euro sale, de media, por unos 4,5 céntimos. La moneda de dos euros vendría a costar unos 5,2 céntimos.

Unas cifras que con las monedas más pequeñas son mayores. La de 1 céntimo cuesta realizarla más que su valor, situándose en unos 1,5 céntimos, y la de dos tiene más o menos el mismo precio que la misma moneda.

Es por ello que algunos países como Holanda, Finlandia o Bélgica ya no se producen más monedas de este tipo y que en la UE se lo están planteando. Y no es para menos: desde que comenzó a circular el euro, en Bruselas estiman que se han perdido unos 1.400 millones de euros por la fabricación de estas dos monedas en 2017, según El Heraldo.

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