Aunque el Nasdaq no esté ubicado en un parqué físico, se estima que realiza aproximadamente transacciones de 6 billones de acciones por día. Pero, ¿cómo ha llegado el Nasdaq a convertirse en una de las bolsas más influyentes?
Todo empezó en 1961 cuando el Congreso de los Estados Unidos pidió a la SEC (la comisión que regula la bolsa) que realizara un estudio sobre la seguridad de los mercados. De este informe, se extrajo que los mercados no regulados (extrabursátiles, que no cumplen los requisitos mínimos) eran poco transparentes y, por tanto, inseguros, por lo que se propuso su automatización. De ahí nacería el Nasdaq, la primera bolsa electrónica del mundo.
La primera sesión tuvo lugar el 8 de febrero de 1971, una jornada en la que ya se empezaron a cotizar más de 2.500 acciones de productos electrónicos. No obstante, no fue hasta el 1980 que el Nasdaq se consolidaría y conseguiría convertirse en el índice Dow Jones de las acciones tecnológicas.
Años más tarde, entre 1982 y 1986, las diez compañías más grandes del Nasdaq decidieron organizarse y separarse de las más pequeñas, dando lugar así al Mercado Nacional de Nasdaq. Este mercado se perfeccionó y ofrecía a los inversores la cotización de las acciones en tiempo real y los márgenes de ganancias. El Nasdaq cada vez se parecía más a Wall Street.
Pero esto no fue todo. En 1992 se le permitió a este mercado actuar en diferentes horarios. Y así fue como empezó a negociar con acciones fuera de Estados Unidos: Europa, Japón, etc. Y finalmente lo logró: en 1994 el Nasdaq sobrepasó a Wall Street en volumen anual de negociaciones.
Estábamos ante un gigante del mercado bursátil. Finalmente, en el año 2000 empezó un proceso de privatización que culminaría en el 2006 con una bolsa de valores nacional.