Se podría decir que “los países del euro” son más de los 20 que forman parte de la zona euro. ¿Cómo es esto posible?
Resulta que existen algunos territorios que se encuentran fuera de la Unión Europea (UE) y que utilizan igualmente el euro como divisa propia. También los hay que, pese a formar parte de ella, no se encuentran en el continente europeo, como las regiones ultraperiféricas de la UE.
Existen pequeños países que no tienen moneda propia y que han suscrito un acuerdo con la Unión Europea para que sus ciudadanos puedan utilizar el euro como divisa oficial.
Se trata de los microestados europeos de Andorra, Mónaco, San Marino y el Vaticano.
¿Por qué pasaron estos territorios a emplear el euro como divisa? La razón es muy sencilla: porque lo hicieron también los otros estados cuyas monedas utilizaban con anterioridad.
El pequeño tamaño de estos países dificulta mantener una divisa estable, por eso todos suscribieron en su día acuerdos monetarios con naciones vecinas más grandes.
Así, el euro sustituyó a la lira sanmarinense y a la lira vaticana —divisas cuyo valor estaba ligado al de la lira italiana—, o al franco francés, que se utilizaba en Mónaco y Andorra, en este último país en compañía de la peseta española. Los cuatro microestados pueden incluso emitir una cantidad limitada de monedas con su propio diseño.
¿Qué ocurre con Liechtenstein? La proximidad a Suiza de este microestado lo llevó a adoptar el franco suizo como moneda oficial desde 1924. Hoy sigue usando esa divisa, pese a formar parte del Espacio Económico Europeo. Anteriormente, Liechtenstein había empleado también la corona austriaca.
Hay otros dos países dentro de territorio europeo que utilizan el euro como moneda pese a no formar parte de la Unión Europea. Se trata de Kosovo y Montenegro, dos estados situados en los Balcanes Occidentales.
En estos dos casos no existe un acuerdo oficial para su uso con la Unión Europea. Ambos países adoptaron el euro como moneda de manera unilateral en 2002 y sus ciudadanos la utilizan de facto.
En ambos casos, el euro pasó también a sustituir a otra moneda externa que desapareció con la llegada de la divisa europea: anteriormente, Kosovo y Montenegro utilizaban el marco alemán, también de facto.
Los vínculos de países de la zona euro con territorios situados fuera del continente europeo también tienen su traslación al uso del euro. Esa es la razón por la que podemos encontrar la divisa europea en lugares ubicados geográficamente en otros continentes. Algunos forman parte de la zona euro y otros, no.
Algunos ejemplos de territorios geográficamente alejados de Europa que utilizan el euro son el archipiélago de San Pedro y Miquelón, situado junto a la costa este de Canadá; el de la Guayana Francesa, en la costa noratlántica de Sudamérica; el de Mayotte y Reunión, junto a Madagascar; o islas caribeñas como Guadalupe, Martinica o San Bartolomé.
Todos estos territorios están vinculados a Francia de alguna manera. Algunos de ellos forman parte de este país europeo y se reconocen como regiones ultraperiféricas de la Unión Europea, por lo que se consideran dentro de la zona euro.
Mientras que otros forman parte de Francia como colectividades de ultramar, pero no de la Unión Europea, debido a su estatus especial. En estos últimos casos —San Bartolomé o San Pedro y Miquelón—, se han suscrito acuerdos monetarios con la UE para que sus ciudadanos utilicen el euro como moneda oficial, de la misma forma que los microestados europeos.
Otras regiones ultraperiféricas de la Unión Europea que no se encuentran en el continente son los archipiélagos de las Azores y Madeira, situados en el océano Atlántico. Forman parte del territorio de Portugal y, por tanto, también de la zona euro. Por esa razón se utiliza en estas islas el euro como moneda oficial.
También se consideran regiones ultraperiféricas de la Unión Europea las islas Canarias. Aunque geográficamente están cerca de África, son territorios españoles dentro de la zona euro que utilizan con normalidad esta divisa, al igual que Ceuta y Melilla.
En el caso de Canarias, esta comunidad autónoma cuenta con un estatus tributario especial —conocido como Zona Especial Canaria (ZEC)—, aprobado por la Unión Europea en el año 2000.
Junto a estos territorios, conviene recordar aquellos que forman parte de la Unión Europea, pero que no utilizan el euro como divisa, como Dinamarca, Hungría o Suecia. Son países que están fuera de la zona euro, ya que no han adoptado la divisa europea como moneda oficial.