El peso del sector turístico en la economía española es indudable. Esto no es una frase vacía o formulada a la ligera, sino que lo dice la OCDE: es el país de este entorno en el que la contribución de este apartado al PIB es mayor en términos relativos, concretamente del 11,1%. Además, es el segundo con una mayor influencia del turismo en el empleo, con una tasa (13%) que duplica sobradamente la media de la OCDE (4,9%).
Las razones de esta influencia hay que buscarlas en varios factores. El clima, la seguridad ciudadana, el patrimonio histórico y cultural o la gastronomía son algunas de ellas. Sin embargo, estos elementos no explican por sí solos por qué España se encuentra en el podio mundial del turismo. Una oferta turística de calidad es el ingrediente que falta en esta lista de explicaciones.
Las empresas turísticas españolas que conforman el sector hotelero llevan años demostrando su profesionalidad y su iniciativa. Este ecosistema empresarial es clave para que los turistas elijan España como destino para sus vacaciones. Apoyarlo es una cuestión vital para la economía, pero no solo eso. También es un reconocimiento al esfuerzo de todos los profesionales que están detrás de estos negocios.