Todo el mundo habla del metaverso. Las empresas de moda, los gigantes aeronáuticos, las grandes tecnológicas e incluso las inmobiliarias. Pero… ¿qué es el metaverso?
Simplificando, podría decirse que el metaverso es un mundo virtual al que podremos conectarnos mediante una serie de dispositivos que nos harán creer que vivimos dentro de él. La primera vez que leímos sobre su existencia fue en las páginas de Snow Crash, la novela firmada por Neal Stephenson en 1992 con toques de ciberpunk y críticas al capitalismo.
En ella se hace referencia al metaverso como ese mundo virtual donde personajes de la realidad viven una vida paralela. Al fin y al cabo, meta significa «más allá» y verso es «universo».
El metaverso actual tiene sus antecedentes en Second Life, una comunidad virtual lanzada en 2003 donde los usuarios, a través de un avatar en 3D, podían interactuar en espacios como los de la vida real: clases, conciertos, mítines o citas tenían lugar en la plataforma, que llegó a tener cerca de 57 millones de usuarios. Incluso tenía su propia moneda para transacciones comerciales.
Otros precedentes son las comunidades de juegos como Roblox, donde los usuarios pueden crear juegos online. La empresa, que ha salido recientemente a bolsa con notable éxito, asegura contar con cinco millones de creadores de juegos y 200 millones de jugadores activos al mes.