Este aumento de la esperanza de vida supone un cambio demográfico que plantea algunos retos al estado del bienestar, a la sociedad y a la economía en general, pero también algunos interrogantes: si a una persona con 65 años aún le quedan 15 o 20 años de vida, ¿cuál es hoy en día la edad de una vejez real? ¿Cómo aprovechar el talento y la experiencia de la población sénior, dentro o fuera de las empresas? ¿Y cómo sacar partido de este nuevo nicho de mercado, generalmente aún enérgico y con altas capacidades y conocimiento? Algunas respuestas se encuentran en lo que se ha venido a llamar silver economy o economía de plata, es decir, el sector que se dedica a la producción de productos y servicios para la tercera edad.
La iniciativa de la Comisión Europea Smart Silver Economy explica que la silver economy europea “es la parte de la economía que afecta a los ciudadanos europeos de mayor edad”. Y añade: “Incluye todas las actividades económicas que son relevantes a las necesidades de los mayores, y su impacto en muchos sectores. Por ejemplo, salud y nutrición, ocio y bienestar, finanzas y transporte, vivienda, educación y empleo. La silver economy está estrechamente relacionada con las actuales tendencias demográficas y con sus efectos sobre la calidad de vida de los mayores y sobre toda la economía europea”.
Una tendencia que va al alza también en Estados Unidos, según el informe “The Silver Dollar”, de Bank of America-Merrill Lynch, que estima que la economía enfocada a las necesidades de las personas mayores crecerá desde los 7 trillones de dólares al año hasta los 15 trillones de dólares en el año 2020.
Por su parte, el prestigioso consultor Juan Carlos Alcaide considera que “hay que ver la madurez de la población, el envejecimiento demográfico, como una oportunidad, no tanto como un problema (…) Hay, sin duda, un enorme horizonte en el desarrollo de tecnologías de la información usables y amigables para mayores, medios de comunicación para dicho grupo, herramientas de geolocalización y todo lo que sirva para propiciarles una vida independiente a través de las tecnologías (…) Por supuesto, veremos la eclosión de aplicaciones de atención hospitalaria, ayuda ambulatoria y servicios de acompañamiento. Ayuda asistencial en la vida cotidiana. Y de manera muy especial, a mi juicio, veremos muy pronto la teleasistencia cognitiva”.
Y es que las oportunidades para los emprendedores son prácticamente infinitas y la economía de plata se perfila como uno de los sectores más necesarios y, a su vez, constituye un nicho de mercado con enorme potencial. Aprender cómo adaptarse mejor a las necesidades de los mayores, innovando y aplicando el poder de las nuevas tecnologías, se perfila como uno de los retos de este campo. En el campo de los servicios financieros también se ha apostado por diseñar productos ad hoc para nuestros séniors. En el caso de CaixaBank, disponemos de diversas soluciones y ventajas financieras pensadas para aquellos clientes que quieren disfrutar de su jubilación. Se trata, sin duda, de servicios que demuestran que, ya en la actualidad, algo está cambiando y que en realidad la silver economy no está dando más que sus primeros pasos.
