Qué es y para qué sirve el registro de últimas voluntades
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Bankia
03 Marzo, 2020
Las funciones del Registro de Actos de Última Voluntad
El Registro de Actos de Última Voluntad surge ante la necesidad que tienen los otorgantes de que sus herederos sepan lo que deben hacer con sus bienes y patrimonio tras su fallecimiento.
En caso de no otorgar testamento, la sucesión hereditaria se llevaría a cabo aplicando rigurosamente la ley general que la regula. Por eso es importante el testamento, que permite establecer asignaciones específicas de bienes y derechos que, a juicio de los otorgantes, pueden ser más convenientes o equitativas.
Si estás pensando en hacer testamento, has de saber que tus últimas voluntades deberán ser respetadas en todo momento, y solo podrían ser alteradas en aquellos casos en los que se vulnere lo establecido en el ordenamiento, en perjuicio de alguien que tiene unos derechos que no se observan o respetan. Por ejemplo, aquellas disposiciones que no respeten el derecho de herencia de lo que se conoce como la legítima, es decir, aquella parte de la herencia de la que no se puede privar a un heredero en línea directa de sucesión.
Lo más importante, si has hecho o vas a dictar testamento es que tus sucesores puedan conocer su existencia en el momento en que se requiera, y se pueda localizar por parte de todos aquellos que puedan tener un interés legítimo. Y todo ello de forma sencilla.
Esta es la principal función que cumple el registro de últimas voluntades: servir como un banco de datos centralizado en el que se inscriben los testamentos que se otorgan oficialmente. Así como las posibles sustituciones, cambios o modificaciones que, como otorgante, puedas hacer a lo largo de tu vida.
Además de esta función principal, existe otra función lógica: emitir certificados de la existencia de estas últimas voluntades a instancias de cualquiera que manifieste un interés legítimo. Estos podrán ser:
- Posibles herederos.
- Los propios otorgantes.
- Todo ciudadano que lo solicite desde el extranjero y esté interesado en saber si existe o no testamento.
En este tipo de certificados figuran los datos de protocolización del documento para poder localizarlo y acceder a su contenido.
Cuál es el proceso de inscripción en el registro
Cada semana se dan de alta en el registro todos aquellos documentos de últimas voluntades que han sido otorgados ante cualquier notario del territorio español. Los notarios están obligados a comunicar todos los datos a sus colegios oficiales y los colegios son los encargados de actualizarlos ante el registro central en ese plazo.
Del mismo modo, se inscriben semanalmente los que se otorgan en el extranjero en embajadas y consulados y son remitidos al registro a través de la Dirección General de Asuntos Consulares. También se inscriben aquellos testamentos realizados en el extranjero por ciudadanos extranjeros que manifiesten su interés por que sus voluntades sean registradas en España. Asímismo, se incluye cualquier última voluntad otorgada en otro país, por ciudadanos españoles o no, siempre y cuando se suscriba en el acuerdo de Basilea de 1972. Por último, el registro recoge también las declaraciones de herederos que formalizan los notarios cuando se produce una sucesión ab intestato, es decir, sin testamento.
La sede del Registro de últimas voluntades está en Madrid, en la calle de la Bolsa, número 8. Allí puedes solicitar las certificaciones y realizar diversos trámites, tanto presencialmente como a través de la sede electrónica del Ministerio de Justicia.