> fondo de inversión – El Blog de CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank El Blog de CaixaBank Fri, 21 Apr 2023 13:58:40 +0000 es-ES hourly 1 Planificación fiscal: qué es y cómo puede ayudarte https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/planificacion-fiscal-que-es-y-como-puede-ayudarte/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/planificacion-fiscal-que-es-y-como-puede-ayudarte/#respond Wed, 04 Mar 2020 08:11:49 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=36702

La vida es un mar de planes. Desde los estudios que elegimos hasta el presupuesto que manejamos cada mes, existen muchos aspectos que pueden planificarse para sacarles el mayor rendimiento posible. Y los impuestos, que solemos considerar algo especialmente estático e inamovible, no son una excepción.

La planificación fiscal es un concepto bastante desconocido, a pesar de que puede llegar a ofrecer un gran rendimiento. Normalmente asociamos el término planificación con nuestros ingresos, nuestro ahorro o incluso nuestro patrimonio, pero muy pocas veces con los tributos.

Es muy habitual prever cuánto vamos a ganar y cuánto vamos a gastar para ajustar nuestra economía familiar y anticiparnos a posibles problemas. Sin embargo, rara vez tenemos en cuenta cómo pueden influir los impuestos en las decisiones que tomamos.

De eso precisamente se encarga la planificación fiscal: de conocer a fondo nuestro propio panorama tributario y optimizar su impacto en nuestra economía. Como todos somos susceptibles de beneficiarnos de ella, merece la pena conocer en qué consiste y algunas claves para sacarle el máximo rendimiento. Carmen Jover, Máster en especialización tributaria, profesora de la UPF y formadora del Programa Aula de formación financiera para accionistas de CaixaBank, resume los principales aspectos a tener en cuenta en cuanto a la fiscalidad personal en una nueva entrega de los Aula Talks, una iniciativa de formación, que a través de conferencias y charlas breves, tiene por objetivo ofrecer contenidos sobre economía y finanzas a cargo de ponentes de reconocido prestigio.

Qué (no) es la planificación fiscal

La palabra «fiscal» suele provocar cierto recelo cuando se aplica a todo lo relativo a los impuestos. Por eso, además de contar en qué consiste la planificación fiscal, es interesante apuntar en qué no consiste.

La planificación fiscal no tiene nada que ver con la evasión fiscal. Son dos conceptos totalmente distintos: el primero siempre actúa dentro del marco legal, mientras que el segundo tiene como objetivo evitar el pago de impuestos, haciéndolo de forma ilícita. La planificación fiscal, por su parte, consiste en evaluar la influencia que tienen sobre nuestra economía los impuestos que nos afectan y cómo actuar conforme a ese conocimiento para que su impacto sea el mínimo posible. Todo ello, dentro de la legalidad vigente. Se trata, básicamente, de analizar qué ingresos o bienes tenemos, cuáles son nuestros gastos y decidir qué acciones pueden ayudarnos a optimizar la carga fiscal asociada a los mismos, tanto a corto como a largo plazo.

Objetivos de la planificación fiscal

Para conseguir reducir el impacto de los impuestos se utilizan varias herramientas que se engloban en torno a tres grandes objetivos: el diferimiento en el pago de los tributos, el ahorro fiscal y la gestión del riesgo.

El primero de ellos nos ayuda a realizar los pagos en el momento que más nos convenga. Se trata de la lógica que existe detrás de productos como los planes de pensiones y los fondos de inversión: nos permiten aplazar el pago de tributos hasta la jubilación o hasta reembolsarnos las ganancias, respectivamente.

Si además el tipo marginal del IRPF que nos afecta en el momento de rescatar un plan de pensiones es inferior al que tendríamos que haber afrontado durante esos años, habremos logrado un ahorro fiscal. Una ventaja que también se obtiene con los fondos de inversión, cuya tributación puede —entre otras ventajas— reducir la cantidad a pagar por el Impuesto sobre el Patrimonio.

En cuanto a la gestión del riesgo fiscal, se trata de un concepto que se refiere sobre todo a la posibilidad de realizar modificaciones en las normas tributarias e incluso en las distintas interpretaciones de la ley que puedan surgir por parte de las autoridades tributarias y los tribunales. Es importante tenerlo en cuenta, además de valorar con un experto las posibles consecuencias que puedan derivarse de nuestra planificación fiscal.

Claves para planificar bien nuestros impuestos

Si conocemos a fondo los impuestos que nos afectan y planificamos por adelantado cada uno de ellos podremos alcanzar un ahorro importante. Básicamente, a las personas físicas residentes en España nos afectan tres impuestos —el de la Renta o IRPF, el Impuesto sobre el Patrimonio y el de Sucesiones y Donaciones—, aunque pueden ser muchos más en función de las circunstancias de cada uno de ellos.

Casi todos los tributos son planificables y las acciones que decidamos llevar a cabo pueden afectar tanto a uno como a varios de ellos. Esta es una de las bases de una buena planificación fiscal: es necesario tener en cuenta todos los impuestos que nos afectan y no contemplarlos como compartimentos estancos. Es algo imprescindible para acceder a los beneficios de esta práctica.

Se trata de precauciones que deben tenerse en cuenta, por ejemplo, al plantearse una donación en vida. Esta modalidad, afectada por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, presenta fuertes bonificaciones fiscales en algunas comunidades autónomas. Por eso, muchas personas optan por esta figura para ayudar a sus descendientes cuando lo necesitan.

Eso sí, existen algunos matices. Por ejemplo, si lo que se dona es un bien inmueble, el donante deberá tributar por la ganancia patrimonial en su IRPF del año siguiente, salvo alguna excepción. Esto no es otra cosa que la diferencia entre el valor de la adquisición del inmueble y el valor que tiene en el momento en que se dona. Especialmente si el inmueble se adquirió hace tiempo, esa diferencia puede significar un importante perjuicio en la declaración de la renta del siguiente ejercicio que conviene prever.

También hay que tener en cuenta los territorios que afectan a cada impuesto. Mientras que en las herencias el Impuesto de Sucesiones y Donaciones se liquida en la comunidad autónoma donde reside el fallecido, en las donaciones en vida se hace en la del donatario, salvo en el caso de los inmuebles (tributan allí donde se encuentran). En estos casos, conviene tener en cuenta las bonificaciones y deducciones de cada territorio para tomar las decisiones adecuadas.

La constancia en la planificación para optimizar al máximo el pago de impuestos, maximizar las deducciones a que tengamos derecho, así como contar con información exhaustiva y actualizada sobre la actualidad fiscal son otras buenas prácticas que nos ayudarán con nuestra planificación fiscal.

La anticipación también es otra clave. En el caso de los impuestos anuales, como el IRPF o el de Patrimonio, lo mejor es estudiar con antelación cada ejercicio y decidir las acciones oportunas, y no esperar al final del mismo para tratar de efectuar correcciones de manera apresurada. En definitiva, lo más inteligente siempre es planificar. También con los impuestos.

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La vida es un mar de planes. Desde los estudios que elegimos hasta el presupuesto que manejamos cada mes, existen muchos aspectos que pueden planificarse para sacarles el mayor rendimiento posible. Y los impuestos, que solemos considerar algo especialmente estático e inamovible, no son una excepción.

La planificación fiscal es un concepto bastante desconocido, a pesar de que puede llegar a ofrecer un gran rendimiento. Normalmente asociamos el término planificación con nuestros ingresos, nuestro ahorro o incluso nuestro patrimonio, pero muy pocas veces con los tributos.

Es muy habitual prever cuánto vamos a ganar y cuánto vamos a gastar para ajustar nuestra economía familiar y anticiparnos a posibles problemas. Sin embargo, rara vez tenemos en cuenta cómo pueden influir los impuestos en las decisiones que tomamos.

De eso precisamente se encarga la planificación fiscal: de conocer a fondo nuestro propio panorama tributario y optimizar su impacto en nuestra economía. Como todos somos susceptibles de beneficiarnos de ella, merece la pena conocer en qué consiste y algunas claves para sacarle el máximo rendimiento. Carmen Jover, Máster en especialización tributaria, profesora de la UPF y formadora del Programa Aula de formación financiera para accionistas de CaixaBank, resume los principales aspectos a tener en cuenta en cuanto a la fiscalidad personal en una nueva entrega de los Aula Talks, una iniciativa de formación, que a través de conferencias y charlas breves, tiene por objetivo ofrecer contenidos sobre economía y finanzas a cargo de ponentes de reconocido prestigio.

Qué (no) es la planificación fiscal

La palabra «fiscal» suele provocar cierto recelo cuando se aplica a todo lo relativo a los impuestos. Por eso, además de contar en qué consiste la planificación fiscal, es interesante apuntar en qué no consiste.

La planificación fiscal no tiene nada que ver con la evasión fiscal. Son dos conceptos totalmente distintos: el primero siempre actúa dentro del marco legal, mientras que el segundo tiene como objetivo evitar el pago de impuestos, haciéndolo de forma ilícita. La planificación fiscal, por su parte, consiste en evaluar la influencia que tienen sobre nuestra economía los impuestos que nos afectan y cómo actuar conforme a ese conocimiento para que su impacto sea el mínimo posible. Todo ello, dentro de la legalidad vigente. Se trata, básicamente, de analizar qué ingresos o bienes tenemos, cuáles son nuestros gastos y decidir qué acciones pueden ayudarnos a optimizar la carga fiscal asociada a los mismos, tanto a corto como a largo plazo.

Objetivos de la planificación fiscal

Para conseguir reducir el impacto de los impuestos se utilizan varias herramientas que se engloban en torno a tres grandes objetivos: el diferimiento en el pago de los tributos, el ahorro fiscal y la gestión del riesgo.

El primero de ellos nos ayuda a realizar los pagos en el momento que más nos convenga. Se trata de la lógica que existe detrás de productos como los planes de pensiones y los fondos de inversión: nos permiten aplazar el pago de tributos hasta la jubilación o hasta reembolsarnos las ganancias, respectivamente.

Si además el tipo marginal del IRPF que nos afecta en el momento de rescatar un plan de pensiones es inferior al que tendríamos que haber afrontado durante esos años, habremos logrado un ahorro fiscal. Una ventaja que también se obtiene con los fondos de inversión, cuya tributación puede —entre otras ventajas— reducir la cantidad a pagar por el Impuesto sobre el Patrimonio.

En cuanto a la gestión del riesgo fiscal, se trata de un concepto que se refiere sobre todo a la posibilidad de realizar modificaciones en las normas tributarias e incluso en las distintas interpretaciones de la ley que puedan surgir por parte de las autoridades tributarias y los tribunales. Es importante tenerlo en cuenta, además de valorar con un experto las posibles consecuencias que puedan derivarse de nuestra planificación fiscal.

Claves para planificar bien nuestros impuestos

Si conocemos a fondo los impuestos que nos afectan y planificamos por adelantado cada uno de ellos podremos alcanzar un ahorro importante. Básicamente, a las personas físicas residentes en España nos afectan tres impuestos —el de la Renta o IRPF, el Impuesto sobre el Patrimonio y el de Sucesiones y Donaciones—, aunque pueden ser muchos más en función de las circunstancias de cada uno de ellos.

Casi todos los tributos son planificables y las acciones que decidamos llevar a cabo pueden afectar tanto a uno como a varios de ellos. Esta es una de las bases de una buena planificación fiscal: es necesario tener en cuenta todos los impuestos que nos afectan y no contemplarlos como compartimentos estancos. Es algo imprescindible para acceder a los beneficios de esta práctica.

Se trata de precauciones que deben tenerse en cuenta, por ejemplo, al plantearse una donación en vida. Esta modalidad, afectada por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, presenta fuertes bonificaciones fiscales en algunas comunidades autónomas. Por eso, muchas personas optan por esta figura para ayudar a sus descendientes cuando lo necesitan.

Eso sí, existen algunos matices. Por ejemplo, si lo que se dona es un bien inmueble, el donante deberá tributar por la ganancia patrimonial en su IRPF del año siguiente, salvo alguna excepción. Esto no es otra cosa que la diferencia entre el valor de la adquisición del inmueble y el valor que tiene en el momento en que se dona. Especialmente si el inmueble se adquirió hace tiempo, esa diferencia puede significar un importante perjuicio en la declaración de la renta del siguiente ejercicio que conviene prever.

También hay que tener en cuenta los territorios que afectan a cada impuesto. Mientras que en las herencias el Impuesto de Sucesiones y Donaciones se liquida en la comunidad autónoma donde reside el fallecido, en las donaciones en vida se hace en la del donatario, salvo en el caso de los inmuebles (tributan allí donde se encuentran). En estos casos, conviene tener en cuenta las bonificaciones y deducciones de cada territorio para tomar las decisiones adecuadas.

La constancia en la planificación para optimizar al máximo el pago de impuestos, maximizar las deducciones a que tengamos derecho, así como contar con información exhaustiva y actualizada sobre la actualidad fiscal son otras buenas prácticas que nos ayudarán con nuestra planificación fiscal.

La anticipación también es otra clave. En el caso de los impuestos anuales, como el IRPF o el de Patrimonio, lo mejor es estudiar con antelación cada ejercicio y decidir las acciones oportunas, y no esperar al final del mismo para tratar de efectuar correcciones de manera apresurada. En definitiva, lo más inteligente siempre es planificar. También con los impuestos.

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Consejos básicos para invertir #FinanzasXaFollowers https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/consejos-basicos-para-invertir-finanzasxafollowers/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/consejos-basicos-para-invertir-finanzasxafollowers/#respond Thu, 15 Nov 2018 16:36:05 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=27981

Ya está aquí el segundo capítulo de “Finanzas para followers”, el nuevo programa para impulsar la educación financiera que se enmarca dentro del modelo de banca socialmente responsable de CaixaBank, presentado por Javier Muñiz, youtuber educativo, y Rosa del Blanco, experta en comunicación financiera y en el mundo fintech.

Tras la primera entrega dedicada al presupuesto familiar, este segundo vídeo, que cuenta como invitado con el popular cantante Xuso Jones, se centra en explicar de forma amena y comprensible un concepto que a veces puede parecer algo complejo: inversión. El vídeo aborda la importancia que tienen a este respecto los conceptos de riesgo y diversificación.

¿Qué son los productos de inversión?

Una encuesta en el perfil de Twitter de CaixaBank (@caixabank) desvela que un 36% de los encuestados no conoce la diferencia entre un producto de ahorro y un producto de inversión. Y a este 36% hay que añadir otro 7% de respuestas que creen que ambas cosas son lo mismo. Pues no, no lo son. Mientras un producto de ahorro sería, por ejemplo, una cuenta remunerada, una cuenta ahorro o un depósito a plazo, “invertir es poner a trabajar tus ahorros para conseguir un objetivo”, explica Javier Muñiz. Es decir, “productos de inversión serían las acciones, los bonos, los planes de pensiones o una de las opciones más populares, los fondos de inversión”, añade Rosa del Blanco.

La principal diferencia es que, contrariamente a los productos de ahorro, los productos de inversión implican riesgo, que será mayor o menor según el producto en cuestión. Cada persona puede asumir un cierto nivel de riesgo, según su capacidad económica, conocimientos, experiencia, objetivos… Por ello, antes de contratar un producto de inversión, el banco nos hará un test para saber qué productos son más adecuados para nosotros. Y para minimizar el riesgo, lo que hay que hacer es diversificar y no poner todos los ahorros en el mismo producto, un riesgo que el vídeo ilustra muy gráficamente cuando Xuso Jones intenta desplazar una serie de huevos en la misma cesta. Siempre será menos arriesgado disponer los huevos en distintas cestas.

¿Qué es, por ejemplo, un fondo de inversión? Para explicarlo, el vídeo pone el ejemplo de un concierto de rock. Para que un concierto se pueda celebrar en un gran recinto, es necesario que muchas personas hagan, cada una, una inversión, es decir, que paguen su entrada. Un fondo de inversión vendría a ser algo parecido: “se trata de un vehículo de inversión en el que un grupo de personas invierte su dinero de forma conjunta. Luego, un gestor profesional cogerá ese dinero y lo invertirá diversificando en distintos activos. De esta forma, si uno va mal, será más fácil que se compense con otro que vaya bien. Y así es como se alcanzan éxitos que no se conseguirían por separado”, explica Rosa del Blanco.

Los mejores consejos para invertir

El vídeo finaliza, a modo de resumen, con cinco consejos básicos a tener en cuenta a la hora de invertir:

  • Buscar asesoramiento profesional.
  • Tener claro de cuánto dinero se dispone para invertir, y no invertir el que se necesite a corto plazo.
  • Definir bien los objetivos de inversión.
  • Preguntarse cuánto riesgo se está dispuesto a asumir.
  • Diversificar para minimizar el riesgo.

Y sobre todo, lo más importante es siempre entender bien lo que se está haciendo. No invertir nunca en productos que escapen a nuestro conocimiento, sino en productos cuyo contenido se entienda claramente.

El próximo programa de “Finanzas para followers” abordará un nuevo tema: cómo usar la banca online con seguridad. ¿Os lo vais a perder?

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Ya está aquí el segundo capítulo de “Finanzas para followers”, el nuevo programa para impulsar la educación financiera que se enmarca dentro del modelo de banca socialmente responsable de CaixaBank, presentado por Javier Muñiz, youtuber educativo, y Rosa del Blanco, experta en comunicación financiera y en el mundo fintech.

Tras la primera entrega dedicada al presupuesto familiar, este segundo vídeo, que cuenta como invitado con el popular cantante Xuso Jones, se centra en explicar de forma amena y comprensible un concepto que a veces puede parecer algo complejo: inversión. El vídeo aborda la importancia que tienen a este respecto los conceptos de riesgo y diversificación.

¿Qué son los productos de inversión?

Una encuesta en el perfil de Twitter de CaixaBank (@caixabank) desvela que un 36% de los encuestados no conoce la diferencia entre un producto de ahorro y un producto de inversión. Y a este 36% hay que añadir otro 7% de respuestas que creen que ambas cosas son lo mismo. Pues no, no lo son. Mientras un producto de ahorro sería, por ejemplo, una cuenta remunerada, una cuenta ahorro o un depósito a plazo, “invertir es poner a trabajar tus ahorros para conseguir un objetivo”, explica Javier Muñiz. Es decir, “productos de inversión serían las acciones, los bonos, los planes de pensiones o una de las opciones más populares, los fondos de inversión”, añade Rosa del Blanco.

La principal diferencia es que, contrariamente a los productos de ahorro, los productos de inversión implican riesgo, que será mayor o menor según el producto en cuestión. Cada persona puede asumir un cierto nivel de riesgo, según su capacidad económica, conocimientos, experiencia, objetivos… Por ello, antes de contratar un producto de inversión, el banco nos hará un test para saber qué productos son más adecuados para nosotros. Y para minimizar el riesgo, lo que hay que hacer es diversificar y no poner todos los ahorros en el mismo producto, un riesgo que el vídeo ilustra muy gráficamente cuando Xuso Jones intenta desplazar una serie de huevos en la misma cesta. Siempre será menos arriesgado disponer los huevos en distintas cestas.

¿Qué es, por ejemplo, un fondo de inversión? Para explicarlo, el vídeo pone el ejemplo de un concierto de rock. Para que un concierto se pueda celebrar en un gran recinto, es necesario que muchas personas hagan, cada una, una inversión, es decir, que paguen su entrada. Un fondo de inversión vendría a ser algo parecido: “se trata de un vehículo de inversión en el que un grupo de personas invierte su dinero de forma conjunta. Luego, un gestor profesional cogerá ese dinero y lo invertirá diversificando en distintos activos. De esta forma, si uno va mal, será más fácil que se compense con otro que vaya bien. Y así es como se alcanzan éxitos que no se conseguirían por separado”, explica Rosa del Blanco.

Los mejores consejos para invertir

El vídeo finaliza, a modo de resumen, con cinco consejos básicos a tener en cuenta a la hora de invertir:

  • Buscar asesoramiento profesional.
  • Tener claro de cuánto dinero se dispone para invertir, y no invertir el que se necesite a corto plazo.
  • Definir bien los objetivos de inversión.
  • Preguntarse cuánto riesgo se está dispuesto a asumir.
  • Diversificar para minimizar el riesgo.

Y sobre todo, lo más importante es siempre entender bien lo que se está haciendo. No invertir nunca en productos que escapen a nuestro conocimiento, sino en productos cuyo contenido se entienda claramente.

El próximo programa de “Finanzas para followers” abordará un nuevo tema: cómo usar la banca online con seguridad. ¿Os lo vais a perder?

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