INNOVACIÓN

Todo lo que necesitas saber sobre el euro digital

Tiempo de Lectura: 4 minutos

Todo lo que necesitas saber sobre el euro digital
Avatar

Fanny Solano,

Directora de Regulación Digital de CaixaBank

05 Octubre, 2022


En enero de 2020, el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a explorar la posibilidad de crear una moneda digital ante el avance de criptomonedas como bitcoin o Ethereum y la aparición de Libra, la criptodivisa que acababa de lanzar Facebook y que puso en pie de guerra a los bancos centrales por la falta de regulación de este mercado.

Precisamente fue esa explosión de criptoactivos, la posibilidad de que las BigTech introdujeran stablecoins mundiales que pudieran expandirse rápidamente y que los pagos fueran dominados por empresas no europeas, así como el que otras grandes economías emitieran sus propias monedas digitales y afectaran el papel internacional del euro a nivel mundial, lo que llevó a la institución dirigida por Christine Lagarde a crear un equipo especial que se dedicara a estudiar los riesgos y beneficios que tendría para la eurozona contar con una moneda digital.

Dos años y medio después, el BCE sigue en fase de investigación y análisis, pero ya tiene definidos ciertos aspectos del euro digital, un activo que busca garantizar que los ciudadanos de la zona euro puedan seguir teniendo acceso, sin coste alguno, a un medio de pago sencillo, universalmente aceptado, fiable y, sobre todo, sin riesgo.

Complemento del dinero en efectivo

Este proyecto surge para dar respuesta a la creciente demanda de los consumidores de pagar digitalmente, pero no está previsto que se convierta en un sustituto del efectivo. El euro digital y el tradicional convivirán. El euro digital sería un complemento del efectivo y no un sustituto. El efectivo seguirá estando disponible.

La única diferencia que existirá entre el euro digital y el tradicional es que el digital estará emitido de manera electrónica por el Banco Central Europeo (BCE), pero todos los ciudadanos y las empresas podrán utilizarlo como se utilizan ahora mismo los billetes. Simplemente estará en formato digital.

En principio, está ideado para pagos retail con límite (se barajan 3.000 euros), pero no incluye inicialmente pagos mayoristas.

El euro digital no es una criptomoneda: cuenta con el respaldo del BCE, lo que permite que tenga una menor volatilidad y una mayor seguridad (las criptomonedas no tienen ese respaldo porque no son emitidas por ninguna autoridad).

Además, se emitirá de manera centralizada por el Banco Central Europeo, no tendría riesgos y respetaría la privacidad y la protección de datos.

Por el contrario, el bitcoin y otras criptomonedas tienen una emisión descentralizada y no existe una entidad reconocida responsable de los criptoactivos, por lo que los consumidores no pueden reclamar sus derechos. Además, no es un medio de pago generalmente aceptado (no puedes ir a comprar un pan o un café en cualquier sitio con tus criptomonedas).

Diferencias entre el euro digital y los criptoactivos

Euro digital Criptoactivos / Stablecoins
Respaldo de alguna autoridad Sí (BCE) No
Sin riesgos No (alta volatilidad)
Medio de pago generalmente aceptado No (no puede usarse en cualquier parte)
Los usuarios están protegidos No (sin protección legal)

Realizar pagos, incluso de manera online (algo que actualmente no puedes hacer con el efectivo)

En la actualidad, el proyecto del euro digital se encuentra en una fase de investigación y análisis iniciada en julio de 2021, que se prevé que finalice en octubre de 2023.

Hasta este momento, se han ido trabajando los potenciales casos de uso de esta moneda digital, como el pago de persona a persona. Para los comercios y pequeñas empresas sería un medio adicional para recibir pagos de sus clientes. También se han tratado otros aspectos más tecnológicos, como los pagos machine to machine.

Uno de los últimos hitos de esta etapa ha sido la selección de cinco empresas para explorar soluciones para realizar pagos con el euro digital. En concreto, se realizarán prototipos para pagos P2P offline, pagos en el punto de venta, con procesos específicos según sean iniciados por el comercio o por el cliente, o pagos para e-commerce.

CaixaBank ha sido el único banco europeo elegido por el BCE para colaborar en el prototipo del euro digital. La entidad trabajará hasta final de año en el desarrollo de una aplicación móvil que simule lo que tendrá que hacer un ciudadano cuando quiera cargar su cuenta de euros digitales y pagar o transferir fondos a otras personas.

Privacidad en los pagos

El principal reto de esta moneda digital es que sea utilizada por los ciudadanos, para lo que será necesario que siga existiendo una capa de privacidad similar a la que existe con el efectivo, de tal manera que, si el consumidor paga, nadie sepa en qué se ha gastado el dinero.

Con el euro digital, es probable que el cliente decida qué datos del pago quiere revelar, teniendo en cuenta que las entidades bancarias seguirán ejerciendo su labor de prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, así como del fraude.

No obstante, el Banco Central Europeo advierte de que el Eurosistema no tiene interés en recoger los datos de pagos de usuarios individuales. Tampoco en rastrear sus hábitos de pago o compartir esta información con organismos o instituciones.

En este sentido, aclara que los usuarios tendrían que identificarse la primera vez que accedieran a los servicios de esta moneda digital, pero podrían mantener diferentes grados de privacidad para realizar sus pagos.

Monedas digitales más allá del euro

Además del BCE, hay otros bancos centrales que ya están analizando la manera de lanzar sus propias monedas digitales. De hecho, el pasado 9 de marzo, el presidente de EE. UU., Joe Biden, firmó una orden ejecutiva para evaluar qué riesgos y beneficios se derivarían de la creación de un dólar digital.

Sin embargo, tanto en Estados Unidos como en Europa prima la cautela a la hora de desarrollar la moneda digital porque todavía quedan muchos aspectos por pulir. Uno de los puntos de debate actual es si es necesario alcanzar un estándar común que permita la interoperatividad entre las distintas Central Banks Digital Currencies (CBDC).

En la eurozona todavía no hay un calendario cerrado para lanzar la moneda. Antes de tomar una decisión, el Banco Central Europeo tiene que decidir sobre su diseño y comprobar si realmente satisface las necesidades de los usuarios.

Está previsto que, una vez terminada la fase de análisis, antes del final de octubre de 2023, el Consejo de Gobierno del BCE decida si pasa a la siguiente fase, centrada en el desarrollo de servicios integrados y experimentos reales de un euro digital, con una duración estimada de tres años (2026).

Acepto las condiciones de uso.