Más de 8.600 kilómetros separan España de Tristán de Acuña, la isla más remota del mundo.
Situada en el Atlántico Sur, a 3.300 kilómetros de Sudamérica y 2.816 de Sudáfrica, esta isla es la mayor de un archipiélago volcánico y la única de las tres que lo componen en la que habitan personas. En Nightingale, la segunda de las islas, viven pingüinos y focas. La tercera lleva por nombre Isla inaccesible, lo que dice mucho de su nivel de ocupación.
Tristán de Acuña no tiene aeropuerto. Sus 207 kilómetros cuadrados no dan para construir una pista de aterrizaje, así que solo se puede llegar a ella en barco (pesquero y de carga) en una travesía que en el mejor de los casos puede durar ocho días, siempre que el mar lo permita.
En la parte más plana de esta isla volcánica se encuentra el asentamiento Edimburgo de los Siete Mares, integrado por 238 personas que son como una gran familia. Allí, todos se llaman «buddy» (colega) y todos tiene un papel fundamental en la comunidad.
Cada habitante tiene tres o cuatro profesiones: son agricultores, pero también profesores o pescadores. Su principal actividad económica es la agricultura y la pesca de langosta y, en ocasiones, se valen de un particular trueque: los jóvenes cambian a los más ancianos productos cosechados y recogidos con sus propias manos por el cuidado o la enseñanza de los hijos.
Tienen un colegio, al que cada día asisten unos 30 niños; un supermercado con productos básicos que llegan de Sudáfrica; un bar, y una oficina de correos, que hace las veces de banco. Por sus carreteras circulan coches, pero no tienen gasolineras. El combustible llega en determinadas fechas a través de los barcos que se acercan a sus costas.
La primera vez que tuvieron televisión fue en el año 2000 y ahora están entrando en la era de Internet. Tienen acceso a la red durante algunas horas de la noche. Por el día, solo el gobernador de la isla y el personal de la oficina de correos pueden conectarse, especialmente en caso de emergencia.
Si hay algo que caracteriza a Tristán de Acuña es que la vida allí no sería posible si sus habitantes no se tuvieran los unos a los otros.
Precisamente ese sentimiento de comunidad nos ha llevado a viajar, de la mano de Dentsu Creative, a la isla más lejana del mundo para demostrar en nuestra nueva campaña corporativa que todo es posible si tienes a alguien cerca.
En otoño de 2023, el director Jaime Calachi —miembro del equipo de Dentsu Creative— se desplazó hasta Tristán de Acuña para descubrir cómo era la vida allí.
Su estancia en la isla le permitió reunir más de 20 horas de metraje repletas de momentos especiales, algunos de los cuales se pueden ver en esta campaña que refuerza el propósito de marca de CaixaBank —«Estar cerca de las personas para todo lo que importa»— y su valor diferencial como banco: su compromiso social.
El recurso creativo del spot principal, centrado en esa ubicación lejana, capta la atención a través de una historia diferente y optimista: un viaje desde Tristán de Acuña (allí), una isla que es considerada la más lejana del mundo y donde sus 238 habitantes llevan una vida completa gracias al sentido de comunidad, hasta nuestro país (aquí).
La campaña contrapone las realidades del lugar más remoto del mundo y la de nuestro territorio, en un relato que ahonda en la idea de que no hay nada imposible siempre que tengas a alguien a tu lado que apoye tus proyectos y cubra tus necesidades, estés donde estés.
Esta metáfora nos ayuda a comparar el comportamiento en comunidad de los habitantes de la isla, en el que priman la proximidad y la cercanía, con nuestra manera de hacer banca: somos una entidad que actúa como facilitador y que está al lado de las personas para todo lo que importa.
El spot de 40” es la pieza principal de la campaña, que se ve complementada por otras tres piezas de 20” centradas en ruralidad, emprendimiento y formación FP en las que se cuentan algunas de las realidades de la actividad de CaixaBank y que nos hacen diferenciales como banco.
La campaña podrá verse en televisión, tanto en spots como en acciones especiales en informativos de televisión, además de en radio, prensa, medios digitales, redes sociales y también en cine y metro en las ciudades de Madrid y Barcelona.
En total, se prevé impactar a cerca de 40 millones de personas en las próximas cuatro semanas.
Estas acciones vendrán acompañadas de un plan anual de contenidos, que pondrá el foco en los cinco territorios sociales de la marca: emprendimiento, ruralidad, formación FP, mayores y voluntariado. Será un recorrido por casos reales para poner en valor el compromiso de CaixaBank de contribuir al desarrollo de una sociedad más próspera.
Con esta campaña buscamos comunicar nuestro valor diferencial dentro de la banca y reforzar nuestro posicionamiento como banco dialogante y cercano, con unos atributos sociales que nos acompañan desde nuestros orígenes.
En nuestra actividad diaria, apoyamos a familias y empresas y contribuimos al progreso social, poniendo el foco en el emprendimiento, la formación profesional, el desarrollo rural, el voluntariado y la inclusión financiera del colectivo sénior.
En 2023, concedimos 1.300 millones de euros en microcréditos a través de MicroBank, llevamos los servicios financieros a 783 poblaciones en riesgo de exclusión financiera con nuestras 18 oficinas móviles y desplegamos más de 1.600 gestores séniores para acompañar a los clientes de este segmento en sus operaciones del día a día.
También ayudamos a que más de 6.900 alumnos participaran en las actividades de formación profesional dual organizadas por Dualiza y movilizamos a más de 17.000 voluntarios para intentar construir una sociedad más solidaria.
Porque aquí, al igual que en Tristán de Acuña, lo importante es tener a alguien cerca.
