Te proponemos un viaje por algunas de las celebraciones más curiosas e interesantes de España.
Un país en fiestas, el origen de las más populares
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01 Abril, 2019
Las hay milenarias y las hay centenarias. Las hay solemnes, las hay irreverentes y las hay pantagruélicas. Sin embargo, todas ellas tienen algo en común: mueven al unísono a miles de personas. Las fiestas populares en España son todo un arte que se cultiva, a lo largo de todo el año, tanto en grandes ciudades como en pueblos minúsculos. Se celebran todo tipo de motivos, desde los más pragmáticos hasta los más místicos.
Las procesiones que recorren Sevilla en Semana Santa o las fallas que arden cada año en Valencia se han convertido en rituales que congregan a multitudes cada año. Lo mismo ocurre con los Sanfermines o el Sant Joan de Menorca. Todas estas fiestas comenzaron en algún momento y han ido evolucionando hasta convertirse en lo que hoy son. Conocer sus orígenes es un valor que nos puede ayudar a disfrutarlas más plenamente. Podrían ser cientos los ejemplos que recogiésemos en este reportaje, así que hemos elegido algunas que recogen el espíritu de otras muchas.
La religión como origen
Tal vez la más famosa sea la que se celebra en Sevilla, pero la Semana Santa tiene eco en toda España. Miles de personas salen a las calles de ciudades y pueblos en procesión durante esta época del año.
La Pascua de los Cristianos se celebra desde los primeros pasos de esta religión para recordar la Pasión y Muerte de Cristo. Las procesiones, sin embargo, son más recientes. Algunas fuentes apuntan al siglo xv como el momento del nacimiento de las hermandades y cofradías, cuando grupos de laicos se juntaban para apoyarse unos a otros y experimentar la penitencia. Sin embargo, otras indican que el origen de la Semana Santa —tal y como la conocemos hoy— se encuentra en el teatro religioso del siglo xvi que se celebraba en las iglesias, cuyos actores fueron sustituyéndose por imágenes de madera y tela.
Otra de las fiestas más conocidas internacionalmente, los Sanfermines, también tiene un origen religioso. Las primeras noticias que se conocen sobre ella se remontan al siglo xii y en ellas se recoge el traslado, en 1186, de una reliquia del santo hasta Pamplona. Con el tiempo, a los actos religiosos se unieron otros que se celebraban en la ciudad, como la feria de ganado o los festejos taurinos. Hoy, el protagonismo lo comparten la gente y los toros.
El embrujo del fuego
Lo descubrimos hace 790.000 años y, desde entonces, no ha dejado de fascinarnos. El fuego tiene algo cautivador. Tanto es así que, en plena era del big data y la inteligencia artificial, todavía nos reúne en torno a él como medio para celebrar las ocasiones más diversas.
Las Fallas son una muestra perfecta de ese poder de atracción que ejerce el fuego. Una de las fiestas españolas más conocidas, junto a la Semana Santa y los Sanfermines, tuvo su origen en una tradición de carpinteros de Valencia. Estos artesanos, antes del día de su patrón (San José), quemaban frente a sus talleres los trastos viejos y otros utensilios de madera que usaban para alumbrarse en invierno, dando así la bienvenida a la primavera.
Con el paso de los años, esta práctica se fue extendiendo. Las fallas tomaron un sentido satírico y se transformaron en monumentos que reproducían realidades censurables, para terminar reducidos a cenizas la noche del día 19 de marzo.
Otras fiestas relacionadas con el fuego son las que se celebran en vísperas de San Juan, durante la noche del 23 de junio. Pese a su nombre, su origen es pagano y milenario, ya que se vincula con la exaltación del solsticio de verano. Se celebra en torno a hogueras que se encienden en miles de localidades en toda España.
Entre las más famosas se encuentran las Hogueras de Alicante, que replican en la ciudad las celebraciones que los labradores alicantinos dedicaban al día más largo del año para la recolección de las cosechas y la noche más corta para ahuyentar los males. También destaca en esas fechas el Sant Joan de Menorca, cuyo origen se remonta a principios del siglo xiv. En esa época ya existían representantes de la obrería del santo que se desplazaban a caballo hasta la ermita de Sant Joan de Missa para honrar a su patrón.
El elemento comercial
Las ferias comerciales son también eventos milenarios. Ya existían en antiguas civilizaciones como la egipcia, la griega o la romana. Eran la respuesta a la necesidad que tenían los pueblos de intercambiar bienes. También fueron, en su día, el origen de miles de fiestas populares en toda España
Siempre asociamos la Feria de Abril de Sevilla con casetas engalanadas, rebujitos, trajes de flamenca y mucha diversión. Sin embargo, su origen fue mucho más pragmático. En 1846, dos concejales decidieron organizar una feria anual de tres días, que se celebraría en abril y serviría para el comercio de ganado. Con el paso de los años, cambió su carácter mercantil por el festivo que se disfruta en la actualidad.
Otras ferias muy populares tuvieron también su raíz en el comercio de ganado. Es el caso de la de Córdoba, una de las más antiguas de España, con más de setecientos años, o la famosa Feria del Caballo de Jerez, cuyo origen se remonta más de seiscientos años atrás y todavía mantiene la actividad comercial. Los jerezanos también honran otra tradición centenaria, las Zambombas, que desde finales del siglo xviii dan la bienvenida a la Navidad a base de flamenco.
Otra festividad ligada a las ferias es la de Sant Jordi en Barcelona. En el siglo xv se celebraba en esta ciudad una feria de rosas con motivo de esta festividad, a la que acudían novios, prometidos y matrimonios jóvenes. Se cree que la tradición de regalar una rosa el 23 de abril tiene su origen en esta feria, que tenía lugar en el Palacio de la Generalitat. Desde 1927, a esta actividad se sumó otra para fomentar la lectura.
Celebrar lo singular
La Feria de Málaga, por su parte, tuvo un comienzo diferente al del resto de ferias mencionadas: surgió para conmemorar la toma de la ciudad por parte de los Reyes Católicos. También las Fiestas de la Magdalena de Castellón celebran un momento histórico: el de la fundación de la propia ciudad.
Los cordobeses, por su parte, abren los patios de sus casas durante algunos días del mes de mayo para que vecinos y turistas puedan admirar sus flores, fuentes y pozos. Lo hacen desde 1918 y esta costumbre se formalizaría con el primer Concurso de Patios, Balcones y Escaparates en 1921. Por su parte, las Carreras de Caballos en las playas de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) se mantienen desde 1845 y son todo un espectáculo que continúa reuniendo a miles de personas.
En Andalucía también son pioneros en celebrar la llegada de los Reyes Magos. En concreto, Granada lleva organizando la Cabalgata de Reyes desde 1910, aunque Alcoy ya realizó un evento similar a finales del siglo xix.
Junto a todas estas fiestas, miles más por toda España dan fe de que nos encanta reunirnos para celebrar la vida en compañía. Sea cual sea el motivo.