La certificación B Corp identifica organizaciones que, además de perseguir objetivos económicos, también cumplen con los más altos estándares de protección ambiental y equidad social. Una Certified B Corporation se compromete públicamente a respetar niveles mínimos muy ambiciosos en la evaluación del impacto que sus actividades tienen sobre la propia organización, la sociedad y el ecosistema en el que se inserta.
No deben confundirse con las empresas sin fines de lucro, que básicamente operan sin la necesidad de sostenibilidad económica. En el caso de las B Corp, el retorno económico debe estar garantizado. Sin embargo, es solo uno de los objetivos que persiguen estas empresas en un intento de combinar ética y beneficio, bienestar corporativo e individual.
El objetivo del movimiento B Corp es difundir un enfoque pragmático para la evaluación del desempeño ambiental y social de las empresas en todo el mundo. Esto significa comprometerse a medir el impacto positivo del propio trabajo con una rigurosidad totalmente equiparable a la adoptada para la evaluación de los resultados económico-financieros, sobre la base de un proceso estructurado de auditoría.
Es una certificación emitida por la organización estadounidense sin fines de lucro B Lab, una declaración que certifica el compromiso de la empresa con las cuestiones ambientales y sociales. Los últimos datos oficiales publicados muestran que hay más de 5.700 B Corp certificadas, distribuidas en 158 industrias de 85 países.
El proceso de obtención de la certificación comienza completando un Business Impact Assessment (BIA). Se trata de un cuestionario que evalúa el compromiso mostrado por la empresa respecto a cinco dimensiones relevantes:
- Personas: ambiente de trabajo, salarios, beneficios, capacitación.
- Gobernanza: responsabilidad por los objetivos y transparencia en la comunicación.
- Comunidad: apoyo a la comunidad de referencia, reflejos sobre el empleo y la prosperidad de las localidades vecinas.
- Medio ambiente: reducción de residuos, eficiencia energética.
- Clientes: impacto positivo de los productos y servicios en la vida de los consumidores.
Si el resultado final del cuestionario de autoevaluación es de al menos 80 puntos sobre 200, la empresa podrá iniciar el proceso de validación, sometiéndose a la auditoría de sus actividades por parte de B Lab. Según el sector, el número de empleados o el área geográfica en la que opera la empresa, el cuestionario digital ajusta los coeficientes de las distintas preguntas para aumentar o reducir su relevancia.
Por ejemplo, las empresas manufactureras tendrán un coeficiente reforzado —y tendrán que trabajar más para obtener o mantener la certificación— en la categoría de «medioambiente», mientras que las compañías que tienen muchos empleados tendrán coeficientes más elevados en la categoría de «personas».
Tras verificar la documentación proporcionada, B Lab decide entonces si otorgar o no la certificación, que tiene una validez de tres años a partir de la fecha de obtención. Pasado este plazo, habrá que solicitar una renovación.
No obstante, cada año, la empresa está obligada a informar sobre su actividad, presentando a B Lab y publicando en su web un informe en el que se indiquen los objetivos marcados y los alcanzados. Al mismo tiempo debe definir un plan de acción que contenga las iniciativas que pretende llevar a cabo el año siguiente para mejorar su impacto.
Cualquier empresa y sociedad con fines de lucro puede aspirar a obtener la certificación, mientras que las organizaciones sin fines de lucro no son elegibles. El gasto necesario cada año para mantener la certificación oscila entre los 500 y los 50.000 euros, una cantidad que varía en relación con la facturación de la compañía.
Esta tarifa cubre parte de los costes operativos de B Lab. El monto restante se destina a financiar algunos servicios reservados exclusivamente para empresas certificadas y ayuda a apoyar la difusión de herramientas de medición y evaluación en todo el mundo.
La certificación se aplica a toda la empresa y, una vez obtenida, las organizaciones están autorizadas a utilizar el logotipo de Certified B Corporation en todas sus comunicaciones para promocionar productos y servicios, en sitios web y redes sociales. La ventaja de lucir el sello B Corp es, sobre todo, la relacionada con la reputación de marca y, con ella, su capacidad de atracción de capital y talento.
De hecho, la sostenibilidad y la persecución de los objetivos ESG —medioambientales, sociales y de buen gobierno— son temas estratégicos y no solo una cuestión de cara a la galería. El estudio de Mercer Global Talent Trends 2020-2021 destaca cómo el 71 % de las empresas europeas —frente al 61 % de las de Norteamérica y el 67 % de las de Asia Pacífico— declara que los criterios ESG ocupan ya el centro de su actuación.
Las llamadas «Benefit Corporation» y las B Corp combinan sus necesidades económicas con el objetivo del bien común, algo que se debe demostrar mediante la adopción de métricas precisas.