No todo el mundo lo sabe, pero en España existen cuatro bolsas de valores plenamente operativas: la de Madrid, la de Barcelona, la de Bilbao y la de Valencia. Todas ellas pertenecen a Bolsas y Mercados Españoles (BME), que es la sociedad operadora de todos los mercados de valores de España.
Estas cuatro bolsas están interconectadas en lo que se conoce como mercado continuo a través del Sistema de Interconexión Bursátil Español (SIBE). Esta plataforma electrónica permite la negociación de manera simultánea y en tiempo real de acciones y otros productos de inversión de empresas que cotizan en los cuatro parqués.
En este artículo, conoceremos la historia de cada una de estas bolsas de valores y algunas de sus particularidades.
La Bolsa de Madrid es la más antigua de las cuatro grandes bolsas españolas. Fue fundada en 1831, es decir, hace más de 190 años. Su sede se encuentra en el Palacio de la Bolsa de Madrid, un edificio inaugurado en 1893 que es prácticamente el único en Europa de estas características que sigue cumpliendo la función para la que fue creado.
La Bolsa de Madrid ha sido durante casi dos siglos un barómetro de la evolución económica del país. A lo largo de los años ha sido testigo de distintos ciclos económicos e industriales.
No solo eso, la Bolsa de Madrid también ha cumplido un papel fundamental en el desarrollo económico del país. Esto se debe a su función como canalizadora del ahorro hacia la inversión productiva: esta institución lleva muchos años conectando a inversores y empresas, que encuentran así financiación y liquidez para desarrollar su actividad.
Al igual que las demás bolsas de valores, la de Madrid dispone de su propio índice, el IGBM (Índice General de la Bolsa de Madrid), que facilita la observación de la economía en la región.
La Bolsa de Barcelona es otra institución centenaria. En su caso, fue fundada en 1915, aunque su origen se remonta a las lonjas de mercaderías de la Edad Media. De hecho, en 1271 Jaume I promulgó las «Ordinacions», uno de los textos de regulación de la figura del mediador mercantil más antiguos y completos que se conservan.
Desde esos orígenes, la sede de la Bolsa de Barcelona se situó en la Casa Llotja del Mar de la Ciudad Condal. A medida que se fueron sustituyendo las contrataciones verbales por los nuevos sistemas electrónicos, surgió la necesidad de contar con un parqué electrónico para la Bolsa de Barcelona, que se inauguró en 1994 en la actual sede de Paseo de Gracia.
El foco de la Bolsa de Barcelona consiste en la promoción y el desarrollo de la zona, cuyo principal motor son las pymes, a las que ofrece asesoramiento y apoyo para la admisión a cotización de sus valores.
Esta institución da cobertura a sectores clave como el turismo, la industria o las energías verdes, entre otros. Cuenta con distintos índices de renta variable, como el BCN Global 100 o el BCN INDEXCAT.
La segunda bolsa de valores más longeva de España es la Bolsa de Bilbao, que se constituyó en 1890 a partir de un real decreto de autorización firmado por la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena. Su sede se encuentra en Palacio de Yohn, en el casco viejo de Bilbao.
Los fundadores de la Bolsa de Bilbao fueron empresarios que representaban a distintos sectores económicos ligados a la industria, el comercio y los negocios en general. La creación de una bolsa de valores les facilitaba acceder a la financiación necesaria para acometer los grandes proyectos de inversión de la época.
Desde entonces, la Bolsa de Bilbao ha mantenido un vínculo estrecho con la evolución de la actividad económica, industrial y financiera del País Vasco. Es la bolsa de valores de referencia en el norte de España, donde contribuye a la promoción de la inversión. Su selectivo general se llama Índice Bilbao 2000.
La bolsa más reciente de las que existen en España es la Bolsa de Valencia. Se fundó en 1980, aunque tuvo como predecesor al conocido como «Bolsín Oficial de Comercio de Valencia», que comenzó sus actividades en la década de los 70.
En cualquier caso, en Valencia ya existía un animado comercio de bienes mobiliarios desde el siglo XIX.
Se trata de la bolsa de valores de la Comunidad Valenciana, aunque también atiende a otras comunidades de la zona sur de España. Su foco también se encuentra en las pymes, especialmente en las vinculadas a los sectores productivos con mayor peso de la Comunidad Valenciana, como el textil, el de los cítricos, los muebles o los juguetes, entre otros.
Tras varios cambios de sede, actualmente su domicilio social se encuentra en L’Eixample de Valencia. El selectivo vinculado a este organismo es el Índice General de la Bolsa de Valencia (IGBV).