En nuestro planeta existen 4.060 millones de hectáreas cubiertas de bosque, cerca de un 31 % de la superficie total de la Tierra.
Se podría decir que a cada habitante le corresponden 0,52 hectáreas de bosque, señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En esta radiografía, España es el tercer país de la Unión Europea en superficie forestal arbolada, que se extiende por 18 millones de hectáreas de nuestro territorio, casi un cuarto de la geografía.
Los bosques españoles guardan muchos datos curiosos. Te contamos algunos de ellos.
España es el país europeo con mayor extensión boscosa dentro de la Red Natura 2000, una iniciativa de Bruselas para proteger la biodiversidad del patrimonio natural de los Estados miembros.
Nuestro país es el que más superficie aporta a la Red Natura 2000, un 27 %, casi 14 millones de hectáreas, de las cuales 8 millones corresponden a bosques arbolados.
La localización geográfica de España, su diversidad geológica, la gran variabilidad climática, orográfica y edáfica, la historia paleobiogeográfica o la existencia de islas hacen que esos bosques cuenten con una biodiversidad muy rica.
El número de árboles de altura superior a 3 metros y diámetro de tronco superior a 7 centímetros en España es de 4.525 millones. Las provincias con mayor cantidad de árboles de gran porte son Lleida, Girona, Barcelona y Navarra.
España cuenta con biomasa arbórea por un total de 683 millones de metros cúbicos. Navarra es la provincia con mayor cantidad de biomasa arbórea, seguida por A Coruña, Asturias, Lugo y Lleida.
Las especies con mayor presencia en nuestros bosques son la encina, el roble negro, el eucalipto, el alcornoque, el haya, el castaño y el pino.
Entre los más de 7.000 millones de árboles con los que contamos en nuestro país destaca El Patriarca, el árbol más antiguo de Europa. Se encuentra en el Parque Nacional del Teide, en Tenerife, y la prueba de carbono 14 le atribuye una antigüedad de casi 1.500 años.
En Chile, encontramos el árbol más antiguo del mundo, el Gran Abuelo. Se trata de un alerce de 5.400 años, que continúa cumpliendo años en el Parque Nacional Alerce Costero.
Si queremos visitar el árbol más alto, tendremos que viajar a Galicia. O Avó de Chavín (el abuelo de Chavín) mide casi 66 metros y se alza en Viveiro. Se trata de un eucalipto y se cree que tiene más de 130 años.
Más allá de nuestras fronteras, encontramos el árbol más alto del mundo en California (Estados Unidos). El Parque Nacional Redwood acoge esta secuoya de 116,07 metros de altura llamada Hyperion. Fue descubierto en 2006 y se estima que tiene entre 400 y 600 años de antigüedad
Los bosques son fundamentales para eliminar el CO2 de nuestra atmósfera. Se calcula que, al año, los bosques absorben 1,5 veces las emisiones de CO2 de EE. UU., unos 7.600 millones de toneladas. Además, tienen una función regulatoria del clima: establecen paisajes con una mayor resiliencia.
Entre otras funciones, equilibran los flujos del agua, mejoran y mantienen el suelo para la agricultura. También suponen una barrera frente a fenómenos meteorológicos extremos o el aumento del nivel del mar y consolidan los corredores migratorios para la flora y la fauna. En resumen, los bosques son una herramienta única para enfrentarnos al cambio climático.