El Día de la Educación Financiera cumple en España su décimo aniversario. Desde su inicio, el Banco de España ha impulsado numerosas iniciativas, con el acompañamiento de otras instituciones, para concienciar de la importancia de contar con conocimientos económicos que nos ayuden a ser ciudadanos de pleno derecho.
Es necesario incorporar estos conocimientos a edades tempranas, para ir acumulando capacidades a lo largo de nuestra vida y afrontar las finanzas con responsabilidad.
En la actualidad, los niños tienen acceso al dinero y al uso de servicios financieros digitales cada vez más pronto. Por eso, hay que darles la posibilidad de conocer conceptos y principios económicos con el objetivo de que adquieran buenos hábitos financieros y encaren el futuro con responsabilidad.
En este artículo, recogemos las principales habilidades digitales que son necesarias en la infancia y en la adolescencia, siguiendo el Marco de competencias financieras básicas para niños y jóvenes propuesto por la Comisión Europea y la OCDE en 2023.
Uno de los hitos a esas edades es comprender que coexisten varios tipos de dinero: billetes, monedas y también dinero en formato electrónico.
Es conveniente que descubran que existen distintos métodos de pago y transferencia de dinero (no solo efectivo, sino pagos digitales o compras dentro de videojuegos).
Otro ámbito de importancia es la protección de datos: se recomienda ofrecer a los niños ejemplos de datos personales básicos y hablar de la necesidad de proteger y compartir nuestros datos financieros con precaución, conscientes de los riesgos asociados, como el robo de identidad o suplantación.
En esta línea, se aconseja presentar a los niños elementos de seguridad sencillos, como contraseñas, huellas dactilares o códigos PIN, y herramientas para prevenir riesgos.
Otra cuestión destacada es reconocer la publicidad financiera, especialmente en el contexto online (redes sociales) y comprender su efecto en nuestra toma de decisiones.
En esta franja de edad, es fundamental ir introduciendo conceptos básicos para ir ampliándolos a medida que vayan asentando su aprendizaje.
Es el momento adecuado para acompañarlos en la comparativa en diferentes establecimientos y canales, también compras online en sitios seguros, así como en el rechazo de ofertas de productos/servicios no necesarios, no deseados o no satisfactorios, incluidos anuncios online, ventanas emergentes o influencers.
A esa edad también está indicado analizar los beneficios, inconvenientes y riesgos de los pagos digitales. La vinculación de contratos, también en su versión digital, es otro asunto de importancia.
Otra competencia es el conocimiento de herramientas digitales para fomentar el ahorro. En esta etapa, es fundamental comprender el concepto de gamificación y su impacto en nuestras decisiones financieras.
La protección de los consumidores también en canales digitales es otro reto, por ejemplo, profundizar en la protección de datos de consumidores financieros.
Los jóvenes han de asumir las consecuencias y riesgos de revelar datos personales, ya sea en el mundo offline como en el online, mientras aprenden estrategias de protección (como la creación de contraseñas fuertes, el uso de distintas contraseñas o el cambio periódico de contraseñas) para esquivar engaños como el phishing, el vishing y otros fraudes.
Finalmente, se recomienda que los niños sean capaces de identificar la publicidad, aunque no se presente como tal (influencers), de entender que algunos anuncios en redes sociales buscan sacar partido de ciertas emociones y patrones de conducta, y de ahondar en la profesión de influencer (entendiendo sus dinámicas y su modelo de negocio).
Los jóvenes de estas edades deben empezar a manejar aplicaciones financieras sencillas y seguras, y comparadores online de confianza que ofrezcan valoraciones de precio, calidad, experiencia o condiciones de servicio para elegir sus productos financieros.
En esta línea, deben adquirir la competencia de saber si el proveedor de servicios financieros está regulado por leyes nacionales y autoridades competentes, ya opere física o digitalmente.
Otro objetivo es la comprensión de los criptoactivos y sus riesgos. Es adecuado conocer la regulación vigente y los riesgos de las inversiones sin regulación. De igual manera, se ha de conocer el concepto de gamificación y sus consecuencias, tan comunes en plataformas de inversión de criptoactivos, entre otros.
Se recomienda continuar con la adquisición de competencias en el área de protección de datos, conociendo la existencia y el papel de las autoridades que velan por su protección, además de comprender para qué usan los proveedores de servicios financieros esta información (personalización de ofertas financieras o identificación de patrones).
Los jóvenes también deben saber que existe asesoramiento online para sus finanzas, así como asesores especializados en finanzas digitales.
El pago de impuestos es otro asunto que deben conocer, así como la disponibilidad de recursos para su pago online.
Los jóvenes también tienen que ser conscientes de que, en los productos y servicios financieros anunciados online, existen estrategias comerciales para provocar ciertos comportamientos en los consumidores.
Por ejemplo, es aconsejable que sepan que su huella digital es usada por empresas (incluso a través de Inteligencia Artificial) para personalizar publicidad financiera online.
El desarrollo de un pensamiento crítico financiero independiente en los jóvenes los ayudará a resistir a presiones externas.
La adquisición de estas competencias tiene cuatro propósitos:
- Ser capaz de gestionar el dinero de forma eficaz a corto y largo plazo. Ahorrar de manera segura, elaborar y gestionar presupuestos, ingresos y gastos, son destrezas que se incluyen bajo el paraguas de este objetivo.
- Ser capaz de tomar decisiones financieras acertadas e informadas, ser consciente de sus consecuencias y saber dónde encontrar ayuda. En este reto se engloba poder actuar con confianza, saber buscar ayuda cuando es necesario y actuar con responsabilidad de cara al futuro.
- Tener una comprensión básica del contexto económico y financiero. Se busca garantizar que niños y jóvenes estén familiarizados con los principales productos y servicios financieros, así como con el papel de los principales organismos del sistema económico y financiero (incluidos los aspectos fiscales).
- Asegurar que los niños y jóvenes tengan la educación financiera que los ayude a tomar en el futuro decisiones financieras personales relevantes.
Está en manos de educadores, familias, administraciones, instituciones y entidades impulsar iniciativas que alcancen estos objetivos, fomentando la adquisición de conocimientos, habilidades y hábitos que consoliden la educación financiera de los adultos del futuro.