“En tiempos de sobreinformación, la creatividad desaparece”. Así definía el neuropsicólogo Andrey Kurpatov algunos de los efectos de la sobrecarga de información durante el último Foro Económico Mundial de Davos. Lo que no preveía el experto es la capacidad de los ciberdelincuentes para idear nuevas formas de atacar a sus víctimas. Una creatividad que se ha disparado en medio de la pandemia del coronavirus, cuando ciudadanos y empresas demandan más información de la habitual.
En las últimas semanas han comenzado a proliferar ciberataques relacionados con la crisis del coronavirus. Lo cierto es que el escenario es propicio para este tipo de delincuencia: el consumo de internet se ha disparado, con incrementos de tráfico cercanos al 40%, al igual que el teletrabajo.
La elevada demanda de información sobre la pandemia por parte de ciudadanos y profesionales ha abierto nuevas oportunidades para los ciberdelincuentes. Mientras que algunos han prometido no actuar en ciertos casos mientras dure la pandemia, otros han decidido aprovechar la situación para difundir sus ataques. En cualquier caso, nunca se debe bajar la guardia ante la posibilidad de ser uno de sus objetivos. Y menos en una situación tan excepcional como la actual.