Algunas empresas han creado clubs de running para fomentar la carrera entre sus empleados. Los trabajadores pueden inscribirse y conseguir una serie de ventajas. Los clubs ofrecen rutinas de entrenamiento (en muchos de ellos se proponen dos turnos para correr: al mediodía y al finalizar la jornada laboral) y otros servicios como entrenadores, consejos de nutrición y descuentos en la compra de materiales. También ofrecen un acceso más económico a determinadas instalaciones deportivas. Los fines de semana, los corredores de estos clubs tienen la posibilidad de participar conjuntamente en competiciones como, por ejemplo, la Carrera de las Empresas de Madrid, entre otras.
Pero no todas las iniciativas relacionadas con el running laboral corren a cuenta del empresario. Muchas veces son los trabajadores los que crean grupos para practicar deporte cuando finalizan su jornada laboral. La responsabilidad personal que acarrea formar parte de uno de estos equipos les hace más disciplinados y comprometidos. Algunos de estos grupos informales surgen para recaudar dinero y dar visibilidad social a favor de algunas causas solidarias.
El running también es el protagonista de las actividades de construcción de equipos de las empresas. Se trata de experiencias que tienen como objetivo estrechar los vínculos entre los trabajadores. Estas actividades se organizan fuera del entorno laboral habitual y ayudan a los miembros de una compañía a establecer relaciones y sinergias que después les ayudarán a mejorar su rendimiento dentro de la empresa y su sentimiento de pertenencia al grupo.
Algunas acciones especialmente interesantes fusionan los conceptos de solidaridad, compromiso social y construcción de equipos. Es el caso del llamado Challenge Interempresas, que organiza desde hace 7 años la ONG Acción contra el Hambre con la colaboración de la Obra Social “la Caixa”. La iniciativa tiene como objetivo luchar contra la desnutrición infantil en el ámbito mundial incentivando la colaboración entre las personas y fomentando la salud y el deporte. Cuando participa en esta construcción de equipos en forma de competición, cada empresa entrega 10 euros a la ONG por cada kilómetro recorrido y por cada uno de los trabajadores que se inscriben. Esta pequeña aportación hace posible que un niño con desnutrición aguda reciba 10 días de tratamiento nutricional terapéutico. El Challenge recorre puntualmente varias ciudades de la península como Barcelona, Valencia o Madrid.
Mediante el apoyo a otras muchas carreras populares de este tipo, CaixaBank también genera entre sus empleados un sentimiento de pertenencia y fomenta hábitos saludables. Más de 11.000 trabajadores se han inscrito en el programa #RunnersCaixaBank y la entidad ha patrocinado 47 carreras populares de este tipo en España durante 2018, siempre en colaboración con el territorio de influencia.