Según las Naciones Unidas, en 2050 la población mundial crecerá más del 30%, hasta alcanzar los 9.700 millones de ciudadanos. Durante los últimos años, los recursos naturales del planeta se han usado de forma intensiva para poder abastecer a todo el mundo, lo cual puede provocar que, en un futuro, este modelo quede obsoleto. Para hacer frente a este nuevo reto y mejorar la eficiencia de los recursos, la Unión Europea propone diversas soluciones como la economía circular. Pero, ¿de qué se trata?
Es un concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad y el medio ambiente y quiere revolucionar el sistema de producción y consumo. Su objetivo es mantener la utilidad y el valor de los recursos el mayor tiempo posible para reducir al mínimo la generación de residuos y optimizar los stocks. De esta forma se minimizarían los peligros que acechan a los ecosistemas y a la salud humana y se fomentaría un uso más eficiente de los recursos. El resultado, según la Comisión Europea, sería la creación de una «sociedad del reciclado».
Según la Fundación para la Economía Circular, se trataría de crear una nueva economía con un sistema circular, basado en el principio de «cerrar el ciclo de vida» de los recursos. Este proceso se puede ejecutar a través de dos vías: crear productos biodegradables y dar otro uso a los materiales que no se pueden reciclar, como por ejemplo los móviles. Así pues, la cultura que empleamos actualmente del «usar y tirar» sería substituida por la «cultura del retorno».
El nuevo paradigma aparece en un momento en que el sistema lineal –extracción, fabricación, utilización y eliminación– está llegando a unos niveles que pueden provocar el agotamiento de una serie de recursos naturales y combustibles fósiles. ¿Y cuáles son los beneficios de este sistema? Las ganancias no son solo ambientales, sino que la economía circular también repercute en el crecimiento económico y la creación de empleo.
Aunque todavía no se ha elaborado ni consensuado una metodología, España está desarrollando una Estrategia de Economía Circular en línea con la europea, que se elaborará en coordinación con todas las administraciones competentes.
No hay duda de que para garantizar la buena salud de nuestro planeta se debe trabajar conjuntamente, no solo desde la Administración pública. CaixaBank implanta año tras año iniciativas para eludir el impacto que pueda provocar su actividad al medio ambiente, como por ejemplo la reducción del consumo de papel gracias a la digitalización, uso de papel reciclado, recogida selectiva de residuos, diseño ecoeficiente de las nuevas edificaciones y fomento de la videoconferencia.
Si quieres saber más sobre la economía circular y conocer casos prácticos de empresas que crean soluciones sostenibles aplicando la innovación, visita http://www.laboratorioecoinnovacion.com/, un proyecto de la Obra Social ”la Caixa” y la Fundación Fórum Ambiental.