El Informe España 2020 de la Universidad Pontificia de Comillas asegura que más del 21 % de los españoles siente aislamiento social y que el 21,1 % carece de un grupo de amigos.
Por este motivo, se han empezado a desarrollar productos y servicios dirigidos a estas personas:
Acompañamiento: del acompañamiento de mayores hasta servicios de salud mental online. También existen apps exclusivas para singles para conectar con personas conocidas y desconocidas, así como productos turísticos (cruceros, excursiones y actividades) para solteros. En Estados Unidos, la plataforma RentAFriend te ofrece la posibilidad de ‘alquilar’ un amigo, por ejemplo.
Mascotas: las mascotas también son acompañantes de personas que viven solas. En España hemos vivido un boom en las últimas décadas en este ámbito. La Vanguardia apunta que “España alcanzó en el 2019 —último año para el que hay datos— la cifra más elevada de animales de compañía desde que existen registros, con unos 28 millones”. El negocio alrededor de los animales de compañía (alimentos, veterinarios, adiestradores, paseadores, negocios pet friendly, juguetes y complementos) ha aumentado a la par.
Asimismo, se ofrecen soluciones para personas que no pueden o no quieren hacerse cargo de un ser vivo con las responsabilidades que conlleva. Por un lado, a partir de la inteligencia artificial y la robótica se han desarrollado multitud de mascotas virtuales y robóticas para acompañar a personas solas y, en algunos casos, hasta monitorizarlas en lo relativo a su salud y bienestar.
Por otra parte, también han surgido negocios donde puedes interactuar con una mascota con un fin terapéutico: en varias ciudades de España ya existen cafeterías donde puedes acariciar gatos.
Servicios a domicilio: hay que tener en cuenta que en España casi la mitad de los hogares unipersonales corresponden a personas de 65 años o más, con lo que la atención sanitaria y sus cuidados son otra área de negocio que va a desarrollarse en los próximos años para ofrecer cobertura a estas personas, especialmente incluyendo servicios a domicilio.
Al coste económico directo hay que añadir el coste emocional y físico. La soledad también impacta de manera negativa en la salud. Estudios de la Universidad de Chicago indican que sentirse solo puede aumentar hasta en un 14 % el riesgo de muerte prematura. Desórdenes del sueño, patologías cardiovasculares, demencia o depresión son algunas de las consecuencias.