ECONOMÍA

La economía detrás del mercado del diamante

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La economía detrás del mercado del diamante
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Bankia

02 Mayo, 2019


El Proceso Kimberley, además de garantizar la calidad y legalidad de los diamantes, promueve la transparencia financiera, acerca los mineros artesanales a los inversores y compradores, fomenta la seguridad y la salud de los trabajadores y disminuye los impactos en el medioambiente.

Amberes, la ciudad del diamante

En el distrito Diamond Square Mile, de un kilómetro cuadrado de extensión, se esconden 1.700 empresas dedicadas en exclusiva a los diamantes.

Este negocio tan protegido y querido en la región mueve al año más de 40.000 millones de euros y 200 millones de quilates. Los diamantes, desde brutos hasta pulidos, suponen el 8% de las exportaciones de Bélgica.

Debido a la cantidad de dinero que se mueve en las calles de Diamond Square Mile, la seguridad es algo que no pasa por alto. Los compradores o curiosos solo pueden acceder a pie y una vez allí, los policías, militares, barreras, sistemas infrarrojos y cámaras de seguridad, custodian cada uno de los rincones del barrio más brillante del mundo. Y es que no es para menos, ya que el 85% de los diamantes en bruto y la mitad de los pulidos, descansan en los 1.700 negocios del distrito.

Amberes fue una de las primeras ciudades en implantar el Proceso Kimberley. En el barrio de los diamantes se encuentra la Oficina de Diamantes, las aduanas que regulan su entrada y salida de las fronteras de Diamond Square Mile. Por su funcionamiento y buenas prácticas se considera un ejemplo para el resto de países, que consideran a Amberes el centro de diamantes más puro del mundo.

La calidad de un diamante se representa en sus cuatro ces, por su nomenclatura en inglés: carat (peso o quilates), colour (color), clarity (pureza) y cut (talla). El Ayuntamiento de Amberes incluye una nueva ‘c’: la de confianza.

Diamantes sintéticos

A los diamantes naturales les ha salido un competidor: el diamante sintético. No es algo actual, sino que desde 1954 se empezó a crear el mineral de manera artificial, como indica el IGE. De Beers, la compañía vendedora de diamantes más grande del mundo, ya incluye en su catálogo los diamantes sintéticos.

Su calidad ha alcanzado niveles tan altos que incluso a los expertos les cuesta diferenciarlos de los que crecen en las profundidades de la tierra. Además, China se ha subido a este tren y se estima que su producción se mueve entre los 160.000 y los 200.000 quilates de diamante con calidad de gema al mes.

Morgan Stanley ha estipulado que para 2020 la venta de los diamantes sintéticos va a suponer desde un 7,5 a un 15% de las ventas globales, por lo que podrían cambiar el mercado.

La Unión Europea y la legalidad de los minerales

Más allá de los diamantes, existen otros minerales que también se someten la recolección ilegal. Por ello, la Unión Europea ha desarrollado el Reglamento de minerales conflictivos que entrará en vigor el 1 de enero de 2021. Sin embargo, esta ley solo regula el comercio de estaño, tántalo, tungsteno y oro.

La UE solo cubre estos cuatro minerales, ya que son los que con mayor frecuencia están asociados a los conflictos bélicos y abusos de los derechos humanos. Esta regulación solo se aplica a las empresas con sede en la Unión Europea, que han de informar del lugar de extracción, así como de las empresas con las que trabajan. De esta manera, la UE se asegura que los negocios que no forman parte de ella también cumplen las leyes para obtener los minerales de manera legal y que esas organizaciones no financian zonas de conflicto bélico.

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