Los de Pesic sufrieron hasta el último momento tras disputar una de las finales de la Copa del Rey más igualadas de los últimos años. El Real Madrid llegó a colocarse por delante en la prórroga e incluso soñaron con levantar el trofeo, pero un tapón ilegal de los blancos propició que los culés se marchen a la ciudad Condal con su segunda Copa consecutiva.
El Barça Lassa se corona y convierte en Rey de su Copa
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CaixaBank
18 Febrero, 2019
En el baloncesto no se puede dar nada por sentado. Cada segundo cuenta y puede decantar cualquier resultado. Así de literal se puede entender la última acción de la gran Final de 2019, con un lanzamiento lejano de Sergio Llull que evitó la canasta. Era el último segundo tras la decisión arbitral de otorgar dos puntos que colocaban al Barça por delante tras un tapón ilegal del Real Madrid cuando ya se veían campeones. Heurtel lideró a su equipo y los blaugranas se destaparon como un conjunto más aguerrido inclusive que en la anterior edición de Copa. El Real Madrid devoró al Barça en el tercer cuarto pero perdió intensidad en el tramo final del partido. Llull logró la heroica con una canasta al término del partido que forzaba el tiempo añadido. Pero la prórroga fue otra cosa, un periodo en el que los dos equipos se trataron con contundencia y no frenaron su ímpetu y deseo de llevarse el partido. El WiZink Center fue testigo de un escenario único, reflejo del mejor baloncesto. Madrid ha sido el escenario de esta Copa, el Barça su campeón y Heurtel el MVP con 22 puntos y 22 de valoración.
Igualdad hasta el descanso y nombres propios como los de Thomas Heurtel, el mejor jugador del partido
El partido arrancó con un ambiente ampliamente madridista. Los Berserkers guiaron los cánticos y apretaron cuando su equipo más lo demandaba. El Barça Lassa se mostró impecable, titánico en el primer cuarto y seguro en el perímetro. El rebote ofensivo es la marca personal del serbio Svetislav Pesic, que encontró en la fortaleza de Tomic y Claver la pauta necesaria para doblegar al Real Madrid. Los blancos tuvieron que convencerse, creer en su potencial y resarcir la dinámica de los primeros minutos para escudarse en Sergio Llul. El balear no estaba seguro para la Copa, de hecho muchos dudaban sobre si estaría a pleno rendimiento. Pablo Laso optó por nutrirle de minutos en el primer encuentro ante Movistar Estudiantes y en semifinales ante Divina Seguros Joventut. No estuvo al cien por cien, de hecho no jugó más de diez minutos por duelo. Pero la gran Final 2019 era otra cosa, partidos grandes que están preparados para jugadores de un nivel como el suyo, y no decepcionó. La primera parte terminó con seis puntos, el segundo máximo anotador tras su compañero Ayón. Los blaugranas sólo tuvieron un dominio claro en el primer cuarto, el mismo que inauguró Tomic con la primera canasta del partido, el mejor hasta el descanso de su equipo. Hasta 11 puntos llegaron a marcharse por delante, factor que permitió a los de Pesic vivir de esa ventaja en los momentos de mayor arreón blanco al filo del descanso. Gustavo Ayón seguía imparable, el mejor jugador madridista en las dos primeras citas y también en esta primera parte.
Sergio Llul lidera al Real Madrid y provoca la ventaja de 11 puntos, la más alta de la Final de la Copa
La segunda mitad continuó con el mismo guión que habían escrito los blancos en el segundo periodo. Intratables los madridistas, feroces en el rebote y lanzados en cada canasta. El Barça Lassa atendía atónito a una exhibición que pocas veces se repite de este modo. Rudy enfocó su muñeca, Ayón coronaba el juego defensivo y también el paquete de puntos que llegaba con 12. Sólo Anthony Randolph le discutía en ese apartado con 11. Svetilav Pesic intentó recomponer su dibujo, ordenó más lanzamientos de dos y el Barça dejó de insistir en el tiro exterior. Algo que sí aprovechó el Real Madrid, superior en el rebote defensivo. Eclipsar al Lassa en ese sentido tiene mucho mérito. Los madridistas se marcharon al último cuarto con una ventaja de 14 puntos. En ese momento, al unísono, el WiZink jaleaba cánticos de “Hala Madrid” y los seguidores culés, ubicados en uno de los laterales del pabellón, enmudecían a la espera de una reacción que necesitaba su equipo para evitar una mayor sangría.
Pangos era el jugador barcelonista más destacado con nueve puntos, insuficiente hasta el momento. Y en ese clima de tensión, reflejo de la intensidad que se vive en este tipo de eventos, Pesic fue amenazado por el árbitro con señalarle la falta técnica. El serbio protestaba todo, se enfadaba con sus jugadores y se quedaba pensativo, analítico, tramando algún tipo de alternativa que diera oxigeno al equipo. Cuando mejor se presentaba el Barça Lassa llegó la canasta del talismán blanco. Ese nombre que los aficionados blancos jalean como un grito de guerra: “Llull, Llull, Llull”. El ’23’ anotó el triple que volvía situar a su equipo a cuatro puntos por encima. Entonces restaban cuatro minutos para el final. Cuatro minutos para la gloria y la posibilidad de vengar la final del 2018. Con acento francés, Causeur firmó 14 puntos a sólo dos minutos y Heurtel se posicionaba como el máximo anotador del partido con 20.
El Real Madrid llega a la prórroga tras una acción heroica del '23' blanco, el renacido para la Final de Copa
El ’13’ blaugrana no sólo recuperó el aliento para su equipo sino que volvió a ser el mejor jugador, el gran revulsivo, el eje y el timón. Único para adentrarse entre la cordillera que formaban Tavares, Randolph y Ayón. Los culés recuperaban la sonrisa, se ponían tres puntos por delante en el último minuto y Pablo Laso resistía. Llull se negaba a perder otra final ante el enemigo, el gran rival. Ayón quería reivindicar a los suyos tras firmar un campeonato sensacional. Pero Singleton discrepaba, Hanga lo intentaba de tres y Tomic cazaba el rebote. Sergi Llull volvía a amenazar desde el perímetro. Máxima tensión e igualdad para conocer al rey. La falta sobre el balear otorgaba tres tiros libres para Campazzo, que fallaba el último, el que suponía el empate y forzaba la prórroga. Claver anotaba un tiro libre y Laso tenía sólo cuatro segundos para igualar o adelantar al Barça, la última opción. Y llegó el ensayo, la jugada del eterno ’23’ blanco. Sergi Llul, el héroe, el ‘renacido’ tras superar su lesión semanas previas a la Copa del Rey. Una canasta salvadora que volvía a poner a 77 ambos equipos. Todos abrazaban al mallorquín y llegaba la prórroga, la primera de todo el campeonato.
El vídeo arbitraje le otorga dos puntos al Barça Lassa que le proclaman campeón de la Copa del Rey por segundo año consecutivo. Sergio Llul lo intentó en el último segundo pero el balón no entró
Los cinco minutos extras encuadraron a un Real Madrid más calmado desde el inicio, liderando la situación y el partido. El Barça apostó por Claver y Tomic junto a Heurtel, Singleton y Kuric. Jugadores más altos para contraponer a Tavares y Randolph. Igualdad en el marcador e intensidad. Cualquier error podía decantar la balanza, eso pensaban Pablo Laso y Svetilav Pesic. Pero llegaría el lanzamiento de tres de Llull, el rebote para el Barça y el mate de un viejo conocido en el WiZink, Ante Tomic. Los culés se situaban a tres puntos por delante y el Real Madrid planteaba otra estrategia. Ahí irrumpía Anthony Randolph con un triple, dos puntos de distancia y la penetración posterior de Carrol que anotaba también el adicional. El Real Madrid había conseguido volver a superar por un punto al Barça a sólo cuatro segundos. Y un tapón de Randolph, con vídeo arbitraje incluido daba dos puntos a los de Pesic por considerar ilegal la acción. Llul volvía a intentarlo desde lejos pero el balón se mostró reticente en esta ocasión. Ganó el Barça 93-94 por segundo año consecutivo en una final que pasará a la historia del baloncesto español y de la Copa del Rey. Thomas Heurtel fue declarado MVP y los madridistas tendrán que esperar otro año para vengarse.
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