El informe que presentó el pasado 8 de octubre el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) alerta de que limitar la subida de temperaturas en el planeta a 1,5 grados centígrados es una necesidad absoluta para conservar el medio ambiente, evitar la extinción de especies o reducir la subida del nivel del mar. Si el Acuerdo del Clima de París de 2015 estableció la barrera en 2 grados, el IPCC va más allá y reduce medio grado el límite con el objetivo de reducir los efectos del calentamiento global sobre los ecosistemas y la vida en el planeta.
“Mantener el calentamiento global en un nivel inferior a 1,5 grados en vez de 2 será muy difícil, pero no es imposible”, manifestó el presidente del IPCC Hoesung Lee durante la presentación del informe, que tuvo lugar en Incheon (Corea del Sur). El informe señala que hacerlo “requerirá cambios rápidos, de amplio alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad”, que van desde el consumo de energía hasta la planificación urbana y terrestre, pasando, naturalmente, por los recortes de emisiones.
En efecto, los actuales compromisos del Acuerdo de París no bastan para alcanzar la nueva meta de 1,5 ºC. El IPCC avisa de que “no se lograría un clima estable ni siquiera haciendo esfuerzos suplementarios de acción climática a partir del 2030”, y que evitar el exceso de emisiones sin recurrir a los sistemas de capturas de carbono “solo puede conseguirse si las emisiones globales empiezan a disminuir mucho antes del 2030”.