Las personas que ocupan puestos de liderazgo y que comparten su experiencia saben que lo que están haciendo, en realidad, es una inversión. Transmitir buenas prácticas, compartir retos (y sus soluciones) o promover el networking entre los aspirantes a líderes es la mejor manera que existe de apoyar el crecimiento de los profesionales, así como su confianza y dotes de liderazgo.
En un contexto como el actual, en el que la emergencia sanitaria por la pandemia de la COVID-19 pone a prueba a instituciones, empresas y sociedad civil, es más importante que nunca promover el talento y acompañar a los futuros líderes. Ellos serán los encargados de llevar el timón en unos tiempos que se presentan inciertos. Por eso, invertir en su desarrollo cobra ahora más sentido que nunca.
La cuestión es: ¿cómo realizar esa inversión cuando el número de aspirantes multiplica el de líderes? ¿Cómo puede aconsejar una sola persona a tanta gente cuando, además, el tiempo para hacerlo es limitado? ¿Cómo reservar un hueco para esta labor en una agenda ya de por sí apretada? Parece una misión imposible. Sin embargo, a Geraldine Laybourne, fundadora y antigua CEO de Oxygen Media, se le ocurrió que la manera de hacerlo era conectar con varias aspirantes a la vez. Tal fue el éxito de su iniciativa, que hoy la practican líderes y aspirantes de todo el mundo.