Esta nueva categoría incluye dos tipos de índices de referencia financieros de bajo impacto carbónico: por una parte, un índice de referencia de la transición climática, cuyo objetivo es reducir la huella de carbono de una cartera de inversión estándar. Por otra parte, un índice de referencia especial que armoniza las carteras de inversión al objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales.
El acuerdo prevé la obligatoriedad de que todos los índices contengan información sobre cómo se incorporan en su estrategia de inversión los factores medioambientales, sociales y de gobernanza, y también sobre cómo se aplica la metodología al objetivo último de reducir las emisiones de carbono. La normativa contribuye de esta manera, asegura la Comisión Europea, a los objetivos de la Unión de Mercados de Capitales (UMC) de ligar las finanzas a las necesidades de la economía y la agenda de la UE para el desarrollo sostenible.
La importancia de estos índices de referencia radica en el gran impacto que tienen sobre los flujos de inversión, ya que, tal y como también explica la Comisión, muchos inversores confían en ellos para generar sus productos de inversión, cuantificar la rentabilidad de estos productos, y establecer estrategias de asignación de activos.
En este sentido, Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea, ha asegurado que «gracias a este acuerdo, los inversores dispondrán de dos índices de referencia fidedignos para aplicar sus ambiciosas estrategias en materia de cambio climático. Es un hito del plan de acción de la Comisión para financiar el crecimiento sostenible al participar en la reorientación de los flujos de capital hacia la inversión sostenible». Por su parte, Jyrki Katainen, vicepresidente responsable de Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, se ha mostrado «satisfecho con el acuerdo alcanzado, que demuestra que nuestra agenda de finanzas sostenibles y su objetivo de crear una Unión de los Mercados de Capitales más sólida pueden trabajar codo con codo».
El acuerdo se encuentra pendiente de su aprobación formal por el Parlamento Europeo y el Consejo, y también abarca otras dos propuestas:
- Establecer un sistema de clasificación de la UE unificado («taxonomía») de las actividades económicas sostenibles.
- Mejorar los requisitos de divulgación relacionados con los riesgos y las oportunidades de sostenibilidad.
La Comisión Europea confía en alcanzar un acuerdo definitivo antes de que finalice el actual mandato.