El mercado laboral actual comienza a incorporar a la Generación Z, jóvenes nacidos entre 1997 y 2012, que, con sus preferencias y expectativas laborales, están dando un giro a lo establecido en el empleo.
Los mismos que vieron a sus familiares perder sus trabajos con la crisis de 2008, que pasaron su adolescencia confinados por una pandemia mundial y que están siendo testigos de cómo los puestos de trabajo combinan formatos híbridos y remotos con la presencialidad, conformarán en 2030 el 30% de la fuerza de trabajo en todo el mundo.
Partiendo del informe de la National Society of High School Scholars (NSHSS), veamos cómo han evolucionado las inquietudes profesionales de esta generación.
La pandemia del COVID-19, además de la creciente preocupación por la sostenibilidad, la estabilidad laboral y el bienestar social, ha influido en las preferencias de la Generación Z, que elige el sector de la salud como uno de los favoritos para desarrollarse profesionalmente.
Por ejemplo, el estudio muestra que dos centros sanitarios de Estados Unidos, el St. Jude Children’s Research Hospital y la Clínica Mayo, son dos de los lugares más demandados para trabajar por la Generación Z.
Paralelamente, los trabajos en la Administración también se cotizan entre la Generación Z. El informe revela que entidades gubernamentales como el FBI, la NASA y el CDC se encuentran entre los empleadores favoritos de los jóvenes.
Este interés responde, en parte, a la estabilidad que ofrecen estos empleos, frente a la incertidumbre de otros sectores.
Para los millennials, los gigantes de Silicon Valley eran el objeto de deseo desde un punto de vista profesional. Trabajar en empresas como Google o Amazon no solo implicaba un salario competitivo, sino también un entorno laboral dinámico, la aspiración de cualquier miembro de esa generación.
Sin embargo, para la Generación Z las compañías tecnológicas apenas despiertan interés debido, entre otras cosas, al impacto ético y social de este sector. Solo la Inteligencia Artificial (IA) se sitúa como una preferencia dentro de este ámbito para este grupo de población.
La Generación Z no solo busca estabilidad en sus preferencias, sino también emprender un negocio propio.
Detrás de esta tendencia está un deseo de independencia y una voluntad de realización personal, frente a las ataduras y riesgos del empleo tradicional.
La idea de alcanzar sus sueños por sí mismos, respetando su estilo de vida y sus valores éticos, moldea la visión de esta generación, que busca alternar un empleo estable con un proyecto personal, para, cuando este ofrezca la estabilidad necesaria, centrarse en el emprendimiento.
Teniendo en cuenta los sectores que más convencen a los jóvenes, veamos cuáles son sus principales exigencias a la hora de elegir un empleo:
- Un trabajo estable: una generación que ha vivido sucesivas crisis, desde la del 2008 hasta las consecuencias de la pandemia y la guerra de Ucrania, tiene muy presente la incertidumbre económica y laboral.
A este historial se suman transformaciones como la digitalización, que está poniendo en jaque empleos tradicionalmente estables. Sin embargo, la Generación Z ve el futuro con buenos ojos: casi un tercio se muestra optimista sobre la evolución de la economía, según la Encuesta Global 2024 a Millennials y Generación Z elaborada por la consultora Deloitte. En contraposición, el mismo informe muestra incertidumbre entre la Generación Z respecto a sus finanzas personales y a la situación social.
- Compromiso social y ético: las convicciones de la Generación Z también afectan a su elección de empleo. El impacto de su trabajo directo y el de su empresa en general debe estar en línea con sus valores. Por ejemplo, el informe de Deloitte apunta a la sostenibilidad como una de las principales inquietudes para esta generación. Seis de cada diez personas aseguran haberse preocupado por el medioambiente en el último mes. En este sentido, son especialmente críticos con el greenwashing.
- Conexión con su empleador: la Generación Z busca conectar con la compañía con la que trabaja a través de una cultura corporativa sana y que fomente el bienestar. Como hemos indicado, las experiencias vividas de manera vicaria a través de generaciones anteriores han abierto una brecha entre estos jóvenes y las empresas.El 40% de los miembros de la Generación Z admiten que no se sienten comprendidos por sus jefes, señala Randstad en su informe Randstad Workmonitor 2024. Según InfoJobs, las empresas consideran que los miembros de la Generación Z son “poco proclives a trabajar en equipo” o participar en “actividades colectivas”, destacando el individualismo de los jóvenes en detrimento de la vinculación y el compromiso con la empresa.
El 61% de los jóvenes también reclama transparencia de salarios y condiciones, mientras que el 54% pide su inclusión en los procesos de selección, según Infojobs. El 61% de la Generación Z, además, aboga por la igualdad de género en la empresa y la conciliación.
- Conciliación y flexibilidad: formatos en remoto o híbridos, además de flexibilidad de horarios y facilidades de conciliación, son algunos de los requisitos de la Generación Z a la hora de elegir un empleo. Para Randstad, el 45% de los miembros de esta generación se decanta por el teletrabajo y el 51%, por la flexibilidad horaria. Si hablamos de horas extras, el 67% de las empresas cree que la Generación Z tiene menos predisposición a hacerlas, mientras que el 42% de los jóvenes muestra su voluntad de asumirlas.
- Espacio para la innovación y creatividad: aunque tradicionalmente ha sido la tecnología el espacio para el desarrollo de estos valores, la Generación Z está ampliando su aplicación a otro tipo de empleos y ámbitos. No solo a través de competencias digitales, sino en lo que se refiere a nuevas ideas y formas de trabajar.