Aunque de manera oficial Jeddah Tower será el edificio más alto del mundo, Dubái se resiste a ceder el trono que hoy ocupa con su Burj Khalifa. De hecho, actualmente su suelo alberga ya la construcción de otro coloso que podría amenazar el récord al que aspira Jeddah Tower.
Dubai Creek Tower es un proyecto de Santiago Calatrava cuya envergadura final será una incógnita prácticamente hasta el día en que se finalicen sus obras. Un hito que se espera para 2021. Lo único que se sabe por el momento es que será más alto que el Burj Khalifa. Esto quiere decir que medirá, como mínimo, 829 metros.
El por qué de tanto secretismo hay que buscarlo precisamente en la competición frenética de las ciudades por albergar el rascacielos más alto del planeta. Los promotores de Dubái Creek Tower no revelan la altura que alcanzará el edificio precisamente para evitar que otros se les adelanten en la carrera por erigir el techo del mundo.
Por el momento, el arquitecto responsable de los edificios Burj Khalifa y Jeddah Tower, Adrian Smith, sitúa los límites técnicos en altura a la hora de construir una de estas moles en una milla (1,6 kilómetros). Por su parte, los económicos se encontrarían en torno a un kilómetro, que es lo que alcanzará su coloso en Yeda, siempre que su construcción se llegue a completar. De hecho, considera que el negocio realmente está en las torres pequeñas más que en las grandes, ya que estas últimas rara vez constituyen una inversión rentable por sí solas.
¿Quién ganará la competición por ser el rascacielos más alto del mundo? ¿Veremos alguna vez finalizada la imponente Jeddah Tower? El tiempo dirá si se verá o no este impresionante coloso con forma de aguja convertido en realidad. Para entretener la espera, los habitantes de Yeda podrán disfrutar de su recién estrenado cine e incluso soñar que, dentro de pocos años, un gigantesco mono se abrazará al vértice de Jeddah Tower, el rascacielos más alto del mundo.