Monederos y colecciones numismáticas de todo el mundo tienen calderilla de todos los tamaños, pero hay monedas tan pequeñas que encontrarlas puede ser todo un reto. Las hay conmemorativas y también circulantes, pero todas tienen algo en común: unas dimensiones sorprendentemente reducidas.
Desde una moneda suiza con la cara de Einstein a la «pildorita» de 1901 de Panamá, se han acuñado monedas diminutas con pocos milímetros de diámetro. Tan pocos, que algunas deben ser observadas con lupa.
Desde mediados de 2024, una kuna croata se ha convertido en la moneda conmemorativa más pequeña del mundo. Así lo recoge el Libro Guinness de los récords: esta pieza en miniatura tiene tan solo 1,99 milímetros de diámetro.
Se han acuñado en total 199 unidades en oro, con un peso de 0,05 gramos. Es todo un logro porque no resulta fácil producir monedas tan pequeñas.
Cabe recordar que la moneda oficial de Croacia desde 2023 es el euro. La que conmemora esta pequeña pieza es la que circulaba antes de ese momento por su territorio.
Antes de que la kuna croata lograra su récord, una curiosa moneda suiza ocupaba ese mismo capítulo del Guinness. Se trataba de un cuarto de franco suizo acuñado en 2020, con un diámetro de 2,96 milímetros y un peso de 0,063 gramos.
Además de su reducido tamaño, esta moneda conmemorativa destaca por otra característica: en su cara aparece la icónica imagen del rostro de Albert Einstein mostrando su lengua.
Eso sí, distinguirla a simple vista no es tarea fácil. De hecho, la ceca suiza diseñó un embalaje especial para esta moneda que incluye una lupa para observarla.
De todas formas, esta moneda no ha salido por completo del Guinness tras la llegada de la kuna croata: una copia suya de 2,73 milímetros efectuada por un numismático serbio se considera la réplica más pequeña del mundo.
Fue en el siglo XIV cuando apareció en el sur de la India una moneda circulante increíblemente pequeña. Se trataba del fanam de oro del Imperio vijayanagara, una pieza que apenas pesaba 0,4 gramos. Su diámetro era de entre 5 y 7 milímetros.
Además de su reducido tamaño, esta moneda destacó por su longevidad: se acuñó ininterrumpidamente entre los siglos XIV y XIX.
Un país centroamericano tuvo en su día la moneda circulante más pequeña del mundo y también la más grande.
Panamá acuñó en 1904 una rara moneda por dos cuestiones: su valor (dos céntimos y medio) y su tamaño reducido (10 milímetros de diámetro). Esta pieza, habitual en los bolsillos de los panameños, fue bautizada con el apelativo cariñoso de «pildorita».
La pildorita era una fracción de la unidad de moneda de Panamá, el balboa. Precisamente una moneda de 20 balboas se convertiría en la más grande en circulación en el año 1983. Su diámetro superaba los seis centímetros, por lo que no debía de ser una pieza especialmente cómoda de guardar en la cartera.
En una recopilación de las monedas más pequeñas del mundo se pueden tener en cuenta algunos factores, más allá de su diámetro o su peso. El valor de la divisa también se puede considerar, aunque su fluctuación constante no lo pone fácil.
En este caso, el rial iraní podría considerarse la moneda más barata del mundo. Su valoración actual es de apenas 0,00002 euros. Frente al dólar llegó a cotizarse a 810.000 riales. Es decir, en su momento más bajo de cotización, cada rial valía tan solo 0,000001 dólares.
Si queremos encontrar monedas especialmente pequeñas, solo tenemos que asomarnos a nuestro monedero: el céntimo de euro es una de las más diminutas entre las que circulan actualmente.
Esta pieza no solo destaca por su diámetro reducido (16,25 milímetros), sino también por su ligereza, ya que apenas pesa 2,3 gramos. Los problemas para encontrar y distinguir los céntimos de euro en el fondo de la cartera son comunes a muchos ciudadanos europeos.
No tiene un tamaño tan reducido como el céntimo de euro, sin embargo, el yen japonés es aún más ligero. La razón es que, mientras el céntimo de euro está hecho de acero revestido en cobre, el yen japonés es de aluminio. Pese a tener un diámetro de 20 milímetros, su peso es de tan solo un gramo.
El yen japonés es tan ligero que se pueden ver vídeos en internet en los que aparecen monedas flotando sobre el agua. Claro que en España tenemos experiencia con monedas de aluminio muy ligeras: las últimas pesetas pesaban solo 0,55 gramos y medían 14 milímetros de diámetro.