ECONOMÍA

La relación entre instituciones inclusivas y la prosperidad de un país, Premio Nobel de Economía 2024

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La relación entre instituciones inclusivas y la prosperidad de un país, Premio Nobel de Economía 2024
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17 Octubre, 2024


¿Cómo afectan las instituciones a la prosperidad de los países? Esta es la pregunta que se plantearon los economistas Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson. La respuesta que encontraron al investigarla les ha valido el Premio Nobel de Economía 2024: las instituciones sociales inclusivas son su principal gasolina.

Tres economistas, un premio nobel

Antes de conocer su trabajo, vamos a presentar brevemente a los últimos galardonados con el Premio Nobel de Economía, una distinción conocida formalmente como el Premio del Banco de Suecia en Ciencia Económica porque es la única que Alfred Nobel no incluyó en su testamento.

Los tres son estadounidenses, pero tienen distintos orígenes. Daron Acemoglu nació en Turquía, mientras que Johnson y Robinson proceden del Reino Unido. Los tres trabajan actualmente en Estados Unidos: Acemoglu y Johnson en el Massachussets Institute of Technology y Robinson en la Universidad de Chicago.

Acemoglu y Robinson son coautores de un libro titulado Por qué fracasan los países, que ha tenido un enorme éxito entre el público general y una gran influencia a nivel global.

Acemoglu también publicó con Robinson, el otro ganador del Nobel de Economía, la obra Poder y progreso. En ella exploran la relación entre la tecnología y el progreso económico, la concentración de riqueza y la conformación de poder.

Los tres economistas han recibido el Premio Nobel de Economía 2024 por haber demostrado la importancia que tienen las instituciones sociales para la prosperidad de los países.

Sus investigaciones nos ayudan a entender por qué las sociedades que tienen un Estado de derecho deficiente e instituciones que explotan a la población no generan cambios para mejor ni crecimiento.

País rico, país pobre

¿Cómo han llegado los ganadores del Premio Nobel de Economía 2024 a esta conclusión? Echando un buen vistazo a lo que ha ocurrido con los países que colonizaron las potencias europeas a partir del siglo XVI.

Gracias a este estudio, han podido ver por qué ciertos países pobres son capaces de desarrollarse y progresar con el paso del tiempo, mientras otros más ricos son incapaces de hacerlo.

Los premiados observaron que los países que habían sido colonizados sufrieron un cambio en sus instituciones. Lo que ocurre es que ese cambio no se dio de la misma manera en todos los territorios.

Por un lado, en los países más pobres y menos poblados se solían introducir instituciones inclusivas que permitieran desarrollar la prosperidad de la ciudadanía a largo plazo, entre otras razones porque era allí donde se solían trasladar más colonos de la metrópolis.

Por otro lado, en los más ricos y poblados lo habitual era introducir instituciones extractivas que buscaban sobre todo el beneficio a corto plazo para unos pocos. En esta diferencia encontraron los economistas una explicación sobre por qué las antiguas colonias pobres ahora suelen ser más ricas y viceversa.

Un ejemplo fácilmente reconocible es el del Imperio azteca, más poblado y rico en su momento, cuando los europeos comenzaron a explorarlo, que Estados Unidos o Canadá. Hoy, México se ha visto superado por los otros dos países norteamericanos en prosperidad.

Los propios economistas galardonados con el Nobel han expuesto el caso de Nogales, una población situada en la frontera de Estados Unidos con México. El norte de la localidad es más próspero que el sur, pese a compartir clima, cultura y situación.

Lo que no comparten son instituciones: el norte de Nogales se encuentra en Arizona y el sur, en México.

Así, la calidad de las instituciones, que son las que median entre las élites y la población general, determina en gran medida, según sus investigaciones, la prosperidad y las posibilidades de desarrollo económico de los países.

Instituciones inclusivas y extractivas

De esta manera, Acemoglu, Johnson y Robinson distinguen entre dos tipos de instituciones:

  • Instituciones inclusivas: son las que se fundamentan en el respeto al Estado de derecho y se asocian a sociedades democráticas. En ellas, las élites permiten a la ciudadanía desenvolverse de tal manera que alcance sus objetivos económicos y sociales. De este modo, se incentivan comportamientos que facilitan el buen funcionamiento de la economía, la creación de riqueza y el desarrollo de la sociedad civil.
  • Instituciones extractivas: en ellas se conculcan derechos básicos y la seguridad jurídica. Las élites las utilizan para mantener el control y beneficiarse en exclusiva de los recursos del resto de la sociedad, que extraen para obtener ganancias a corto plazo.

Este contexto no favorece la innovación, el emprendimiento ni la creación de riqueza. Tampoco anima a las sociedades a desarrollarse.

Eso sí, existen matices. Según han explicado los autores, la democracia no es una panacea, porque es difícil de instaurar y también existen vías de crecimiento para los países que no son democracias.

Sin embargo, en estos últimos, el crecimiento es más inestable, menos innovador y menos sostenible que en los territorios con instituciones inclusivas.

Acemoglu, Johnson y Robinson también han aludido al círculo virtuoso de crecimiento económico y social que generan las instituciones sociales inclusivas: una sociedad civil reforzada y participativa exige una mejora constante de la calidad de las instituciones.

Exactamente lo contrario de lo que ocurre allí donde las instituciones extractivas desincentivan el desarrollo de la población general. Se trata de territorios que suelen verse atrapados en un círculo vicioso de extracción y pobre crecimiento económico.

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