El 20 de julio de 2023, la película Barbie desembarcó en las salas de cine españolas, generando una auténtica marea rosa. Su paso por los cines supuso una recaudación mundial de más de 1.300 millones de euros, según IMDB. En Estados Unidos, Barbie ha sido la undécima película más taquillera de la historia, desplazando a Los Vengadores, en una coyuntura en la que la venta de entradas no está en su mejor momento.
Solo hay que mirar los títulos por encima de Barbie en ese listado: desde Jurassic Park (1993) hasta Titanic (1998), cintas que se estrenaron años antes del boom del streaming.
Pero el éxito de Barbie ha ido mucho más allá de la taquilla: ha impulsado a una compañía que fue clave en la industria juguetera y que fue perdiendo protagonismo en este siglo.
La apuesta por producir la película hizo que a medida que se acercaba la fecha de estreno, las acciones de Mattel subieran.
Desde marzo de 2023, su valor en bolsa ha ido creciendo. El día del estreno, la acción subió un 2 %, indica la cadena Ser, llegando a alcanzar los 20,20 euros y manteniéndose en esa tónica hasta prácticamente el día de hoy.
No solo el éxito en taquilla está detrás de esta subida. En agosto, las ventas de esta muñeca habían crecido un 56 %, destaca Business Insider, llegándose a agotar algún modelo concreto.
Según Statista, en 2017, Barbie supuso el 34 % de las ventas de Mattel, pero la competencia de otros juguetes hizo que apenas llegara al 10 % en 2022, indica El Blog Salmón. Las previsiones de Mattel muestran un aumento de las ventas del 12 al 14 %, que contrasta con la anterior previsión de 6 a 8 %, dada la alta demanda de muñecas, coches y figuras de acción.
Además de los niños que han descubierto este juguete, que lleva a la venta desde 1959, personas adultas han querido revivir su niñez y, en un alarde de nostalgia, han adquirido una muñeca.
A estas líneas de negocio hay que añadir la firma de algunos acuerdos estratégicos, por ejemplo, con marcas de moda, entre las que encontramos Zara, Primark o Gap. E incluso hay vertientes inesperadas, como la hostelería, con la posibilidad de alquilar la casa de Barbie que aparece en la película, sita en Malibú (EE. UU.), a través de AirBnB, o de alojarse en suites customizadas en hoteles de las cadenas Hyatt Hotels y Hilton de distintas ciudades del mundo.
Esta decisión de revivir una franquicia a través de un lanzamiento cinematográfico supone una nueva vía de ingresos para Mattel, propietaria de derechos de juguetes icónicos como Masters del Universo.
De momento, la compañía anunció a poco del estreno de Barbie una relación de casi dos decenas de proyectos de cine basados en sus franquicias: desde una segunda parte de Barbie hasta adaptaciones de Hot Wheels por J. J. Abrams (creador de la exitosa serie Lost) o Polly Pocket por Lena Dunham (creadora de la serie Girls), recoge Xataka.
No obstante, la empresa tiene en su haber casi medio centenar de ideas en desarrollo inspiradas en juguetes propiedad de Mattel.
El impacto de la marea rosa de Barbie cuenta con variables que han apuntalado su éxito. En primer lugar, se trata de un producto familiar. En segundo lugar, apela en parte a la nostalgia. Además, el filme que ha espoleado esta Barbiemanía ha sido recibido de manera positiva por audiencia y crítica.
Por último, ha traído consigo una serie de acuerdos de explotación de la propiedad intelectual con marcas de retail, que también habrán reportado ingresos a Mattel.
A la espera de ver cómo cerrará el año, la compañía juguetera busca repetir esta nueva dimensión de propiedad de franquicias con el impulso de estas nuevas películas.
¿Funcionarán igual que Barbie? ¿Está el mercado preparado para una avalancha de revival de juguetes? ¿Replicará Hasbro, la competencia de Mattel y propietaria de franquicias como My Little Pony o Nerf, este modelo? Solo el tiempo nos dirá si viviremos estas mareas de manera cíclica, poniendo de moda juguetes de antaño.
