De árboles majestuosamente ornamentados a deslumbrantes iluminaciones urbanas: desde finales de noviembre, la decoración navideña nos persigue allá donde vamos.
Las ciudades compiten por engalanarse con decoraciones festivas de récord y estos enclaves lo demuestran.
El árbol de Navidad más alto de 2024 lo hallamos en un centro comercial de Armilla, Granada, con una altura de 57 metros. Es tan alto que se puede ver desde Sierra Nevada.
Sin embargo, sus números todavía quedan lejos del árbol que a día de hoy ostenta el récord mundial, según Guiness World Records: en 2009, la Ciudad de México instaló una estructura metálica de árbol de Navidad que alcanzó los 110,35 metros de altura.
Si hablamos de árboles de origen natural, la principal referencia la tenemos en la ciudad alemana de Dortmund. Con 30 metros de altura, está compuesto de 1.700 ramas y árboles naturales armados en una estructura metálica, un conjunto que alcanza las 40 toneladas de peso. Se trata de la principal atracción de su afamado mercado navideño de la céntrica Hansaplatz.
Este año, Cádiz es la ciudad con mayor gasto en iluminación navideña por habitante de España, donde cada gaditano desembolsa 17 euros por ver sus calles y plazas engalanadas.
Vigo también es una ciudad de récord en Navidad: la ciudad pontevedresa ha desplegado en 2024 cerca de 11,5 millones de luces led, con una inversión municipal de 3,3 millones de euros. La llamativa decoración atrajo el año pasado 6 millones de visitantes, en palabras de su alcalde.
Madrid es otra ciudad destacada en lo que a iluminación se refiere. En la capital lucen 12 millones de bombillas led durante la temporada navideña, con un gasto municipal de 5,3 millones de euros.
No es fácil establecer comparativas en este ámbito con otras ciudades del mundo. Por ejemplo, en Londres, la iluminación depende de cada distrito. Westminster, coloca 300.000 luces led, en la misma línea que otros como Kensington y Chelsea, Candem o la City, lo que arroja una estimación de 2 millones de luces led por toda el área metropolitana.
Barcelona acoge el mercadillo navideño más antiguo de España, que data de 1786: la Fira de Santa Llúcia, junto a la catedral. Un total de 30 puestos se reparten por la Avinguda de la Catedral, a lo largo de unos 50 metros, donde se puede adquirir el tradicional caganer que le da un toque de humor a cualquier nacimiento.
La plaza Mayor de Madrid, con sus 9.000 metros cuadrados, es otro escenario para un mercado navideño tradicional, en este caso, el más grande de España. Desde principios del siglo pasado, en estas fechas, la histórica plaza porticada se convierte en el epicentro de los belenistas. Sus 104 casetas ofrecen todo tipo de artículos festivos, decoración navideña y singulares gorros.
Estos números contrastan con los que alcanza el mercadillo de Estrasburgo, en Francia, el más grande de Europa. Cuenta con 300 puestos repartidos por la zona histórica de la ciudad alsaciana y ocupa un espacio aproximado de 3.000 metros cuadrados.
Este mercado atrae cerca de 3 millones de visitantes, que tienen la oportunidad de disfrutar de su cuidada decoración y de probar especialidades como los hombrecillos de pan brioche con pasas, denominados «Les Manneles».
Hay que tener en cuenta que Alsacia cuenta con otras localidades especialmente bellas que también organizan mercados parecidos, como Colmar o Mulhouse, por lo que el turismo navideño es uno de sus puntos fuertes.