> MicroBank – El Blog de CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank El Blog de CaixaBank Fri, 21 Apr 2023 13:58:40 +0000 es-ES hourly 1 Objetivo pobreza: qué estamos haciendo para acabar con esta lacra https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/objetivo-pobreza-que-estamos-haciendo-para-acabar-con-esta-lacra/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/objetivo-pobreza-que-estamos-haciendo-para-acabar-con-esta-lacra/#respond Thu, 11 Jun 2020 06:25:33 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=37554

Acabar con la pobreza extrema en el mundo. ¿Quién no ha dado alguna vez vueltas a esta cuestión? Todos nos hemos parado a pensar alguna vez en nuestras vidas cómo podríamos llevar la prosperidad a aquellas personas que sufren esta lacra.

La pobreza nos preocupa, especialmente en momentos como el actual, cuando nos enfrentamos a una pandemia mundial con la capacidad de agravar considerablemente este problema. De hecho, la ONG Save The Children afirma que el 60% de las familias en situación de pobreza que ya atendía ha visto empeorada su situación laboral solo en la primera semana de confinamiento. Por su parte, un estudio promovido por Oxfam calcula que otros 500 millones de personas más se pueden ver sumidas en ella a causa de la crisis del coronavirus.

Sus efectos son tan graves que solucionar la pobreza extrema y el hambre son los dos primeros de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Se trata de una serie de metas que deberemos cumplir dentro de la Agenda 2030. Esto quiere decir que Gobiernos, sector privado, sociedad civil y ciudadanía debemos trabajar unidos para alcanzarlas en un plazo de diez años.

Radiografía de un problema complejo

Decir adiós de una vez por todas a la pobreza extrema puede parecer un objetivo inalcanzable. De esos sueños que se formulan en voz alta, pero cuyo cumplimiento resulta prácticamente imposible. Sin embargo, existen motivos para la esperanza: desde el año 2000, la tasa de pobreza mundial se ha reducido a la mitad y se han logrado avances significativos en muchos países del Asia oriental y sudoriental.

Eso sí, la pandemia de la COVID-19 puede suponer un retroceso de una década en la lucha contra la pobreza, según Oxfam. Además, una de cada diez personas que viven en regiones en desarrollo y sus familias subsiste con solo 1,75 euros diarios y hay millones que ganan poco más, según la ONU.

Para complicar aún más la situación, la pobreza es un problema que tiene mil caras. Por eso, su solución requiere actuaciones en ámbitos muy diversos. Todo ello, con la exigencia añadida de la sostenibilidad: no se pueden implantar fórmulas mágicas que supongan un lastre para el planeta y las próximas generaciones.

¿Cómo afrontar, entonces, un problema tan complejo? La ONU apuesta por el crecimiento económico inclusivo, que permita crear empleos sostenibles y promover la igualdad, así como por fortalecer los sistemas de protección social. Bajo estos principios, se están llevando a cabo ya actuaciones en todo el mundo, especialmente en las áreas rurales de países en desarrollo. Se trata de zonas que acusan especialmente el problema de la pobreza y, al mismo tiempo, son claves para alimentar al mundo.

Agricultura productiva y sostenible

La mayoría de las personas que viven por debajo del umbral de la pobreza habitan dos regiones: Asia meridional y África subsahariana. Por sus características, es imprescindible atajar en ellas la pobreza rural y lograr el más difícil todavía: hacerlo de manera sostenible.

La FAO ya se ha puesto manos a la obra con una serie de programas para aumentar la productividad de las pequeñas explotaciones agropecuarias, promoviendo el uso y la gestión sostenible de los recursos naturales. Un ejemplo de ello es la mecanización agrícola sostenible que se está promoviendo en el África subsahariana, una zona donde dos tercios de la energía que se emplea en preparar la tierra para la agricultura procede de la fuerza humana. Este concepto abarca desde el empleo de herramientas manuales básicas y sencillas a equipos motorizados más sofisticados; es decir, desde animales de tiro a tractores.

Según la FAO, la mecanización ayuda a los pequeños productores a intensificar y ampliar la producción agrícola, al tiempo que permite que algunos miembros de la familia logren un empleo e ingresos fuera de la agricultura. Como cada vez hay más jóvenes africanos rurales que emigran a las ciudades, la falta de mano de obra, unida a una creciente demanda de alimentos por parte de las ciudades, puede convertirse en un grave problema en la región. En este sentido, la mecanización puede ayudar a los campesinos —que generalmente son mujeres o personas mayores— a seguir el ritmo de las necesidades de producción, contribuyendo a aumentar la seguridad alimentaria e, incluso, a mitigar el cambio climático.

Existe una amplia variedad de equipos agrícolas que facilitan, por ejemplo, la siembra de precisión con una perturbación mínima del suelo o la recolección y el transporte. Así, esas herramientas permiten la intensificación sostenible de la agricultura, que incluye la protección del suelo, amplios cultivos de cobertura y una labranza mínima.

Poner esos equipos a disposición de la población rural permite, además, que se creen nuevos e incluso mejores puestos de trabajo en estas zonas. Por ejemplo, gestores cualificados en maquinaria, mecánicos o distribuidores de repuestos. De hecho, existen cooperativas en Benín y Nigeria que ya ofrecen servicios de mecanización a sus miembros con resultados económicos y sociales positivos. También se han creado empresas en otros lugares dedicadas a la compra y alquiler de equipos a pequeños productores.

Empoderar a las poblaciones rurales

Una de las consecuencias de la pobreza es la exclusión de quienes la padecen a la hora de tomar decisiones. También es uno de los factores que la convierten en un problema crónico. Esa es la principal razón por la que empoderar a las poblaciones rurales de las áreas empobrecidas resulta fundamental.

¿Cómo devolver su autonomía a personas que llevan décadas sufriendo pobreza extrema? Muy sencillo: dándoles voz. Los clubes de oyentes permiten a comunidades aisladas de la República Democrática del Congo y de Níger compartir sus deliberaciones e incluso resolver de manera pacífica sus conflictos.

Para ello, los clubes de oyentes se sirven de emisoras de radio locales que se han convertido en agentes del cambio no solo en el ámbito agrícola, sino también en otras cuestiones delicadas como el VIH, el matrimonio a temprana edad y el derecho de la mujer a heredar tierras. Este enfoque no solo genera confianza en las personas, sino que también incluye a las mujeres en la toma de decisiones y crea conciencia sobre las necesidades de las zonas rurales.

Acceso a financiación

La falta de acceso a la financiación es otra de las complicaciones a la que se enfrentan las poblaciones que sufren la pobreza en áreas rurales. En este sentido, los microcréditos llevan ya años ayudando a paliar sus consecuencias.

Se trata de pequeños préstamos que facilitan financiación a personas que tienen dificultades para obtenerla de manera convencional. Unos instrumentos que ya han ayudado a reducir considerablemente la pobreza moderada en zonas rurales de Bangladesh, entre otros muchos ejemplos.

Los microcréditos son ideales para financiar proyectos empresariales en sus comienzos. CaixaBank cuenta con su propio banco social, MicroBank, que ofrece financiación a emprendedores, familias, estudiantes y proyectos sostenibles, entre otros.

Productividad, empoderamiento y financiación son tres de las armas que se utilizan para lograr reducir la pobreza extrema a la mínima expresión. Un sueño que la humanidad puede ver convertido en realidad si suma esfuerzos.

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Acabar con la pobreza extrema en el mundo. ¿Quién no ha dado alguna vez vueltas a esta cuestión? Todos nos hemos parado a pensar alguna vez en nuestras vidas cómo podríamos llevar la prosperidad a aquellas personas que sufren esta lacra.

La pobreza nos preocupa, especialmente en momentos como el actual, cuando nos enfrentamos a una pandemia mundial con la capacidad de agravar considerablemente este problema. De hecho, la ONG Save The Children afirma que el 60% de las familias en situación de pobreza que ya atendía ha visto empeorada su situación laboral solo en la primera semana de confinamiento. Por su parte, un estudio promovido por Oxfam calcula que otros 500 millones de personas más se pueden ver sumidas en ella a causa de la crisis del coronavirus.

Sus efectos son tan graves que solucionar la pobreza extrema y el hambre son los dos primeros de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Se trata de una serie de metas que deberemos cumplir dentro de la Agenda 2030. Esto quiere decir que Gobiernos, sector privado, sociedad civil y ciudadanía debemos trabajar unidos para alcanzarlas en un plazo de diez años.

Radiografía de un problema complejo

Decir adiós de una vez por todas a la pobreza extrema puede parecer un objetivo inalcanzable. De esos sueños que se formulan en voz alta, pero cuyo cumplimiento resulta prácticamente imposible. Sin embargo, existen motivos para la esperanza: desde el año 2000, la tasa de pobreza mundial se ha reducido a la mitad y se han logrado avances significativos en muchos países del Asia oriental y sudoriental.

Eso sí, la pandemia de la COVID-19 puede suponer un retroceso de una década en la lucha contra la pobreza, según Oxfam. Además, una de cada diez personas que viven en regiones en desarrollo y sus familias subsiste con solo 1,75 euros diarios y hay millones que ganan poco más, según la ONU.

Para complicar aún más la situación, la pobreza es un problema que tiene mil caras. Por eso, su solución requiere actuaciones en ámbitos muy diversos. Todo ello, con la exigencia añadida de la sostenibilidad: no se pueden implantar fórmulas mágicas que supongan un lastre para el planeta y las próximas generaciones.

¿Cómo afrontar, entonces, un problema tan complejo? La ONU apuesta por el crecimiento económico inclusivo, que permita crear empleos sostenibles y promover la igualdad, así como por fortalecer los sistemas de protección social. Bajo estos principios, se están llevando a cabo ya actuaciones en todo el mundo, especialmente en las áreas rurales de países en desarrollo. Se trata de zonas que acusan especialmente el problema de la pobreza y, al mismo tiempo, son claves para alimentar al mundo.

Agricultura productiva y sostenible

La mayoría de las personas que viven por debajo del umbral de la pobreza habitan dos regiones: Asia meridional y África subsahariana. Por sus características, es imprescindible atajar en ellas la pobreza rural y lograr el más difícil todavía: hacerlo de manera sostenible.

La FAO ya se ha puesto manos a la obra con una serie de programas para aumentar la productividad de las pequeñas explotaciones agropecuarias, promoviendo el uso y la gestión sostenible de los recursos naturales. Un ejemplo de ello es la mecanización agrícola sostenible que se está promoviendo en el África subsahariana, una zona donde dos tercios de la energía que se emplea en preparar la tierra para la agricultura procede de la fuerza humana. Este concepto abarca desde el empleo de herramientas manuales básicas y sencillas a equipos motorizados más sofisticados; es decir, desde animales de tiro a tractores.

Según la FAO, la mecanización ayuda a los pequeños productores a intensificar y ampliar la producción agrícola, al tiempo que permite que algunos miembros de la familia logren un empleo e ingresos fuera de la agricultura. Como cada vez hay más jóvenes africanos rurales que emigran a las ciudades, la falta de mano de obra, unida a una creciente demanda de alimentos por parte de las ciudades, puede convertirse en un grave problema en la región. En este sentido, la mecanización puede ayudar a los campesinos —que generalmente son mujeres o personas mayores— a seguir el ritmo de las necesidades de producción, contribuyendo a aumentar la seguridad alimentaria e, incluso, a mitigar el cambio climático.

Existe una amplia variedad de equipos agrícolas que facilitan, por ejemplo, la siembra de precisión con una perturbación mínima del suelo o la recolección y el transporte. Así, esas herramientas permiten la intensificación sostenible de la agricultura, que incluye la protección del suelo, amplios cultivos de cobertura y una labranza mínima.

Poner esos equipos a disposición de la población rural permite, además, que se creen nuevos e incluso mejores puestos de trabajo en estas zonas. Por ejemplo, gestores cualificados en maquinaria, mecánicos o distribuidores de repuestos. De hecho, existen cooperativas en Benín y Nigeria que ya ofrecen servicios de mecanización a sus miembros con resultados económicos y sociales positivos. También se han creado empresas en otros lugares dedicadas a la compra y alquiler de equipos a pequeños productores.

Empoderar a las poblaciones rurales

Una de las consecuencias de la pobreza es la exclusión de quienes la padecen a la hora de tomar decisiones. También es uno de los factores que la convierten en un problema crónico. Esa es la principal razón por la que empoderar a las poblaciones rurales de las áreas empobrecidas resulta fundamental.

¿Cómo devolver su autonomía a personas que llevan décadas sufriendo pobreza extrema? Muy sencillo: dándoles voz. Los clubes de oyentes permiten a comunidades aisladas de la República Democrática del Congo y de Níger compartir sus deliberaciones e incluso resolver de manera pacífica sus conflictos.

Para ello, los clubes de oyentes se sirven de emisoras de radio locales que se han convertido en agentes del cambio no solo en el ámbito agrícola, sino también en otras cuestiones delicadas como el VIH, el matrimonio a temprana edad y el derecho de la mujer a heredar tierras. Este enfoque no solo genera confianza en las personas, sino que también incluye a las mujeres en la toma de decisiones y crea conciencia sobre las necesidades de las zonas rurales.

Acceso a financiación

La falta de acceso a la financiación es otra de las complicaciones a la que se enfrentan las poblaciones que sufren la pobreza en áreas rurales. En este sentido, los microcréditos llevan ya años ayudando a paliar sus consecuencias.

Se trata de pequeños préstamos que facilitan financiación a personas que tienen dificultades para obtenerla de manera convencional. Unos instrumentos que ya han ayudado a reducir considerablemente la pobreza moderada en zonas rurales de Bangladesh, entre otros muchos ejemplos.

Los microcréditos son ideales para financiar proyectos empresariales en sus comienzos. CaixaBank cuenta con su propio banco social, MicroBank, que ofrece financiación a emprendedores, familias, estudiantes y proyectos sostenibles, entre otros.

Productividad, empoderamiento y financiación son tres de las armas que se utilizan para lograr reducir la pobreza extrema a la mínima expresión. Un sueño que la humanidad puede ver convertido en realidad si suma esfuerzos.

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Financiación en empresas sociales: cómo, cuándo y por qué https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/financiacion-en-empresas-sociales-como-cuando-y-por-que/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/financiacion-en-empresas-sociales-como-cuando-y-por-que/#respond Fri, 14 Feb 2020 07:46:09 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=36576

Algo está cambiando en el mundo de los negocios. Ya hace algunos años que la actividad emprendedora ha abierto nuevos caminos que buscan generar un beneficio para la sociedad, más allá de las meras ganancias económicas. Se trata de las empresas sociales, una herramienta que sirve para apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, pero no solo eso, ya que también es una forma de responder a lo que los propios consumidores demandan a las marcas.

Los datos así lo indican: casi tres de cada cuatro españoles (73%) aseguran que compran basándose en criterios éticos o ecológicos, según un estudio de la OCU y del Foro NESI de Nueva Economía. Además, el 62% considera que su consumo es una herramienta para cambiar el mundo. Así, pues, queda claro que la responsabilidad de las empresas con la sociedad que las rodea debe ir mucho más allá de su imagen: tiene que formar parte de su ADN. En el caso de las empresas sociales, esta premisa se cumple a rajatabla, porque su objetivo primordial no es solo la ganancia económica personal o colectiva, sino crear un beneficio para la sociedad.

Qué es una empresa social

Según las define la Unión Europea, las empresas sociales tienen como objetivo principal producir un impacto social antes que generar beneficios para los propietarios y accionistas. Además, aprovechan sus superávits fundamentalmente para alcanzar esos objetivos sociales. En cuanto a su gestión, la desarrollan empresarios sociales de forma responsable, transparente e innovadora. En dicha gestión también implican a sus propios trabajadores, a sus clientes y a todas aquellas personas a las que afecta su actividad.

Sin embargo, no basta con fijar un beneficio social que se desee alcanzar, establecer una empresa para lograrlo e ir a por él. También hacen falta recursos. De hecho, las empresas sociales son iniciativas económicas que requieren de financiación para poder cumplir con sus objetivos, como cualquier otro negocio. Lo que ocurre en este caso es que, al contar con un modelo de negocio particular, pueden encontrarse con obstáculos adicionales a la hora de encontrar esa financiación.

Dotar a las empresas sociales de los recursos necesarios es imprescindible para que puedan triunfar. Ese es el porqué de la financiación de este tipo de negocios. Veamos ahora el cuándo y el cómo.

Cuándo y cómo financiar una empresa social

Para soportar la carga económica asociada al proyecto de una empresa social, la financiación es esencial. Además, esta deberá adecuarse al momento en el que se encuentre el desarrollo de ese proyecto, ya que las necesidades de financiación no son las mismas cuando surge la idea de negocio que cuando este se encuentra consolidado y busca expandirse.

Como cualquier negocio, las empresas sociales requieren financiarse en sus distintas etapas para cumplir con sus objetivos. Junto a la financiación tradicional que les ofrecen las entidades bancarias, existen determinadas fuentes a las que pueden acudir en uno u otro momento. Esto se debe a que cada fase tiene un nivel de riesgo y un coste asociado, que deberán conocerse bien para buscar el mejor inversor en cada una de ellas.

Durante la etapa de gestación de la empresa social —es decir, cuando sus fundadores se reúnen para desarrollar su idea de negocio y comprobar si es viable—, las necesidades de financiación son reducidas y deben mantenerse así. Le sigue la etapa de creación, cuando ya existe un prototipo de producto viable y un equipo. En esta segunda etapa aumenta el riesgo, ya que todavía no se ha comercializado nada, pero ya se ha establecido cierta infraestructura que precisa de ciertos recursos para mantenerse. Por ese motivo, resulta más complicado que los inversores externos confíen en el proyecto en este momento de su desarrollo.

En estas etapas iniciales, la financiación procede habitualmente de los propios fundadores —por ejemplo, a través de la capitalización del desempleo— o de su propio entorno. En este último caso, suelen ser los llamados FFF (familiares y amigos de los emprendedores) los que apuestan por la idea de negocio y el producto inicial. También existen otros recursos que pueden ayudar, como las incubadoras de empresas sociales o incluso los premios a este tipo de iniciativas.

En la fase de lanzamiento del negocio entran en juego conceptos tales como los equipos comerciales, el estocaje o la distribución del producto. En esta etapa se necesita un elevado nivel de inversión en un momento en el que el volumen de ventas es todavía limitado. Por consiguiente, las necesidades de financiación aumentan, al igual que el riesgo.

La fase de lanzamiento es crítica y se corresponde con lo que se denomina «el Valle de la Muerte». Se trata de una etapa en la que muchas compañías tienen un producto que funciona, pero todavía no cuentan con la confianza de los inversores para sacarlo adelante. En este punto puede ser interesante recurrir a la figura del business angel o incluso al crowdfunding, una herramienta especialmente útil en el caso de las empresas sociales.

Por último, durante la fase de consolidación de la empresa social, cuando ya ha alcanzado un elevado nivel de profesionalización e incluso se plantea su escalamiento, el nivel de riesgo disminuye. Esto abre las puertas a otras fuentes de financiación, como los fondos de inversión de impacto social, que tratan precisamente de apoyar a este tipo de negocios. Se trata de una tendencia que cuenta cada vez con un mayor respaldo. Este tipo de inversión persigue un impacto social o medioambiental medible y con retorno financiero.

Préstamos con impacto social

Como puede observarse, conseguir los recursos necesarios para desarrollar una empresa social es una labor que presenta cierta complejidad y que, en gran medida, depende del momento en el que se encuentre el proyecto.

CaixaBank ofrece este tipo de financiación a través de MicroBank y de sus préstamos EaSI destinados a empresas sociales, en el marco del Programa de la Unión Europea para el Empleo y la Innovación Social (EaSI) y con la garantía del Fondo Europeo de Inversiones.

Se trata de un producto destinado a empresas que tengan como objetivo generar un impacto social positivo mediante una actividad empresarial económica y medioambientalmente sostenible. El producto permite financiar inversiones o capital circulante para el inicio, la consolidación o, incluso, la ampliación de las empresas sociales. Además ofrece algunas ventajas, como un tipo de interés fijo a lo largo de toda la vida del préstamo o una carencia de capital de hasta 12 meses. Y todo ello, sin necesidad de presentar garantías o avales adicionales.

En el vídeo que aparece a continuación, podemos conocer el caso real del Grupo Àuria:

Poner en marcha una empresa social es mucho más que un acto de fe. La financiación es imprescindible para alcanzar el éxito y también lo es la planificación. Saber qué recursos se necesitan en cada momento y dónde acudir a buscarlos es una gran ayuda para conducir este tipo de iniciativas hacia el éxito.

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Algo está cambiando en el mundo de los negocios. Ya hace algunos años que la actividad emprendedora ha abierto nuevos caminos que buscan generar un beneficio para la sociedad, más allá de las meras ganancias económicas. Se trata de las empresas sociales, una herramienta que sirve para apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, pero no solo eso, ya que también es una forma de responder a lo que los propios consumidores demandan a las marcas.

Los datos así lo indican: casi tres de cada cuatro españoles (73%) aseguran que compran basándose en criterios éticos o ecológicos, según un estudio de la OCU y del Foro NESI de Nueva Economía. Además, el 62% considera que su consumo es una herramienta para cambiar el mundo. Así, pues, queda claro que la responsabilidad de las empresas con la sociedad que las rodea debe ir mucho más allá de su imagen: tiene que formar parte de su ADN. En el caso de las empresas sociales, esta premisa se cumple a rajatabla, porque su objetivo primordial no es solo la ganancia económica personal o colectiva, sino crear un beneficio para la sociedad.

Qué es una empresa social

Según las define la Unión Europea, las empresas sociales tienen como objetivo principal producir un impacto social antes que generar beneficios para los propietarios y accionistas. Además, aprovechan sus superávits fundamentalmente para alcanzar esos objetivos sociales. En cuanto a su gestión, la desarrollan empresarios sociales de forma responsable, transparente e innovadora. En dicha gestión también implican a sus propios trabajadores, a sus clientes y a todas aquellas personas a las que afecta su actividad.

Sin embargo, no basta con fijar un beneficio social que se desee alcanzar, establecer una empresa para lograrlo e ir a por él. También hacen falta recursos. De hecho, las empresas sociales son iniciativas económicas que requieren de financiación para poder cumplir con sus objetivos, como cualquier otro negocio. Lo que ocurre en este caso es que, al contar con un modelo de negocio particular, pueden encontrarse con obstáculos adicionales a la hora de encontrar esa financiación.

Dotar a las empresas sociales de los recursos necesarios es imprescindible para que puedan triunfar. Ese es el porqué de la financiación de este tipo de negocios. Veamos ahora el cuándo y el cómo.

Cuándo y cómo financiar una empresa social

Para soportar la carga económica asociada al proyecto de una empresa social, la financiación es esencial. Además, esta deberá adecuarse al momento en el que se encuentre el desarrollo de ese proyecto, ya que las necesidades de financiación no son las mismas cuando surge la idea de negocio que cuando este se encuentra consolidado y busca expandirse.

Como cualquier negocio, las empresas sociales requieren financiarse en sus distintas etapas para cumplir con sus objetivos. Junto a la financiación tradicional que les ofrecen las entidades bancarias, existen determinadas fuentes a las que pueden acudir en uno u otro momento. Esto se debe a que cada fase tiene un nivel de riesgo y un coste asociado, que deberán conocerse bien para buscar el mejor inversor en cada una de ellas.

Durante la etapa de gestación de la empresa social —es decir, cuando sus fundadores se reúnen para desarrollar su idea de negocio y comprobar si es viable—, las necesidades de financiación son reducidas y deben mantenerse así. Le sigue la etapa de creación, cuando ya existe un prototipo de producto viable y un equipo. En esta segunda etapa aumenta el riesgo, ya que todavía no se ha comercializado nada, pero ya se ha establecido cierta infraestructura que precisa de ciertos recursos para mantenerse. Por ese motivo, resulta más complicado que los inversores externos confíen en el proyecto en este momento de su desarrollo.

En estas etapas iniciales, la financiación procede habitualmente de los propios fundadores —por ejemplo, a través de la capitalización del desempleo— o de su propio entorno. En este último caso, suelen ser los llamados FFF (familiares y amigos de los emprendedores) los que apuestan por la idea de negocio y el producto inicial. También existen otros recursos que pueden ayudar, como las incubadoras de empresas sociales o incluso los premios a este tipo de iniciativas.

En la fase de lanzamiento del negocio entran en juego conceptos tales como los equipos comerciales, el estocaje o la distribución del producto. En esta etapa se necesita un elevado nivel de inversión en un momento en el que el volumen de ventas es todavía limitado. Por consiguiente, las necesidades de financiación aumentan, al igual que el riesgo.

La fase de lanzamiento es crítica y se corresponde con lo que se denomina «el Valle de la Muerte». Se trata de una etapa en la que muchas compañías tienen un producto que funciona, pero todavía no cuentan con la confianza de los inversores para sacarlo adelante. En este punto puede ser interesante recurrir a la figura del business angel o incluso al crowdfunding, una herramienta especialmente útil en el caso de las empresas sociales.

Por último, durante la fase de consolidación de la empresa social, cuando ya ha alcanzado un elevado nivel de profesionalización e incluso se plantea su escalamiento, el nivel de riesgo disminuye. Esto abre las puertas a otras fuentes de financiación, como los fondos de inversión de impacto social, que tratan precisamente de apoyar a este tipo de negocios. Se trata de una tendencia que cuenta cada vez con un mayor respaldo. Este tipo de inversión persigue un impacto social o medioambiental medible y con retorno financiero.

Préstamos con impacto social

Como puede observarse, conseguir los recursos necesarios para desarrollar una empresa social es una labor que presenta cierta complejidad y que, en gran medida, depende del momento en el que se encuentre el proyecto.

CaixaBank ofrece este tipo de financiación a través de MicroBank y de sus préstamos EaSI destinados a empresas sociales, en el marco del Programa de la Unión Europea para el Empleo y la Innovación Social (EaSI) y con la garantía del Fondo Europeo de Inversiones.

Se trata de un producto destinado a empresas que tengan como objetivo generar un impacto social positivo mediante una actividad empresarial económica y medioambientalmente sostenible. El producto permite financiar inversiones o capital circulante para el inicio, la consolidación o, incluso, la ampliación de las empresas sociales. Además ofrece algunas ventajas, como un tipo de interés fijo a lo largo de toda la vida del préstamo o una carencia de capital de hasta 12 meses. Y todo ello, sin necesidad de presentar garantías o avales adicionales.

En el vídeo que aparece a continuación, podemos conocer el caso real del Grupo Àuria:

Poner en marcha una empresa social es mucho más que un acto de fe. La financiación es imprescindible para alcanzar el éxito y también lo es la planificación. Saber qué recursos se necesitan en cada momento y dónde acudir a buscarlos es una gran ayuda para conducir este tipo de iniciativas hacia el éxito.

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Todo lo que debes tener en cuenta al pedir un préstamo (post 6) https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/todo-lo-que-debes-tener-en-cuenta-al-pedir-un-prestamo/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/todo-lo-que-debes-tener-en-cuenta-al-pedir-un-prestamo/#respond Mon, 05 Mar 2018 08:30:55 +0000 CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=26508

¿Estás a punto de iniciar un nuevo proyecto empresarial? ¿Tienes pensado estudiar un máster en el extranjero? ¿O tal vez estás valorando la posibilidad de comprar una nueva vivienda? En diferentes etapas de la vida, nuestros ahorros pueden no ser suficientes para pagar algunos gastos. Pedir un préstamo personal es una forma de hacer frente a grandes cantidades de dinero que pueden exceder nuestra capacidad de pago.

Este es el último artículo sobre el Programa de Educación Financiera que ha elaborado MicroBank, y que durante las últimas semanas hemos publicado en este blog.

Con un buen uso del crédito, se pueden solucionar muchas situaciones de la economía personal, familiar o empresarial. Así pues, es necesario saber qué es un préstamo, qué implica, qué criterios sigue un banco para decidir si se concede y qué costes adicionales suele tener.

¿Qué supone comprar a crédito?

Cuando no podemos esperar a disponer de nuestros ahorros para comprar algo, podemos pedir dinero prestado, y una de las maneras más frecuentes es pedir un préstamo a una entidad financiera.

Un préstamo personal es una operación por la que la entidad deja una cantidad de dinero a un cliente, que se compromete a devolverla en un plazo pactado y a pagar unos intereses y los gastos de la operación.

Cabe recordar que, antes de endeudarnos, es conveniente que nos planteemos algunas preguntas:

  • ¿Realmente lo necesito?
  • ¿Lo necesito ahora o podría esperar hasta poder pagar con mis ahorros?
  • ¿Cuánto más me va a costar comprar a crédito que si utilizara mis ahorros?
  • ¿Puedo permitirme los pagos mensuales? No ahora, sino durante toda la vida de la deuda. ¿Tengo la seguridad de que voy a mantener mi nivel de ingresos?
  • ¿Qué otras cosas tendré que sacrificar para poder pagar las cuotas mensuales?

Vamos a analizar los conceptos que hay que tener claros a la hora de pedir un préstamo y finalizaremos con recomendaciones para pedir uno.

¿Qué conceptos hay que conocer antes de pedir un préstamo?

A. Importe: es la cuantía del préstamo, llamado nominal o también principal. Se determina en función de las necesidades del solicitante y de la capacidad de endeudamiento y las garantías del mismo.

B. Cuota: la cuota es el importe periódico a pagar. Generalmente, la cuota es mensual y se compone de una parte del capital (importe que he pedido) y otra de intereses (coste de pedir el dinero).

C. Tipo de interés: es el precio que cobra la entidad financiera por dejar el dinero. El tipo de interés puede ser fijo o variable:

    1. Fijo: será siempre el mismo durante todo el tiempo durante el que tenga que devolver el préstamo, de modo que en el momento de firmar el contrato de préstamo podemos saber el coste total de este.
    2. Variable: podrá cambiar durante el tiempo en el que tenga que devolver el préstamo. El tipo de interés variable está formado por un índice de referencia oficial más un diferencial y se modifica según la evolución de los mercados. El tipo de referencia más común es el euribor, que es el tipo publicado por la Federación Bancaria Europea para las operaciones de depósitos en euros a un plazo de un año calculado a partir de lo ofertado por una muestra de bancos. En el momento de firmar el préstamo, no sabremos el coste total del mismo porque dependerá de la evolución del índice de referencia, de modo que hay que ser consciente de que las cuotas del préstamo podrán subir o bajar.

¿Qué costes adicionales suelen tener los préstamos?

Los préstamos conllevan unos costes. Entre las más comunes, destacamos:

  • Comisión de apertura: importe que se paga al formalizar un préstamo por los gastos que supone su apertura. Suele ser un pago único y corresponder a un porcentaje sobre el capital prestado.
  • Comisión de estudio: importe que se paga al formalizar un préstamo por los gastos que supone el estudio de riesgos. Suele ser un pago único y corresponder a un porcentaje sobre el capital prestado.
  • Comisión por cancelación: comisión que cobra el banco por la cancelación anticipada de un préstamo (cuando devuelves todo el préstamo antes de tiempo). Suele calcularse como un porcentaje sobre la cantidad amortizada.
  • Comisión por amortización anticipada: comisión que cobra el banco por la amortización anticipada de una parte del préstamo, es decir, cuando devuelves una parte del préstamo antes de tiempo. Suele calcularse como un porcentaje sobre la cantidad amortizada o entregada a cuenta.

¿Qué es la TAE y qué relación tiene con los préstamos?

El tipo de interés nominal no nos indica cuál es el coste real del préstamo. Para ello, debemos tener en cuenta la TAE (tasa anual equivalente).

La TAE nos da información sobre el coste real anual del préstamo, ya que se calcula a partir de una fórmula matemática normalizada, que no solo tiene en cuenta el TIN (tipo de interés nominal) de la operación, sino también la frecuencia de los pagos, las comisiones bancarias por cancelación o amortización y los demás gastos que genera la operación.

¿Qué intervalos de tiempo debemos tener en cuenta?

Al adquirir un préstamo, debemos tener muy claros dos conceptos:

Plazo de amortización: es el plazo en el que se devolverá el préstamo. Dependerá del tipo de préstamo: consumo, hipotecario, etc.

Periodo de carencia: es el período que pasa desde que se firma el préstamo hasta que se empieza a devolver el importe prestado. Normalmente, durante la carencia solo se pagan intereses, pero no el principal (aunque en el caso de la carencia total puede no tener que pagarse ninguna cuota). Los periodos de carencia son habituales en algunas ofertas de préstamos hipotecarios o personales. Por ejemplo, un préstamo con un plazo de cinco años y una carencia de seis meses quiere decir que durante los primeros seis meses voy a pagar una cuota más baja porque solo pagaré los intereses, y a partir del séptimo mes la cuota ya tendrá la parte de principal y la parte de intereses.

¿Qué criterios sigue el banco para decidir si se concede un préstamo?

La condición básica para que un banco conceda un préstamo es que tenga la seguridad de que se lo van a devolver según las condiciones pactadas, es decir, que el cliente tenga capacidad de devolución del préstamo.

Para ello, el banco suele analizar los siguientes aspectos:

  • Historial crediticio. Se analiza el historial de comportamiento con la entidad (en caso de ser cliente de la entidad) y se consulta si se han concedido préstamos con anterioridad, si se ha devuelto el dinero en el plazo correspondiente y las cantidades pendientes de pago, si ha habido descubiertos… También se solicitará información para conocer si tiene otros préstamos con otras entidades (CIRBE) y se consultarán los ficheros de morosos.
  • Ingresos estables. Se analizarán los ingresos actuales y si son estables.
  • Situación financiera y patrimonial actual. Se analizará también el nivel o ratio de endeudamiento, es decir, si con los ingresos que tenemos podemos vivir y, además, pagar la cuota mensual del préstamo. No es recomendable que la cuota del préstamo sea superior al 30-40% de los ingresos mensuales disponibles.

Además, para tener mayor seguridad de que va a cobrar el préstamo, el banco puede pedir garantías adicionales. Las garantías son los bienes y avales que se declaran para hacer frente al pago del préstamo en caso de que no se devolviera el dinero según lo acordado. Por ejemplo, el banco puede pedir que el cónyuge avale el préstamo.

El banco también puede pedir que se domicilie la nómina. También es frecuente que el banco ofrezca la contratación de un seguro que cubra posibles eventualidades (fallecimiento, invalidez, accidente…).

Simuladores de préstamos

En internet es posible encontrar muchos simuladores de préstamos, como el del portal del cliente bancario del Banco de España.

En la página web se puede calcular la cuota inicial de un préstamo con un tipo de interés y un plazo determinados o la nueva cuota a pagar si a lo largo de la vida del préstamo se modifica el tipo de interés. Además, la plataforma permite obtener tablas de amortización para comprobar la evolución del préstamo a lo largo del tiempo. Es una buena forma para hacerse una idea de qué supondría pedir ese préstamo.

¿Qué pasa si no se puede pagar la cuota del préstamo?

En caso de no poder hacer frente a la deuda, lo recomendable es hablar cuanto antes con el banco y explicar la situación para ver si es posible que nos refinancien el préstamo, es decir, que nos alarguen el plazo de devolución –reduciendo así la cuota mensual–, o incluso que nos concedan un periodo de carencia durante el que solo haya que pagar intereses.

Consejos a la hora de pedir un préstamo

La principal recomendación para adquirir un préstamo es la prudencia. Antes de solicitar un préstamo, es básico conocer cuál es la situación actual y qué capacidad de pago mensual tengo: qué tope de cuota mensual voy a poder pagar (en el presente, pero también valorando posibles eventualidades que pueden suceder).

Antes de firmar, hay que leer atentamente el contrato y preguntar todo aquello sobre lo que tengamos dudas (precio, plazos, comisiones).

Es importante tener en cuenta estas recomendaciones a la hora de pedir un préstamo y conocer los conceptos básicos antes de firmar el contrato con el banco, desde los tipos de interés a las comisiones, pasando por la morosidad o los criterios de concesión.

CaixaBank pone a disposición de sus clientes un amplio abanico de préstamos personales. Para tus planes, para financiar los estudios, para comprar un nuevo vehículo, para adquirir nuevos electrodomésticos o aparatos tecnológicos, para comprar una vivienda o para reformar tu casa. Pueden ser múltiples las finalidades por las que alguien quiere adquirir un préstamo, por ello nos adaptamos a las necesidades de cualquier persona.

Contenido elaborado por MicroBank.

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¿Estás a punto de iniciar un nuevo proyecto empresarial? ¿Tienes pensado estudiar un máster en el extranjero? ¿O tal vez estás valorando la posibilidad de comprar una nueva vivienda? En diferentes etapas de la vida, nuestros ahorros pueden no ser suficientes para pagar algunos gastos. Pedir un préstamo personal es una forma de hacer frente a grandes cantidades de dinero que pueden exceder nuestra capacidad de pago.

Este es el último artículo sobre el Programa de Educación Financiera que ha elaborado MicroBank, y que durante las últimas semanas hemos publicado en este blog.

Con un buen uso del crédito, se pueden solucionar muchas situaciones de la economía personal, familiar o empresarial. Así pues, es necesario saber qué es un préstamo, qué implica, qué criterios sigue un banco para decidir si se concede y qué costes adicionales suele tener.

¿Qué supone comprar a crédito?

Cuando no podemos esperar a disponer de nuestros ahorros para comprar algo, podemos pedir dinero prestado, y una de las maneras más frecuentes es pedir un préstamo a una entidad financiera.

Un préstamo personal es una operación por la que la entidad deja una cantidad de dinero a un cliente, que se compromete a devolverla en un plazo pactado y a pagar unos intereses y los gastos de la operación.

Cabe recordar que, antes de endeudarnos, es conveniente que nos planteemos algunas preguntas:

  • ¿Realmente lo necesito?
  • ¿Lo necesito ahora o podría esperar hasta poder pagar con mis ahorros?
  • ¿Cuánto más me va a costar comprar a crédito que si utilizara mis ahorros?
  • ¿Puedo permitirme los pagos mensuales? No ahora, sino durante toda la vida de la deuda. ¿Tengo la seguridad de que voy a mantener mi nivel de ingresos?
  • ¿Qué otras cosas tendré que sacrificar para poder pagar las cuotas mensuales?

Vamos a analizar los conceptos que hay que tener claros a la hora de pedir un préstamo y finalizaremos con recomendaciones para pedir uno.

¿Qué conceptos hay que conocer antes de pedir un préstamo?

A. Importe: es la cuantía del préstamo, llamado nominal o también principal. Se determina en función de las necesidades del solicitante y de la capacidad de endeudamiento y las garantías del mismo.

B. Cuota: la cuota es el importe periódico a pagar. Generalmente, la cuota es mensual y se compone de una parte del capital (importe que he pedido) y otra de intereses (coste de pedir el dinero).

C. Tipo de interés: es el precio que cobra la entidad financiera por dejar el dinero. El tipo de interés puede ser fijo o variable:

    1. Fijo: será siempre el mismo durante todo el tiempo durante el que tenga que devolver el préstamo, de modo que en el momento de firmar el contrato de préstamo podemos saber el coste total de este.
    2. Variable: podrá cambiar durante el tiempo en el que tenga que devolver el préstamo. El tipo de interés variable está formado por un índice de referencia oficial más un diferencial y se modifica según la evolución de los mercados. El tipo de referencia más común es el euribor, que es el tipo publicado por la Federación Bancaria Europea para las operaciones de depósitos en euros a un plazo de un año calculado a partir de lo ofertado por una muestra de bancos. En el momento de firmar el préstamo, no sabremos el coste total del mismo porque dependerá de la evolución del índice de referencia, de modo que hay que ser consciente de que las cuotas del préstamo podrán subir o bajar.

¿Qué costes adicionales suelen tener los préstamos?

Los préstamos conllevan unos costes. Entre las más comunes, destacamos:

  • Comisión de apertura: importe que se paga al formalizar un préstamo por los gastos que supone su apertura. Suele ser un pago único y corresponder a un porcentaje sobre el capital prestado.
  • Comisión de estudio: importe que se paga al formalizar un préstamo por los gastos que supone el estudio de riesgos. Suele ser un pago único y corresponder a un porcentaje sobre el capital prestado.
  • Comisión por cancelación: comisión que cobra el banco por la cancelación anticipada de un préstamo (cuando devuelves todo el préstamo antes de tiempo). Suele calcularse como un porcentaje sobre la cantidad amortizada.
  • Comisión por amortización anticipada: comisión que cobra el banco por la amortización anticipada de una parte del préstamo, es decir, cuando devuelves una parte del préstamo antes de tiempo. Suele calcularse como un porcentaje sobre la cantidad amortizada o entregada a cuenta.

¿Qué es la TAE y qué relación tiene con los préstamos?

El tipo de interés nominal no nos indica cuál es el coste real del préstamo. Para ello, debemos tener en cuenta la TAE (tasa anual equivalente).

La TAE nos da información sobre el coste real anual del préstamo, ya que se calcula a partir de una fórmula matemática normalizada, que no solo tiene en cuenta el TIN (tipo de interés nominal) de la operación, sino también la frecuencia de los pagos, las comisiones bancarias por cancelación o amortización y los demás gastos que genera la operación.

¿Qué intervalos de tiempo debemos tener en cuenta?

Al adquirir un préstamo, debemos tener muy claros dos conceptos:

Plazo de amortización: es el plazo en el que se devolverá el préstamo. Dependerá del tipo de préstamo: consumo, hipotecario, etc.

Periodo de carencia: es el período que pasa desde que se firma el préstamo hasta que se empieza a devolver el importe prestado. Normalmente, durante la carencia solo se pagan intereses, pero no el principal (aunque en el caso de la carencia total puede no tener que pagarse ninguna cuota). Los periodos de carencia son habituales en algunas ofertas de préstamos hipotecarios o personales. Por ejemplo, un préstamo con un plazo de cinco años y una carencia de seis meses quiere decir que durante los primeros seis meses voy a pagar una cuota más baja porque solo pagaré los intereses, y a partir del séptimo mes la cuota ya tendrá la parte de principal y la parte de intereses.

¿Qué criterios sigue el banco para decidir si se concede un préstamo?

La condición básica para que un banco conceda un préstamo es que tenga la seguridad de que se lo van a devolver según las condiciones pactadas, es decir, que el cliente tenga capacidad de devolución del préstamo.

Para ello, el banco suele analizar los siguientes aspectos:

  • Historial crediticio. Se analiza el historial de comportamiento con la entidad (en caso de ser cliente de la entidad) y se consulta si se han concedido préstamos con anterioridad, si se ha devuelto el dinero en el plazo correspondiente y las cantidades pendientes de pago, si ha habido descubiertos… También se solicitará información para conocer si tiene otros préstamos con otras entidades (CIRBE) y se consultarán los ficheros de morosos.
  • Ingresos estables. Se analizarán los ingresos actuales y si son estables.
  • Situación financiera y patrimonial actual. Se analizará también el nivel o ratio de endeudamiento, es decir, si con los ingresos que tenemos podemos vivir y, además, pagar la cuota mensual del préstamo. No es recomendable que la cuota del préstamo sea superior al 30-40% de los ingresos mensuales disponibles.

Además, para tener mayor seguridad de que va a cobrar el préstamo, el banco puede pedir garantías adicionales. Las garantías son los bienes y avales que se declaran para hacer frente al pago del préstamo en caso de que no se devolviera el dinero según lo acordado. Por ejemplo, el banco puede pedir que el cónyuge avale el préstamo.

El banco también puede pedir que se domicilie la nómina. También es frecuente que el banco ofrezca la contratación de un seguro que cubra posibles eventualidades (fallecimiento, invalidez, accidente…).

Simuladores de préstamos

En internet es posible encontrar muchos simuladores de préstamos, como el del portal del cliente bancario del Banco de España.

En la página web se puede calcular la cuota inicial de un préstamo con un tipo de interés y un plazo determinados o la nueva cuota a pagar si a lo largo de la vida del préstamo se modifica el tipo de interés. Además, la plataforma permite obtener tablas de amortización para comprobar la evolución del préstamo a lo largo del tiempo. Es una buena forma para hacerse una idea de qué supondría pedir ese préstamo.

¿Qué pasa si no se puede pagar la cuota del préstamo?

En caso de no poder hacer frente a la deuda, lo recomendable es hablar cuanto antes con el banco y explicar la situación para ver si es posible que nos refinancien el préstamo, es decir, que nos alarguen el plazo de devolución –reduciendo así la cuota mensual–, o incluso que nos concedan un periodo de carencia durante el que solo haya que pagar intereses.

Consejos a la hora de pedir un préstamo

La principal recomendación para adquirir un préstamo es la prudencia. Antes de solicitar un préstamo, es básico conocer cuál es la situación actual y qué capacidad de pago mensual tengo: qué tope de cuota mensual voy a poder pagar (en el presente, pero también valorando posibles eventualidades que pueden suceder).

Antes de firmar, hay que leer atentamente el contrato y preguntar todo aquello sobre lo que tengamos dudas (precio, plazos, comisiones).

Es importante tener en cuenta estas recomendaciones a la hora de pedir un préstamo y conocer los conceptos básicos antes de firmar el contrato con el banco, desde los tipos de interés a las comisiones, pasando por la morosidad o los criterios de concesión.

CaixaBank pone a disposición de sus clientes un amplio abanico de préstamos personales. Para tus planes, para financiar los estudios, para comprar un nuevo vehículo, para adquirir nuevos electrodomésticos o aparatos tecnológicos, para comprar una vivienda o para reformar tu casa. Pueden ser múltiples las finalidades por las que alguien quiere adquirir un préstamo, por ello nos adaptamos a las necesidades de cualquier persona.

Contenido elaborado por MicroBank.

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¿Qué debo saber sobre las cuentas bancarias? (post 4) https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-debo-saber-sobre-las-cuentas-bancarias/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-debo-saber-sobre-las-cuentas-bancarias/#respond Fri, 29 Dec 2017 07:00:50 +0000 CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=25985

Casi todas las familias en España tienen una o más cuentas bancarias; hoy en día es difícil vivir sin tener una cuenta.

La cuenta bancaria es un depósito de dinero abierto en una entidad de crédito. Las cuentas corrientes también se llaman depósitos a la vista, porque el dinero está siempre accesible, es decir, puedes sacar una parte o todo el dinero en cualquier momento.

Las cuentas más comunes son las cuentas corrientes, aunque también existen las cuentas o libretas de ahorro.

¿Qué puedo hacer con una cuenta?

  • Realizar pagos con cargo a la cuenta y, en general, domiciliar facturas (la del gas, el teléfono…)
  • Ingresar dinero
  • Disponer del dinero depositado en ella
  • Domiciliar la nómina
  • Hacer transferencias
  • Ingresar cheques

Titulares

La persona a cuyo nombre está abierta la cuenta se llama titular. Las cuentas corrientes o libretas pueden ser individuales (abiertas a nombre de una sola persona o titular) o estar abiertas a nombre de dos o más personas (o titulares).

Desde el año 2014, se utiliza el IBAN como identificador único de cuenta. Estas siglas corresponden al código internacional estandarizado para la identificación de cuentas bancarias.

Todo sobre las cuentas corrientes de los bancos

El IBAN se compone de una serie de letras y números que identifican una cuenta determinada en una entidad financiera; es decir, a cada cuenta le corresponde un único IBAN y a través de este código se identifican el país, la entidad, la oficina y la cuenta. También hay unos dígitos (números) de control de la cuenta.

En caso de que una cuenta esté abierta a nombre de dos o más personas, la cuenta puede ser:

  • Solidaria o indistinta: cualquiera de los titulares puede hacer las operaciones en la cuenta que establezca el contrato (también es posible autorizar a otra persona para que pueda actuar en nombre y representación del titular, realizando ingresos y retirando dinero, etc.).
  • Conjunta o mancomunada: se necesita la firma de todos los titulares para autorizar cualquier acto (cancelación, firma de cheques, disposición del saldo, envío de transferencias, autorización de representantes, etc.). Por ejemplo, si tengo una cuenta a nombre de mi hijo y mía, y es mancomunada, él no podrá sacar dinero si yo no firmo.

Características de la cuenta bancaria

  • Dinero (liquidez) inmediato: como ya hemos dicho, si se dispone de dinero (o saldo) en la cuenta, es posible disponer de todo o parte de él en cualquier momento.
  • Producto bancario sencillo sin demasiados requisitos de apertura.
  • Posibilidad de asociar una tarjeta de débito o de crédito a la cuenta.
  • Posibilidad de domiciliar nóminas, recibos y servicios en general.
  • Las cuentas no están pensadas para ahorrar a largo plazo.

Costes de la cuenta

Las cuentas suelen tener costes por los servicios de mantenimiento y administración. Además, puede haber otro tipo de gastos por servicios asociados a la cuenta, como por ejemplo por realizar transferencias, por usar la banca online, por ingresar dinero en la oficina…

En general, las entidades ofrecen mejores condiciones a aquellos clientes con los que hay mayor relación (vinculación). Muchas entidades no cobran estos costes si se cumplen una serie de condiciones, por ejemplo si se domicilia la nómina por un importe mínimo.

Extracto bancario

El extracto es el documento que te envía tu banco y que recoge todos los movimientos de tu cuenta bancaria. Antes, las entidades lo enviaban por correo postal, pero cada vez más las personas usan la banca online y consultan sus movimientos en la web del banco. En el extracto aparecen el IBAN y el número de cuenta con el nombre del titular.

Los abonos del banco representan ingresos o aumentos de saldo (por ejemplo, el ingreso de la nómina) y los cargos del banco son pagos o salidas de dinero (por ejemplo, el pago de la factura de la luz o una compra con tarjeta).

El saldo de una cuenta es la diferencia entre los movimientos de entradas de dinero registrados y los movimientos de salidas de dinero registrados.

El saldo disponible es el importe en la cuenta que puede utilizarse libremente. Cabe recordar que el saldo y el saldo disponible pueden no coincidir si hay alguna orden de pago que ha sido cursada, pero aún no se ha cobrado efectivamente.

Saldo en cuenta

Para sacar dinero de una cuenta corriente o hacer un pago, debes disponer de dinero suficiente.

Los números rojos de la cuenta se producen cuando se realiza una retirada o un pago de dinero sin que haya saldo suficiente en la cuenta. Por ejemplo, si en la cuenta tienes 50 euros y te llega un recibo de la luz de 60 euros, si la cuenta lo permite tendrás un saldo negativo de 10 euros. Si la cuenta permite estos saldos, también podrás sacar dinero del cajero hasta un importe fijado por el banco.

No todas las cuentas permiten estar en números rojos. Hay cuentas que no lo permiten y, en caso de que pase un recibo y no haya saldo en la cuenta, el banco devolverá el recibo sin pagarlo.

Hay que tener en cuenta que el coste de tener un saldo negativo puede ser significativo, porque el banco cobra intereses por ello (el tipo de interés está legalmente limitado para los consumidores) y, además, cobra un coste.

Es recomendable no caer en estas situaciones para evitar los costes asociados, porque quiere decir que tenemos un buen comportamiento financiero y esto nos ayudará si en algún momento queremos pedir un préstamo al banco.

Consejos para abrir una cuenta bancaria

  1. Dirigirse a un banco (a una oficina o por internet)
  2. Informarse de las condiciones de la cuenta y preguntar:
    1. ¿Cuál es el coste de la cuenta (comisiones de mantenimiento…)?
    2. ¿Tengo que cumplir algunas condiciones? ¿Qué pasa si no las cumplo? A veces, si tengo un saldo mínimo, no me cobran comisiones, pero si bajo de ese saldo sí me las cobran.
    3. ¿Cuáles son los servicios asociados a la cuenta? Hay que saber qué operaciones podremos realizar con la cuenta y las posibles comisiones o gastos adicionales que tendremos que pagar: transferencias, traspasos, domiciliación de recibos, pago de impuestos…
    4. ¿Permite descubiertos? ¿Cuál es el coste de los descubiertos?
    5. Posibilidad de domiciliar tarjetas y cuál es su coste.
    6. ¿Tengo acceso a banca online? ¿Qué puedo hacer y cuál es el coste?
    7. ¿Qué operativa puedo hacer en banca online? ¿Tiene algún coste adicional? Es muy cómodo poder utilizar la banca online, ya que permite ahorrar tiempo porque no es necesario acudir a la oficina.
  3. Comparar las condiciones con otras entidades

Cada entidad puede solicitar información diferente para abrir una cuenta, pero en general todas pedirán el DNI o el NIE. Es importante saber que la entidad puede rechazar la solicitud de apertura de la cuenta.

Recomendaciones en el uso de una cuenta bancaria

  • Controlar periódicamente los movimientos y comprobar que no se han efectuado pagos o cobrado comisiones indebidamente.
  • Comunicar inmediatamente cualquier discrepancia a la oficina bancaria.
  • Comprobar los recibos y los extractos de los cajeros.

Hay que recordar que la información de los movimientos de la cuenta representa una información imprescindible para elaborar o controlar el presupuesto familiar. Muchas entidades ofrecen en la web del banco la posibilidad de realizar un seguimiento de las finanzas personales.

En definitiva, todos debemos conocer las características y las particularidades de las cuentas bancarias, así como las posibilidades que nos ofrecen a la hora de operar con ellas. Una buena información nos permitirá sacar el máximo provecho de este instrumento financiero, que está al alcance de todos.

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Casi todas las familias en España tienen una o más cuentas bancarias; hoy en día es difícil vivir sin tener una cuenta.

La cuenta bancaria es un depósito de dinero abierto en una entidad de crédito. Las cuentas corrientes también se llaman depósitos a la vista, porque el dinero está siempre accesible, es decir, puedes sacar una parte o todo el dinero en cualquier momento.

Las cuentas más comunes son las cuentas corrientes, aunque también existen las cuentas o libretas de ahorro.

¿Qué puedo hacer con una cuenta?

  • Realizar pagos con cargo a la cuenta y, en general, domiciliar facturas (la del gas, el teléfono…)
  • Ingresar dinero
  • Disponer del dinero depositado en ella
  • Domiciliar la nómina
  • Hacer transferencias
  • Ingresar cheques

Titulares

La persona a cuyo nombre está abierta la cuenta se llama titular. Las cuentas corrientes o libretas pueden ser individuales (abiertas a nombre de una sola persona o titular) o estar abiertas a nombre de dos o más personas (o titulares).

Desde el año 2014, se utiliza el IBAN como identificador único de cuenta. Estas siglas corresponden al código internacional estandarizado para la identificación de cuentas bancarias.

Todo sobre las cuentas corrientes de los bancos

El IBAN se compone de una serie de letras y números que identifican una cuenta determinada en una entidad financiera; es decir, a cada cuenta le corresponde un único IBAN y a través de este código se identifican el país, la entidad, la oficina y la cuenta. También hay unos dígitos (números) de control de la cuenta.

En caso de que una cuenta esté abierta a nombre de dos o más personas, la cuenta puede ser:

  • Solidaria o indistinta: cualquiera de los titulares puede hacer las operaciones en la cuenta que establezca el contrato (también es posible autorizar a otra persona para que pueda actuar en nombre y representación del titular, realizando ingresos y retirando dinero, etc.).
  • Conjunta o mancomunada: se necesita la firma de todos los titulares para autorizar cualquier acto (cancelación, firma de cheques, disposición del saldo, envío de transferencias, autorización de representantes, etc.). Por ejemplo, si tengo una cuenta a nombre de mi hijo y mía, y es mancomunada, él no podrá sacar dinero si yo no firmo.

Características de la cuenta bancaria

  • Dinero (liquidez) inmediato: como ya hemos dicho, si se dispone de dinero (o saldo) en la cuenta, es posible disponer de todo o parte de él en cualquier momento.
  • Producto bancario sencillo sin demasiados requisitos de apertura.
  • Posibilidad de asociar una tarjeta de débito o de crédito a la cuenta.
  • Posibilidad de domiciliar nóminas, recibos y servicios en general.
  • Las cuentas no están pensadas para ahorrar a largo plazo.

Costes de la cuenta

Las cuentas suelen tener costes por los servicios de mantenimiento y administración. Además, puede haber otro tipo de gastos por servicios asociados a la cuenta, como por ejemplo por realizar transferencias, por usar la banca online, por ingresar dinero en la oficina…

En general, las entidades ofrecen mejores condiciones a aquellos clientes con los que hay mayor relación (vinculación). Muchas entidades no cobran estos costes si se cumplen una serie de condiciones, por ejemplo si se domicilia la nómina por un importe mínimo.

Extracto bancario

El extracto es el documento que te envía tu banco y que recoge todos los movimientos de tu cuenta bancaria. Antes, las entidades lo enviaban por correo postal, pero cada vez más las personas usan la banca online y consultan sus movimientos en la web del banco. En el extracto aparecen el IBAN y el número de cuenta con el nombre del titular.

Los abonos del banco representan ingresos o aumentos de saldo (por ejemplo, el ingreso de la nómina) y los cargos del banco son pagos o salidas de dinero (por ejemplo, el pago de la factura de la luz o una compra con tarjeta).

El saldo de una cuenta es la diferencia entre los movimientos de entradas de dinero registrados y los movimientos de salidas de dinero registrados.

El saldo disponible es el importe en la cuenta que puede utilizarse libremente. Cabe recordar que el saldo y el saldo disponible pueden no coincidir si hay alguna orden de pago que ha sido cursada, pero aún no se ha cobrado efectivamente.

Saldo en cuenta

Para sacar dinero de una cuenta corriente o hacer un pago, debes disponer de dinero suficiente.

Los números rojos de la cuenta se producen cuando se realiza una retirada o un pago de dinero sin que haya saldo suficiente en la cuenta. Por ejemplo, si en la cuenta tienes 50 euros y te llega un recibo de la luz de 60 euros, si la cuenta lo permite tendrás un saldo negativo de 10 euros. Si la cuenta permite estos saldos, también podrás sacar dinero del cajero hasta un importe fijado por el banco.

No todas las cuentas permiten estar en números rojos. Hay cuentas que no lo permiten y, en caso de que pase un recibo y no haya saldo en la cuenta, el banco devolverá el recibo sin pagarlo.

Hay que tener en cuenta que el coste de tener un saldo negativo puede ser significativo, porque el banco cobra intereses por ello (el tipo de interés está legalmente limitado para los consumidores) y, además, cobra un coste.

Es recomendable no caer en estas situaciones para evitar los costes asociados, porque quiere decir que tenemos un buen comportamiento financiero y esto nos ayudará si en algún momento queremos pedir un préstamo al banco.

Consejos para abrir una cuenta bancaria

  1. Dirigirse a un banco (a una oficina o por internet)
  2. Informarse de las condiciones de la cuenta y preguntar:
    1. ¿Cuál es el coste de la cuenta (comisiones de mantenimiento…)?
    2. ¿Tengo que cumplir algunas condiciones? ¿Qué pasa si no las cumplo? A veces, si tengo un saldo mínimo, no me cobran comisiones, pero si bajo de ese saldo sí me las cobran.
    3. ¿Cuáles son los servicios asociados a la cuenta? Hay que saber qué operaciones podremos realizar con la cuenta y las posibles comisiones o gastos adicionales que tendremos que pagar: transferencias, traspasos, domiciliación de recibos, pago de impuestos…
    4. ¿Permite descubiertos? ¿Cuál es el coste de los descubiertos?
    5. Posibilidad de domiciliar tarjetas y cuál es su coste.
    6. ¿Tengo acceso a banca online? ¿Qué puedo hacer y cuál es el coste?
    7. ¿Qué operativa puedo hacer en banca online? ¿Tiene algún coste adicional? Es muy cómodo poder utilizar la banca online, ya que permite ahorrar tiempo porque no es necesario acudir a la oficina.
  3. Comparar las condiciones con otras entidades

Cada entidad puede solicitar información diferente para abrir una cuenta, pero en general todas pedirán el DNI o el NIE. Es importante saber que la entidad puede rechazar la solicitud de apertura de la cuenta.

Recomendaciones en el uso de una cuenta bancaria

  • Controlar periódicamente los movimientos y comprobar que no se han efectuado pagos o cobrado comisiones indebidamente.
  • Comunicar inmediatamente cualquier discrepancia a la oficina bancaria.
  • Comprobar los recibos y los extractos de los cajeros.

Hay que recordar que la información de los movimientos de la cuenta representa una información imprescindible para elaborar o controlar el presupuesto familiar. Muchas entidades ofrecen en la web del banco la posibilidad de realizar un seguimiento de las finanzas personales.

En definitiva, todos debemos conocer las características y las particularidades de las cuentas bancarias, así como las posibilidades que nos ofrecen a la hora de operar con ellas. Una buena información nos permitirá sacar el máximo provecho de este instrumento financiero, que está al alcance de todos.

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¿Qué hay que tener en cuenta antes de endeudarse? (post 3) https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-hay-que-tener-en-cuenta-antes-de-endeudarse/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-hay-que-tener-en-cuenta-antes-de-endeudarse/#respond Thu, 23 Nov 2017 00:15:18 +0000 CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=25703

Hemos aprendido en el capítulo anterior que si queremos comprar algo con nuestros ahorros, tenemos que hacer un plan de ahorro y podemos tardar meses, e incluso años, en reunir todo el dinero que necesitamos.

En algunas ocasiones preferimos no esperar, o incluso esta espera no es posible y es entonces cuando tenemos que recurrir al endeudamiento: por ejemplo, si necesito comprar un coche porque tengo que desplazarme al trabajo, no puedo esperar cinco años a ahorrar el dinero para comprarlo en efectivo.

Casi todas las familias se endeudan en algún momento de su vida, bien sea para pagar el ordenador del niño, comprar un coche, una casa…

Endeudarse quiere decir utilizar dinero prestado para comprar ahora y pagar más tarde. Normalmente cuando nos endeudamos lo hacemos con un banco u otro tipo de entidad financiera y tenemos que pagar intereses o comisiones para que nos dejen este dinero (los intereses, comisiones y características de los préstamos se tratarán en el siguiente capítulo).

A continuación vamos a explicar qué tipos de endeudamiento existen, qué hay que saber antes de endeudarnos y qué hacer cuando tenemos dificultades para pagar todas nuestras deudas.

Tipos de endeudamiento

El endeudamiento no es por definición ni bueno ni malo. Una buena gestión del endeudamiento no tiene por qué hacer peligrar nuestra tranquilidad financiera.

Hay que diferenciar entre dos tipos de endeudamiento:

  • Endeudamiento razonable: cuando pedimos dinero prestado para comprar bienes o servicios que aumentan su valor con el tiempo (por ejemplo, una vivienda puede aumentar de valor –aunque no siempre, como hemos visto los últimos años–) o que nos generarán ingresos (p. ej., comprar una furgoneta para iniciar un negocio de mudanzas…). En estos casos, el endeudamiento será razonable siempre que tengamos ingresos suficientes para hacer frente al pago de la deuda.
  • Endeudamiento demasiado elevado: cuando pedimos dinero prestado para comprar bienes o servicios que no necesitamos o que, aunque necesitemos, no podemos permitirnos, es decir, cuando no tenemos suficientes ingresos para hacer frente al pago de la deuda. También es demasiado elevado cuando lo hacemos a pesar de estar ya endeudados, lo que puede implicar un sobreendeudamiento. Los expertos recomiendan como criterio general no superar un porcentaje de endeudamiento de entre el 30% – 40% de la renta disponible.

Reflexiones antes de endeudarnos

Antes de endeudarnos, es conveniente que nos planteemos algunas preguntas:

  • ¿Realmente lo necesito?
  • ¿Lo necesito ahora o podría esperar hasta poder pagar en efectivo?
  • ¿Cuánto más me va a costar comprar a crédito que si utilizara efectivo?
  • ¿Puedo permitirme los pagos mensuales? No ahora, sino durante toda la vida de la deuda. ¿Tengo la seguridad de que voy a mantener mis niveles de ingresos?
  • ¿Qué otras cosas tendré que sacrificar para poder pagar las cuotas mensuales?

Sobreendeudamiento

Para finalizar, vamos a ver qué es el sobreendeudamiento y algunos consejos sobre cómo actuar en caso de sobreendeudamiento.

Decimos que estamos sobreendeudados cuando tenemos deudas y necesitamos endeudarnos más para poder pagar las deudas anteriores.

Ante esta situación, algunos consejos sobre cómo actuar:

  • Actuar lo antes posible, aunque nos puede resultar difícil, cuanto antes busquemos soluciones antes solucionaremos el problema.
  • Analizar la situación sin tomar decisiones precipitadas.
  • Revisar la situación del presupuesto familiar para ver si podemos aumentar los ingresos o reducir los gastos; por ejemplo, si podemos reducir el gasto en ropa o acceder a alguna ayuda o subvención.
  • Tener presente el listado de deudas y priorizarlas en función de la urgencia y la importancia de las consecuencias de los impagos. No es lo mismo deber un mes al banco o a la compañía eléctrica que a un familiar o conocido.
  • Negociar las deudas.
  • Elaborar un plan de emergencia: pensar y escribir el plan para que no olvidemos la forma en que hemos decidido actuar.

En estas situaciones, es muy importante tratar de implicar a todos los miembros de la unidad familiar, de nada sirve que unos tomen medidas de urgencia si otros siguen realizando gastos sin control.

Teniendo en cuenta todos los elementos explicados en este capítulo, se deduce la importancia de reflexionar antes de llevar a cabo cualquier tipo de endeudamiento, y sobre todo analizar si el gasto que queremos afrontar mediante un préstamo es realmente necesario y si tenemos la seguridad de que nuestros ingresos futuros nos permitirán pagar las cuotas mensuales. En caso de caer en una situación de sobreendeudamiento, es aconsejable actuar lo antes posible para solucionarlo.

Contenido elaborado por MicroBank.

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Hemos aprendido en el capítulo anterior que si queremos comprar algo con nuestros ahorros, tenemos que hacer un plan de ahorro y podemos tardar meses, e incluso años, en reunir todo el dinero que necesitamos.

En algunas ocasiones preferimos no esperar, o incluso esta espera no es posible y es entonces cuando tenemos que recurrir al endeudamiento: por ejemplo, si necesito comprar un coche porque tengo que desplazarme al trabajo, no puedo esperar cinco años a ahorrar el dinero para comprarlo en efectivo.

Casi todas las familias se endeudan en algún momento de su vida, bien sea para pagar el ordenador del niño, comprar un coche, una casa…

Endeudarse quiere decir utilizar dinero prestado para comprar ahora y pagar más tarde. Normalmente cuando nos endeudamos lo hacemos con un banco u otro tipo de entidad financiera y tenemos que pagar intereses o comisiones para que nos dejen este dinero (los intereses, comisiones y características de los préstamos se tratarán en el siguiente capítulo).

A continuación vamos a explicar qué tipos de endeudamiento existen, qué hay que saber antes de endeudarnos y qué hacer cuando tenemos dificultades para pagar todas nuestras deudas.

Tipos de endeudamiento

El endeudamiento no es por definición ni bueno ni malo. Una buena gestión del endeudamiento no tiene por qué hacer peligrar nuestra tranquilidad financiera.

Hay que diferenciar entre dos tipos de endeudamiento:

  • Endeudamiento razonable: cuando pedimos dinero prestado para comprar bienes o servicios que aumentan su valor con el tiempo (por ejemplo, una vivienda puede aumentar de valor –aunque no siempre, como hemos visto los últimos años–) o que nos generarán ingresos (p. ej., comprar una furgoneta para iniciar un negocio de mudanzas…). En estos casos, el endeudamiento será razonable siempre que tengamos ingresos suficientes para hacer frente al pago de la deuda.
  • Endeudamiento demasiado elevado: cuando pedimos dinero prestado para comprar bienes o servicios que no necesitamos o que, aunque necesitemos, no podemos permitirnos, es decir, cuando no tenemos suficientes ingresos para hacer frente al pago de la deuda. También es demasiado elevado cuando lo hacemos a pesar de estar ya endeudados, lo que puede implicar un sobreendeudamiento. Los expertos recomiendan como criterio general no superar un porcentaje de endeudamiento de entre el 30% – 40% de la renta disponible.

Reflexiones antes de endeudarnos

Antes de endeudarnos, es conveniente que nos planteemos algunas preguntas:

  • ¿Realmente lo necesito?
  • ¿Lo necesito ahora o podría esperar hasta poder pagar en efectivo?
  • ¿Cuánto más me va a costar comprar a crédito que si utilizara efectivo?
  • ¿Puedo permitirme los pagos mensuales? No ahora, sino durante toda la vida de la deuda. ¿Tengo la seguridad de que voy a mantener mis niveles de ingresos?
  • ¿Qué otras cosas tendré que sacrificar para poder pagar las cuotas mensuales?

Sobreendeudamiento

Para finalizar, vamos a ver qué es el sobreendeudamiento y algunos consejos sobre cómo actuar en caso de sobreendeudamiento.

Decimos que estamos sobreendeudados cuando tenemos deudas y necesitamos endeudarnos más para poder pagar las deudas anteriores.

Ante esta situación, algunos consejos sobre cómo actuar:

  • Actuar lo antes posible, aunque nos puede resultar difícil, cuanto antes busquemos soluciones antes solucionaremos el problema.
  • Analizar la situación sin tomar decisiones precipitadas.
  • Revisar la situación del presupuesto familiar para ver si podemos aumentar los ingresos o reducir los gastos; por ejemplo, si podemos reducir el gasto en ropa o acceder a alguna ayuda o subvención.
  • Tener presente el listado de deudas y priorizarlas en función de la urgencia y la importancia de las consecuencias de los impagos. No es lo mismo deber un mes al banco o a la compañía eléctrica que a un familiar o conocido.
  • Negociar las deudas.
  • Elaborar un plan de emergencia: pensar y escribir el plan para que no olvidemos la forma en que hemos decidido actuar.

En estas situaciones, es muy importante tratar de implicar a todos los miembros de la unidad familiar, de nada sirve que unos tomen medidas de urgencia si otros siguen realizando gastos sin control.

Teniendo en cuenta todos los elementos explicados en este capítulo, se deduce la importancia de reflexionar antes de llevar a cabo cualquier tipo de endeudamiento, y sobre todo analizar si el gasto que queremos afrontar mediante un préstamo es realmente necesario y si tenemos la seguridad de que nuestros ingresos futuros nos permitirán pagar las cuotas mensuales. En caso de caer en una situación de sobreendeudamiento, es aconsejable actuar lo antes posible para solucionarlo.

Contenido elaborado por MicroBank.

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¿Qué se entiende por ahorrar? (post 2) https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-se-entiende-por-ahorrar/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-se-entiende-por-ahorrar/#respond Thu, 09 Nov 2017 08:24:54 +0000 CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=25604

El ahorro es la parte de los ingresos que no gastamos. Ahorrar consiste en reservar una parte de los ingresos para usarlos más adelante, según los planes que se tengan para el futuro o los imprevistos que surjan.

Pero… ¿para qué ahorrar? En primer lugar, para afrontar imprevistos. En cualquier momento puede ocurrir alguna circunstancia que nos obligue a hacer un gasto inesperado: una multa, una avería en el coche, un robo o una enfermedad pueden trastocar nuestro presupuesto. Si tenemos unos ahorros, podremos afrontar mejor estos imprevistos.

Ahorrar también nos permite cumplir objetivos en el futuro. Poder comprar un coche o una vivienda, hacer un viaje, pagar los estudios de los hijos o la jubilación pueden ser objetivos para nuestro futuro.

En definitiva, tener ahorros nos permite vivir más tranquilos y con una mejor calidad de vida, ya que los ahorros nos dan la seguridad y la independencia financiera que necesitamos para atender las necesidades de la familia y para cumplir objetivos y afrontar imprevistos.

El ahorro es la clave para nuestra tranquilidad. Es mucho mejor consumir de forma responsable en el presente y poder ahorrar que vivir gastando más de lo que se gana y estar siempre en deuda.

¿Cuáles son las formas de ahorrar?

Plan de ahorro

En primer lugar, tenemos que estar convencidos de la importancia de ahorrar. Puede que nuestros ingresos sean pequeños y en ocasiones no podamos ahorrar o podamos ahorrar cantidades muy pequeñas, pero es útil tener consciencia de que no gastar todo el dinero que tenemos es un hábito que nos va a permitir vivir de forma más relajada ante posibles imprevistos a los que tengamos que hacer frente.

Una manera de ahorrar es hacer un plan de ahorro. En primer lugar, debemos tener un conocimiento real de nuestros ingresos. Después marcaremos un objetivo, que puede ser tener un pequeño fondo de emergencia.

Fondo de emergencia

El fondo de emergencia es el dinero que guardamos para hacer frente a imprevistos como averías en electrodomésticos, reparaciones del vehículo o en la vivienda, problemas dentales… Sin un fondo de dinero apartado para imprevistos, lo normal es tener que recurrir a opciones más costosas: pedir un préstamo o pagar con tarjeta de crédito. Endeudarnos más en tiempos difíciles es poco aconsejable, ya que los intereses harían aumentar nuestros gastos fijos cuando menos nos lo podemos permitir. Es la mejor forma de caer en la trampa de un endeudamiento cada vez mayor. Además, en casos de necesidad nos podemos ver forzados a aceptar condiciones poco favorables.

¿Cuánto dinero tiene que haber?

La cantidad necesaria para el fondo de emergencia depende de las circunstancias personales: con qué ingresos cuenta la familia, cuántas personas están a nuestro cargo y qué otras opciones tendríamos para encontrar dinero rápidamente en caso de necesidad. Los expertos aconsejan acumular un fondo de emergencia equivalente a entre tres y seis meses de gastos obligatorios, es decir, lo suficiente para pagar la hipoteca o el alquiler y la cuota de los demás préstamos, comida, luz, seguros, colegios, etc. durante ese periodo. Un fondo de emergencia no elimina la necesidad de tener cobertura adecuada para contingencias graves a través de pólizas de seguros.

¿Dónde lo guardo?

Es importante que el dinero del fondo de emergencia esté en un lugar fácilmente disponible y que a la vez sea seguro (no poner el dinero en productos financieros con riesgo, como acciones…). A la vez, es recomendable que no esté en la cuenta principal del hogar, ya que es fácil que se gaste el dinero en otros conceptos. Por ejemplo, podemos tener una cuenta únicamente de ahorro.

Hábitos de ahorro

El ahorro es un hábito, es decir, un comportamiento que repetimos regularmente. Estos son algunos hábitos de ahorro:

  • Fijar metas accesibles.
  • Establecer un objetivo de ahorro mensual.
  • Establecer prioridades de gasto y de ahorro.
  • Realizar un presupuesto mensual y uno anual.
  • Pensarlo dos veces antes de gastar dinero en algo.
  • Evitar las compras compulsivas.
  • Hacer balance a fin de mes.
  • Mantener nuestro compromiso de ahorro mes a mes.
  • Revisar la evolución de nuestros objetivos periódicamente.

El ahorro, un gasto mensual más

Una buena forma de ahorrar es considerar el dinero que quiero ahorrar como un gasto más al mes; es decir, igual que tengo que pagar a las compañías de electricidad, teléfono y seguros, me pago a mí mismo. Es más fácil si retiramos esta cantidad a principios de mes antes de gastarla en otras cosas.

Si decidimos ahorrar un tanto por ciento de nuestros ingresos mensuales, por ejemplo un 10%, podemos incluir ese 10% dentro de los gastos fijos de nuestro presupuesto. Posiblemente, según nuestras circunstancias personales o la etapa de la vida en la que nos encontremos, después de realizar todos los recortes posibles el presupuesto siga siendo demasiado ajustado para permitir un 10% de ahorro mensual. Aunque solo podamos ahorrar 5 o 10 euros cada mes, vale la pena.

Una de las herramientas para facilitar el ahorro es Mi Hucha, un servicio sin coste, personalizable y social que ofrece a los clientes de CaixaBank un sistema de ahorro sistemático. Este servicio permite abrir una cuenta de ahorro destinada a recibir aportaciones, donde cada titular puede tener un máximo de cinco huchas, cada una con un saldo máximo de 100.000 euros.

La cantidad no es lo más importante, sino adquirir el hábito de ahorrar

Los pequeños ahorros pueden ayudar a marcar la diferencia. Por ejemplo, si todos los días por la mañana desayunas en un bar por 2,50 €, esto es:

  • 50 € al mes (20 días x 2,50 €)
  • 600 € al año (12 meses x 50 €)

Como hemos visto en este capítulo, adoptar hábitos de ahorro es siempre beneficioso aunque sea en cantidades que puedan considerarse pequeñas. Guardar unos ahorros de forma periódica nos aporta tranquilidad y mejora nuestra calidad de vida, puesto que nos permite afrontar posibles imprevistos y, a su vez, hace posible cumplir nuestros proyectos de futuro sin recurrir a métodos más costosos.

Contenido elaborado por MicroBank

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El ahorro es la parte de los ingresos que no gastamos. Ahorrar consiste en reservar una parte de los ingresos para usarlos más adelante, según los planes que se tengan para el futuro o los imprevistos que surjan.

Pero… ¿para qué ahorrar? En primer lugar, para afrontar imprevistos. En cualquier momento puede ocurrir alguna circunstancia que nos obligue a hacer un gasto inesperado: una multa, una avería en el coche, un robo o una enfermedad pueden trastocar nuestro presupuesto. Si tenemos unos ahorros, podremos afrontar mejor estos imprevistos.

Ahorrar también nos permite cumplir objetivos en el futuro. Poder comprar un coche o una vivienda, hacer un viaje, pagar los estudios de los hijos o la jubilación pueden ser objetivos para nuestro futuro.

En definitiva, tener ahorros nos permite vivir más tranquilos y con una mejor calidad de vida, ya que los ahorros nos dan la seguridad y la independencia financiera que necesitamos para atender las necesidades de la familia y para cumplir objetivos y afrontar imprevistos.

El ahorro es la clave para nuestra tranquilidad. Es mucho mejor consumir de forma responsable en el presente y poder ahorrar que vivir gastando más de lo que se gana y estar siempre en deuda.

¿Cuáles son las formas de ahorrar?

Plan de ahorro

En primer lugar, tenemos que estar convencidos de la importancia de ahorrar. Puede que nuestros ingresos sean pequeños y en ocasiones no podamos ahorrar o podamos ahorrar cantidades muy pequeñas, pero es útil tener consciencia de que no gastar todo el dinero que tenemos es un hábito que nos va a permitir vivir de forma más relajada ante posibles imprevistos a los que tengamos que hacer frente.

Una manera de ahorrar es hacer un plan de ahorro. En primer lugar, debemos tener un conocimiento real de nuestros ingresos. Después marcaremos un objetivo, que puede ser tener un pequeño fondo de emergencia.

Fondo de emergencia

El fondo de emergencia es el dinero que guardamos para hacer frente a imprevistos como averías en electrodomésticos, reparaciones del vehículo o en la vivienda, problemas dentales… Sin un fondo de dinero apartado para imprevistos, lo normal es tener que recurrir a opciones más costosas: pedir un préstamo o pagar con tarjeta de crédito. Endeudarnos más en tiempos difíciles es poco aconsejable, ya que los intereses harían aumentar nuestros gastos fijos cuando menos nos lo podemos permitir. Es la mejor forma de caer en la trampa de un endeudamiento cada vez mayor. Además, en casos de necesidad nos podemos ver forzados a aceptar condiciones poco favorables.

¿Cuánto dinero tiene que haber?

La cantidad necesaria para el fondo de emergencia depende de las circunstancias personales: con qué ingresos cuenta la familia, cuántas personas están a nuestro cargo y qué otras opciones tendríamos para encontrar dinero rápidamente en caso de necesidad. Los expertos aconsejan acumular un fondo de emergencia equivalente a entre tres y seis meses de gastos obligatorios, es decir, lo suficiente para pagar la hipoteca o el alquiler y la cuota de los demás préstamos, comida, luz, seguros, colegios, etc. durante ese periodo. Un fondo de emergencia no elimina la necesidad de tener cobertura adecuada para contingencias graves a través de pólizas de seguros.

¿Dónde lo guardo?

Es importante que el dinero del fondo de emergencia esté en un lugar fácilmente disponible y que a la vez sea seguro (no poner el dinero en productos financieros con riesgo, como acciones…). A la vez, es recomendable que no esté en la cuenta principal del hogar, ya que es fácil que se gaste el dinero en otros conceptos. Por ejemplo, podemos tener una cuenta únicamente de ahorro.

Hábitos de ahorro

El ahorro es un hábito, es decir, un comportamiento que repetimos regularmente. Estos son algunos hábitos de ahorro:

  • Fijar metas accesibles.
  • Establecer un objetivo de ahorro mensual.
  • Establecer prioridades de gasto y de ahorro.
  • Realizar un presupuesto mensual y uno anual.
  • Pensarlo dos veces antes de gastar dinero en algo.
  • Evitar las compras compulsivas.
  • Hacer balance a fin de mes.
  • Mantener nuestro compromiso de ahorro mes a mes.
  • Revisar la evolución de nuestros objetivos periódicamente.

El ahorro, un gasto mensual más

Una buena forma de ahorrar es considerar el dinero que quiero ahorrar como un gasto más al mes; es decir, igual que tengo que pagar a las compañías de electricidad, teléfono y seguros, me pago a mí mismo. Es más fácil si retiramos esta cantidad a principios de mes antes de gastarla en otras cosas.

Si decidimos ahorrar un tanto por ciento de nuestros ingresos mensuales, por ejemplo un 10%, podemos incluir ese 10% dentro de los gastos fijos de nuestro presupuesto. Posiblemente, según nuestras circunstancias personales o la etapa de la vida en la que nos encontremos, después de realizar todos los recortes posibles el presupuesto siga siendo demasiado ajustado para permitir un 10% de ahorro mensual. Aunque solo podamos ahorrar 5 o 10 euros cada mes, vale la pena.

Una de las herramientas para facilitar el ahorro es Mi Hucha, un servicio sin coste, personalizable y social que ofrece a los clientes de CaixaBank un sistema de ahorro sistemático. Este servicio permite abrir una cuenta de ahorro destinada a recibir aportaciones, donde cada titular puede tener un máximo de cinco huchas, cada una con un saldo máximo de 100.000 euros.

La cantidad no es lo más importante, sino adquirir el hábito de ahorrar

Los pequeños ahorros pueden ayudar a marcar la diferencia. Por ejemplo, si todos los días por la mañana desayunas en un bar por 2,50 €, esto es:

  • 50 € al mes (20 días x 2,50 €)
  • 600 € al año (12 meses x 50 €)

Como hemos visto en este capítulo, adoptar hábitos de ahorro es siempre beneficioso aunque sea en cantidades que puedan considerarse pequeñas. Guardar unos ahorros de forma periódica nos aporta tranquilidad y mejora nuestra calidad de vida, puesto que nos permite afrontar posibles imprevistos y, a su vez, hace posible cumplir nuestros proyectos de futuro sin recurrir a métodos más costosos.

Contenido elaborado por MicroBank

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¿Qué es un presupuesto? (post 1) https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-es-un-presupuesto/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/que-es-un-presupuesto/#respond Fri, 27 Oct 2017 07:34:23 +0000 CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=25343

La reciente crisis económica y financiera que hemos vivido ha tenido un gran impacto en la economía y ha incrementado el número de familias en riesgo de pobreza y exclusión social. Numerosas familias llegan a fin de mes con mucha dificultad y gran parte de los hogares no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos. Según un informe sobre economía familiar, 9 de cada 10 familias no saben exactamente lo que gastan cada mes. El mismo estudio indica que el número de familias que gestionan un sistema de planificación económica es muy bajo, solo un 9 %. Esto es debido, en gran parte, a la falta de formación en economía familiar, que lleva al descontrol de su propia gestión.


Consciente de ello, MicroBank creó el Programa de Educación Financiera, que tiene como objetivo facilitar herramientas para una mejor gestión de la economía familiar y proporcionar conocimientos sobre los beneficios y riesgos de los productos financieros básicos para hacer un buen uso de ellos. Los talleres de finanzas personales llevados a cabo por voluntarios de ”la Caixa” con la colaboración de entidades sociales son el núcleo central del programa.

Con motivo de la reciente celebración del Día de la Educación Financiera, iniciamos con este post una serie de artículos para poner a disposición de todos conocimientos básicos y difundir la importancia de la planificación financiera, el ahorro y el endeudamiento responsable con el objetivo de facilitar la toma de decisiones económicas de las personas y las familias.

¿Qué es el presupuesto?

El presupuesto es la parte básica de un plan financiero bien desarrollado y, en general, se debería planear anualmente para que sirva de previsión y también mensualmente para controlar si lo estamos cumpliendo.

Lo ideal es hacer el presupuesto anual, de todos los meses del año, porque hay gastos que solo tenemos una vez al año y debemos estar preparados, como por ejemplo: gastos escolares en septiembre, pago de impuestos, pago del seguro del coche…

No obstante, en este capítulo nos vamos a centrar en el presupuesto mensual, porque esto nos permitirá integrarlo de manera más fácil en el ritmo normal de vida, ya que, en general, las facturas se pagan mensualmente, el salario es mensual, etc. Así es más fácil hacerse una idea de los gastos que se tienen y de los ingresos de que se dispone.

La determinación de las cantidades mensuales necesarias para alcanzar los objetivos a corto y largo plazo hace que uno se pregunte: ¿Tengo los recursos necesarios para alcanzar los objetivos? ¿Qué quiero conseguir? ¿Qué puedo esperar conseguir?

Es frecuente encontrar que los recursos no son suficientes para conseguir llevar a cabo todos los objetivos financieros que nos hemos marcado y, por lo tanto, debemos repensarlos. Por ello, es necesario integrar los objetivos financieros en el presupuesto.

¿Para qué sirve el presupuesto?

El presupuesto es una herramienta sencilla y eficaz que refleja los ingresos y los gastos familiares y nos ayuda a:

  • Saber en qué gastamos el dinero.
  • Priorizar los gastos, saber cuáles son más importantes.
  • Facilitar las previsiones para el futuro.
  • Hacer un seguimiento y control de nuestro dinero.
  • Ser conscientes de los beneficios de ahorrar (y de los beneficios de tener un fondo para emergencias).
  • Alcanzar la tranquilidad financiera.

Elaborar un presupuesto familiar nos permite establecer prioridades y evaluar si se consiguen o no los objetivos que nos habíamos fijado.

Una de las características del presupuesto es que mira al futuro utilizando información del pasado. Ejemplo: para calcular qué me gastaré el año que viene en suministros, miraré lo que me he gastado este año.

¿Cómo se hace un presupuesto?

  1. El primer paso es la estimación de los ingresos disponibles. Esto nos dará el punto de partida para saber de cuánto dinero disponemos para poder alcanzar nuestros objetivos. Recordad que lo haremos mensual para facilitar los cálculos, pero es ideal que el presupuesto sea anual.
  2. Clasificaremos los gastos y veremos el nivel de gastos que tenemos.
  3. Compararemos los ingresos con los gastos.

Primer paso: identificar los ingresos

Identificar los ingresos que genera la familia es el primer paso para hacer el presupuesto familiar. Los ingresos pueden ser por diferentes conceptos:

  • Rentas del trabajo: sueldos, pagas extras, indemnizaciones…
  • Pensiones y prestaciones: jubilación, desempleo, renta mínima de inserción (antes, PIRMI), prestación de ayuda familiar y muchas otras como discapacidad, orfandad, RAI (renta activa de inserción), prestación por urgencia social…
  • Otras: ayuda que recibimos de familiares, pensión de la expareja por hijos, de ONG…

Cuando se haga la previsión de los ingresos, es importante tener en cuenta su frecuencia (ej.: la paga doble no es mensual, sino que se ingresa en junio y en diciembre) y su seguridad (ej.: la empresa no va muy bien y podría quedarme sin trabajo; quizás ahora tengo un trabajo, pero se me acaba el contrato en unos meses; la prestación que recibo finaliza dentro de seis meses…).

Los ingresos netos/disponibles son aquellos que nos quedan una vez restados (deducidos) todos los impuestos y los pagos que les afecten (IRPF, pagos a la Seguridad Social…). Como contrapartida de estas deducciones recibimos servicios como la asistencia sanitaria pública, las ayudas a las personas sin empleo y las acciones de formación profesional que financia el Estado.

Segundo paso: identificar los gastos

Los gastos son cualquier obligación de pago debido a compras hechas o compromisos adquiridos referidos a bienes, servicios, suministros…

Podemos dividirlos en tres categorías:

  • Fijos obligatorios: son gastos a los que tenemos que hacer frente regularmente y que si dejamos de pagarlos pueden tener consecuencias graves para la economía familiar.
  • Variables necesarios: son gastos necesarios para nuestra vida diaria, pero que se pueden reducir si hacemos un consumo más moderado.
  • Gastos innecesarios o prescindibles: son aquellos gastos que en caso de necesidad se podrían reducir o eliminar.

Tercer paso: comparar ingresos y gastos

Finalmente, de forma periódica revisaremos y analizaremos si estamos cumpliendo el presupuesto.

Si una vez identificados los ingresos y los gastos de una familia se detecta que la segunda partida es superior a la primera, es recomendable reducir aquellos pagos que no sean estrictamente necesarios.

En el blog tenemos más contenidos sobre educación financiera que podrían interesarte.

Contenido elaborado por: MicroBank

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La reciente crisis económica y financiera que hemos vivido ha tenido un gran impacto en la economía y ha incrementado el número de familias en riesgo de pobreza y exclusión social. Numerosas familias llegan a fin de mes con mucha dificultad y gran parte de los hogares no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos. Según un informe sobre economía familiar, 9 de cada 10 familias no saben exactamente lo que gastan cada mes. El mismo estudio indica que el número de familias que gestionan un sistema de planificación económica es muy bajo, solo un 9 %. Esto es debido, en gran parte, a la falta de formación en economía familiar, que lleva al descontrol de su propia gestión.


Consciente de ello, MicroBank creó el Programa de Educación Financiera, que tiene como objetivo facilitar herramientas para una mejor gestión de la economía familiar y proporcionar conocimientos sobre los beneficios y riesgos de los productos financieros básicos para hacer un buen uso de ellos. Los talleres de finanzas personales llevados a cabo por voluntarios de ”la Caixa” con la colaboración de entidades sociales son el núcleo central del programa.

Con motivo de la reciente celebración del Día de la Educación Financiera, iniciamos con este post una serie de artículos para poner a disposición de todos conocimientos básicos y difundir la importancia de la planificación financiera, el ahorro y el endeudamiento responsable con el objetivo de facilitar la toma de decisiones económicas de las personas y las familias.

¿Qué es el presupuesto?

El presupuesto es la parte básica de un plan financiero bien desarrollado y, en general, se debería planear anualmente para que sirva de previsión y también mensualmente para controlar si lo estamos cumpliendo.

Lo ideal es hacer el presupuesto anual, de todos los meses del año, porque hay gastos que solo tenemos una vez al año y debemos estar preparados, como por ejemplo: gastos escolares en septiembre, pago de impuestos, pago del seguro del coche…

No obstante, en este capítulo nos vamos a centrar en el presupuesto mensual, porque esto nos permitirá integrarlo de manera más fácil en el ritmo normal de vida, ya que, en general, las facturas se pagan mensualmente, el salario es mensual, etc. Así es más fácil hacerse una idea de los gastos que se tienen y de los ingresos de que se dispone.

La determinación de las cantidades mensuales necesarias para alcanzar los objetivos a corto y largo plazo hace que uno se pregunte: ¿Tengo los recursos necesarios para alcanzar los objetivos? ¿Qué quiero conseguir? ¿Qué puedo esperar conseguir?

Es frecuente encontrar que los recursos no son suficientes para conseguir llevar a cabo todos los objetivos financieros que nos hemos marcado y, por lo tanto, debemos repensarlos. Por ello, es necesario integrar los objetivos financieros en el presupuesto.

¿Para qué sirve el presupuesto?

El presupuesto es una herramienta sencilla y eficaz que refleja los ingresos y los gastos familiares y nos ayuda a:

  • Saber en qué gastamos el dinero.
  • Priorizar los gastos, saber cuáles son más importantes.
  • Facilitar las previsiones para el futuro.
  • Hacer un seguimiento y control de nuestro dinero.
  • Ser conscientes de los beneficios de ahorrar (y de los beneficios de tener un fondo para emergencias).
  • Alcanzar la tranquilidad financiera.

Elaborar un presupuesto familiar nos permite establecer prioridades y evaluar si se consiguen o no los objetivos que nos habíamos fijado.

Una de las características del presupuesto es que mira al futuro utilizando información del pasado. Ejemplo: para calcular qué me gastaré el año que viene en suministros, miraré lo que me he gastado este año.

¿Cómo se hace un presupuesto?

  1. El primer paso es la estimación de los ingresos disponibles. Esto nos dará el punto de partida para saber de cuánto dinero disponemos para poder alcanzar nuestros objetivos. Recordad que lo haremos mensual para facilitar los cálculos, pero es ideal que el presupuesto sea anual.
  2. Clasificaremos los gastos y veremos el nivel de gastos que tenemos.
  3. Compararemos los ingresos con los gastos.

Primer paso: identificar los ingresos

Identificar los ingresos que genera la familia es el primer paso para hacer el presupuesto familiar. Los ingresos pueden ser por diferentes conceptos:

  • Rentas del trabajo: sueldos, pagas extras, indemnizaciones…
  • Pensiones y prestaciones: jubilación, desempleo, renta mínima de inserción (antes, PIRMI), prestación de ayuda familiar y muchas otras como discapacidad, orfandad, RAI (renta activa de inserción), prestación por urgencia social…
  • Otras: ayuda que recibimos de familiares, pensión de la expareja por hijos, de ONG…

Cuando se haga la previsión de los ingresos, es importante tener en cuenta su frecuencia (ej.: la paga doble no es mensual, sino que se ingresa en junio y en diciembre) y su seguridad (ej.: la empresa no va muy bien y podría quedarme sin trabajo; quizás ahora tengo un trabajo, pero se me acaba el contrato en unos meses; la prestación que recibo finaliza dentro de seis meses…).

Los ingresos netos/disponibles son aquellos que nos quedan una vez restados (deducidos) todos los impuestos y los pagos que les afecten (IRPF, pagos a la Seguridad Social…). Como contrapartida de estas deducciones recibimos servicios como la asistencia sanitaria pública, las ayudas a las personas sin empleo y las acciones de formación profesional que financia el Estado.

Segundo paso: identificar los gastos

Los gastos son cualquier obligación de pago debido a compras hechas o compromisos adquiridos referidos a bienes, servicios, suministros…

Podemos dividirlos en tres categorías:

  • Fijos obligatorios: son gastos a los que tenemos que hacer frente regularmente y que si dejamos de pagarlos pueden tener consecuencias graves para la economía familiar.
  • Variables necesarios: son gastos necesarios para nuestra vida diaria, pero que se pueden reducir si hacemos un consumo más moderado.
  • Gastos innecesarios o prescindibles: son aquellos gastos que en caso de necesidad se podrían reducir o eliminar.

Tercer paso: comparar ingresos y gastos

Finalmente, de forma periódica revisaremos y analizaremos si estamos cumpliendo el presupuesto.

Si una vez identificados los ingresos y los gastos de una familia se detecta que la segunda partida es superior a la primera, es recomendable reducir aquellos pagos que no sean estrictamente necesarios.

En el blog tenemos más contenidos sobre educación financiera que podrían interesarte.

Contenido elaborado por: MicroBank

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4 claves a tener en cuenta para convertirse en autónomo https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/4-claves-a-tener-en-cuenta-para-convertirse-en-autonomo/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/4-claves-a-tener-en-cuenta-para-convertirse-en-autonomo/#respond Fri, 21 Apr 2017 05:35:04 +0000 CaixaBank CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=24275

“Un año histórico para el empleo”. La Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) catalogó con estas palabras los resultados alcanzados en 2016. Los buenos datos que se recogieron el año anterior fueron, en parte, gracias a los trabajadores autónomos, ya que el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) sumó 26.211 personas más, hasta alcanzar la cifra total de 3.194.210 afiliados. Además, el empleo neto generado por estos trabajadores creció 4 veces.

Con estas cifras, se puede afirmar que los autónomos son uno de los principales motores de la economía española, ya que contribuyen a la generación de empleo y al producto interior bruto (PIB) de nuestro país. “Hay que ayudar a seguir creciendo [a los autónomos]”, afirmó el presidente de ATA, Lorenzo Amor.

Para contribuir a la formación y consolidación de nuevos autónomos, hemos elaborado esta guía de supervivencia con consejos y puntos que hay que tener en cuenta.

Guía de supervivencia básica para autónomos

1. ¿Cómo me hago autónomo?

Para darse de alta como autónomo hay que llevar a cabo una serie de trámites burocráticos con diversas instituciones. La primera gestión que hay que ejecutar es darse de alta en Hacienda, donde se debe presentar la declaración censal comunicando la actividad económica. Posteriormente, es necesario darse de alta en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) de la Seguridad Social. Si se quiere abrir un local en el que se ejercerá la actividad económica, también se tiene que pedir la licencia de apertura en el ayuntamiento de la ciudad donde se reside.

Infoautónomos, de El Economista, explica en detalle el proceso, que se puede convertir en una gran carga de trabajo si no se tiene el conocimiento necesario.

2. ¿Qué gastos tendré mensualmente como autónomo?

Hay varios gastos que debe afrontar mensualmente un autónomo para continuar con su actividad:

3. Requisitos para acceder al paro

Para tener derecho a la prestación por cese de actividad o desempleo, es necesario que los autónomos cumplan diferentes requisitos:

  • Tener cubierto el período mínimo de cotización por cese de actividad, que se efectuará en los 48 meses anteriores y de manera continuada.
  • Acreditar que se tiene una disposición activa para reincorporarse al mercado laboral, y encontrarse en una situación legal de cese de actividad.
  • Estar al corriente de las cuotas a la Seguridad Social.
  • No haber cometido ninguna infracción penal que haya provocado la pérdida de la licencia. 

4.  ¿Cómo se puede financiar un autónomo?

CaixaBank cuenta con la oferta más completa para ayudar a los autónomos a encontrar la mejor manera de avanzar en su negocio. 1 de cada 3 autónomos en España ya es cliente de CaixaBank.

Para financiar las compras o anticipar los cobros, disponen de la Cuenta de Crédito Negocios, y para financiar los proyectos para el negocio disponen del Préstamo Negocios o la Hipoteca Negocios, todas ellas soluciones de financiación bonificadas que mejoran las condiciones económicas en la medida que el autónomo contrata más productos.

CaixaBank también cuenta con MicroBank, un banco social encargado de conceder microcréditos para dar respuesta a diferentes segmentos de la población cuyas necesidades financieras no están suficientemente cubiertas. El Microcrédito Emprendedores y Negocio está dirigido especialmente a autónomos.

Solo en 2015, los microcréditos de MicroBank han ayudado a crear más de 20.000 puestos de trabajo. Descubre algunos de los casos reales más representativos que han recibido ayudas.

Todo ello sin olvidar otras soluciones especializadas como los préstamos ICO y BEI, los leasing, los servicios de comercio exterior, el servicio de renting de autos o de bienes de equipo, etc.

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“Un año histórico para el empleo”. La Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) catalogó con estas palabras los resultados alcanzados en 2016. Los buenos datos que se recogieron el año anterior fueron, en parte, gracias a los trabajadores autónomos, ya que el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) sumó 26.211 personas más, hasta alcanzar la cifra total de 3.194.210 afiliados. Además, el empleo neto generado por estos trabajadores creció 4 veces.

Con estas cifras, se puede afirmar que los autónomos son uno de los principales motores de la economía española, ya que contribuyen a la generación de empleo y al producto interior bruto (PIB) de nuestro país. “Hay que ayudar a seguir creciendo [a los autónomos]”, afirmó el presidente de ATA, Lorenzo Amor.

Para contribuir a la formación y consolidación de nuevos autónomos, hemos elaborado esta guía de supervivencia con consejos y puntos que hay que tener en cuenta.

Guía de supervivencia básica para autónomos

1. ¿Cómo me hago autónomo?

Para darse de alta como autónomo hay que llevar a cabo una serie de trámites burocráticos con diversas instituciones. La primera gestión que hay que ejecutar es darse de alta en Hacienda, donde se debe presentar la declaración censal comunicando la actividad económica. Posteriormente, es necesario darse de alta en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) de la Seguridad Social. Si se quiere abrir un local en el que se ejercerá la actividad económica, también se tiene que pedir la licencia de apertura en el ayuntamiento de la ciudad donde se reside.

Infoautónomos, de El Economista, explica en detalle el proceso, que se puede convertir en una gran carga de trabajo si no se tiene el conocimiento necesario.

2. ¿Qué gastos tendré mensualmente como autónomo?

Hay varios gastos que debe afrontar mensualmente un autónomo para continuar con su actividad:

3. Requisitos para acceder al paro

Para tener derecho a la prestación por cese de actividad o desempleo, es necesario que los autónomos cumplan diferentes requisitos:

  • Tener cubierto el período mínimo de cotización por cese de actividad, que se efectuará en los 48 meses anteriores y de manera continuada.
  • Acreditar que se tiene una disposición activa para reincorporarse al mercado laboral, y encontrarse en una situación legal de cese de actividad.
  • Estar al corriente de las cuotas a la Seguridad Social.
  • No haber cometido ninguna infracción penal que haya provocado la pérdida de la licencia. 

4.  ¿Cómo se puede financiar un autónomo?

CaixaBank cuenta con la oferta más completa para ayudar a los autónomos a encontrar la mejor manera de avanzar en su negocio. 1 de cada 3 autónomos en España ya es cliente de CaixaBank.

Para financiar las compras o anticipar los cobros, disponen de la Cuenta de Crédito Negocios, y para financiar los proyectos para el negocio disponen del Préstamo Negocios o la Hipoteca Negocios, todas ellas soluciones de financiación bonificadas que mejoran las condiciones económicas en la medida que el autónomo contrata más productos.

CaixaBank también cuenta con MicroBank, un banco social encargado de conceder microcréditos para dar respuesta a diferentes segmentos de la población cuyas necesidades financieras no están suficientemente cubiertas. El Microcrédito Emprendedores y Negocio está dirigido especialmente a autónomos.

Solo en 2015, los microcréditos de MicroBank han ayudado a crear más de 20.000 puestos de trabajo. Descubre algunos de los casos reales más representativos que han recibido ayudas.

Todo ello sin olvidar otras soluciones especializadas como los préstamos ICO y BEI, los leasing, los servicios de comercio exterior, el servicio de renting de autos o de bienes de equipo, etc.

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Los microcréditos de MicroBank ayudan a crear más de 20.000 puestos de trabajo https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/los-microcreditos-de-microbank-ayudan-a-crear-mas-de-20-000-puestos-de-trabajo/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/los-microcreditos-de-microbank-ayudan-a-crear-mas-de-20-000-puestos-de-trabajo/#respond Mon, 21 Nov 2016 10:21:55 +0000 CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=22316

El desempleo ha sido, junto con la desigualdad, uno de los principales retos de la economía española durante los últimos años. Concretamente, el sector emprendedor se ha situado como uno de los más vulnerables, a la vez que imprescindible para labrar un tejido empresarial sólido y potente.

En este sentido, destaca el papel que han jugado los microcréditos en la incentivación de la actividad emprendedora. Prueba de ello son los últimos datos publicados en el Informe sobre el impacto de los microcréditos de ESADE realizado en base a una encuesta entre beneficiarios de préstamos de MicroBank, el banco social participado íntegramente por CaixaBank. Según se desprende de este estudio, la entidad financiera, solo en 2015, ha contribuido a la creación de más de 21.000 puestos de trabajo y, desde su fundación en 2007, ha facilitado la generación de 155.000 empleos en España.

Otra de las cifras destacadas del Informe sobre el impacto de los microcréditos es que el 93% de los emprendedores que lo solicitan siguen trabajando en su negocio. Este dato pone de manifiesto la eficacia de esta tipología de préstamos que se conceden a personas que, por su situación sociolaboral, no pueden financiarse por el sistema crediticio tradicional.

Pero aún hay más: el 29% de estos emprendedores han contratado algún trabajador desde la concesión del microcrédito y un 43% tienen previsto contratar algún empleado en los próximos 12 meses, por lo que se desprende que los negocios financiados se convierten también en generadores de empleo.

El mismo informe señala que el 50% de los emprendedores aseguran que no podrían haber abierto su negocio sin contar con este tipo de financiación. De esta manera, el microcrédito se postula como uno de los principales instrumentos para facilitar el acceso al crédito y emprender un negocio.

Informe sobre el impacto de los microcréditos

Sobre la visión de futuro, los beneficiarios se muestran optimistas respecto al futuro: un 70% creen que su negocio crecerá bastante o moderadamente, y el 26% que se mantendrá estable.

Más de 20.000 préstamos en 2015

Los microcréditos dirigidos a emprendedores, a autónomos y a microempresas que quieran iniciar un proyecto o dar un impulso a un negocio existente son uno de los pilares de MicroBank. De hecho, la entidad consolidó en el 2015 la tendencia de crecimiento de años anteriores en financiación de negocios.

En total, se otorgaron 21.321 préstamos a emprendedores, autónomos y microempresas (un 15% más que en el ejercicio anterior). De todos ellos, 1 de cada 3 préstamos ha servido para la creación de un nuevo negocio.

Descubre algunos de los casos reales más representativos que han recibido la ayuda de MicroBank.

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El desempleo ha sido, junto con la desigualdad, uno de los principales retos de la economía española durante los últimos años. Concretamente, el sector emprendedor se ha situado como uno de los más vulnerables, a la vez que imprescindible para labrar un tejido empresarial sólido y potente.

En este sentido, destaca el papel que han jugado los microcréditos en la incentivación de la actividad emprendedora. Prueba de ello son los últimos datos publicados en el Informe sobre el impacto de los microcréditos de ESADE realizado en base a una encuesta entre beneficiarios de préstamos de MicroBank, el banco social participado íntegramente por CaixaBank. Según se desprende de este estudio, la entidad financiera, solo en 2015, ha contribuido a la creación de más de 21.000 puestos de trabajo y, desde su fundación en 2007, ha facilitado la generación de 155.000 empleos en España.

Otra de las cifras destacadas del Informe sobre el impacto de los microcréditos es que el 93% de los emprendedores que lo solicitan siguen trabajando en su negocio. Este dato pone de manifiesto la eficacia de esta tipología de préstamos que se conceden a personas que, por su situación sociolaboral, no pueden financiarse por el sistema crediticio tradicional.

Pero aún hay más: el 29% de estos emprendedores han contratado algún trabajador desde la concesión del microcrédito y un 43% tienen previsto contratar algún empleado en los próximos 12 meses, por lo que se desprende que los negocios financiados se convierten también en generadores de empleo.

El mismo informe señala que el 50% de los emprendedores aseguran que no podrían haber abierto su negocio sin contar con este tipo de financiación. De esta manera, el microcrédito se postula como uno de los principales instrumentos para facilitar el acceso al crédito y emprender un negocio.

Informe sobre el impacto de los microcréditos

Sobre la visión de futuro, los beneficiarios se muestran optimistas respecto al futuro: un 70% creen que su negocio crecerá bastante o moderadamente, y el 26% que se mantendrá estable.

Más de 20.000 préstamos en 2015

Los microcréditos dirigidos a emprendedores, a autónomos y a microempresas que quieran iniciar un proyecto o dar un impulso a un negocio existente son uno de los pilares de MicroBank. De hecho, la entidad consolidó en el 2015 la tendencia de crecimiento de años anteriores en financiación de negocios.

En total, se otorgaron 21.321 préstamos a emprendedores, autónomos y microempresas (un 15% más que en el ejercicio anterior). De todos ellos, 1 de cada 3 préstamos ha servido para la creación de un nuevo negocio.

Descubre algunos de los casos reales más representativos que han recibido la ayuda de MicroBank.

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Sí, también hay ayudas públicas para los autónomos https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/si-tambien-hay-ayudas-publicas-para-los-autonomos/ https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/si-tambien-hay-ayudas-publicas-para-los-autonomos/#respond Wed, 09 Nov 2016 08:33:56 +0000 CaixaBank https://ptbcbasp02.lacaixa.es/wordpress_multisite/blogcaixabank/?p=22192

El número de autónomos sigue creciendo. Según los datos del Ministerio de Empleo del tercer trimestre de 2016, en España hay más de 1.974.000 autónomos, 14.000 más que en el mismo periodo del año 2015. ¿Eres uno de ellos? ¿Buscas ayudas públicas para tu negocio? En este post encontrarás todo lo que necesitas saber.

Ayudas estatales

  • Financiación bonificada: cada vez más extendida, consiste en una bonificación de los tipos de interés. Las más conocidas son las líneas del Instituto de Crédito Oficial. Hay modalidades adaptadas a las diferentes necesidades: ICO Empresas y Emprendedores, ICO Crédito Comercial, ICO Garantía SGR/SAECA 2016, ICO Crédito Comercial, ICO Innovación Fondo Tecnológico, ICO Pagarés y Bonos de Empresas 2016, ICO Fidelidad y Crecimiento.
  • Capitalización por desempleo: esta medida permite a los desempleados que quieren iniciar su propio empleo cobrar toda o una parte de la prestación de desempleo pendiente.
  • A fondo perdido: estas subvenciones no reintegrables son objeto de deseo de los autónomos. Destacan las relacionadas con el programa de promoción del empleo autónomo, reguladas por ley y dirigidas a personas desempleadas, y las subvenciones a autónomos, que se dividen en:
    • Desempleados en general.
    • Jóvenes desempleados de 30 años o menos.
    • Mujeres desempleadas.
    • Desempleados con discapacidad.
    • Mujeres desempleadas con discapacidad.

Ayudas por CCAA

Cada comunidad autónoma dispone de sus propias ayudas. No obstante, a grandes rasgos, se clasifican en la siguiente tipología:

  • Ayudas a la economía social: la creación de empresas de economía social es una prioridad para las CCAA. Todas suelen ofrecer subvenciones y ayudas a la inversión.
  • Ayudas por sectores: cada comunidad suele contar con programas de ayudas para sectores: agricultura, turismo, pequeño comercio, etc.
  • Ayudas al autoempleo femenino: los Institutos de la Mujer de cada comunidad autónoma son los encargados de gestionar estas ayudas a emprendedoras. Son habituales las ayudas a fondo perdido, cuya cantidad varía en función de cada región.
  • Ayudas al desarrollo rural: es un fondo que se gestiona directamente de forma comarcal. Los interesados deben asistir al grupo de desarrollo rural más cercano para informarse. Puedes encontrar si hay uno cerca en La Red Española de Desarrollo Rural.

Incentivos y bonificaciones

  • Bonificaciones en la cotización: la más atractiva y conocida es la Tarifa Plana de 50 euros, que supone una rebaja en la cuota del autónomo a la Seguridad Social para que comience pagando 50 euros los primeros seis meses y luego vaya incrementando esta cantidad progresivamente hasta llegar a los 267 euros. También son destacables otras bonificaciones especiales como la de jóvenes de hasta 30 años, personas discapacitadas o mujeres hasta los 35 años.
  • Bonificaciones para la contratación: la situación económica de la crisis se ha llevado una buena parte de estas ayudas, aunque el SEPE sigue ofreciendo muchas para diferentes perfiles de trabajadores y también para personas discapacitadas. Complementariamente, algunas comunidades autónomas ofrecen ayudas para la primera contratación cuyo importe puede oscilar entre los 2.000 € y los 5.000 €.

Asimismo, dentro del compromiso de CaixaBank como entidad comprometida con el emprendimiento y el pequeño negocio, la entidad ofrece ayudas para emprendedores y autónomos a través de MicroBank.

También desde Obra Social ”la Caixa” existe un programa de ayudas a jóvenes autónomos dentro de su colaboración con la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven del Gobierno de España. En concreto, se cuenta con un fondo de 5.000.000 € que se destina a ayudar a más de 10.000 jóvenes autónomos.

¿Necesitas ampliar la información sobre ayudas públicas? Puedes visitar la web de SEPE!

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El número de autónomos sigue creciendo. Según los datos del Ministerio de Empleo del tercer trimestre de 2016, en España hay más de 1.974.000 autónomos, 14.000 más que en el mismo periodo del año 2015. ¿Eres uno de ellos? ¿Buscas ayudas públicas para tu negocio? En este post encontrarás todo lo que necesitas saber.

Ayudas estatales

  • Financiación bonificada: cada vez más extendida, consiste en una bonificación de los tipos de interés. Las más conocidas son las líneas del Instituto de Crédito Oficial. Hay modalidades adaptadas a las diferentes necesidades: ICO Empresas y Emprendedores, ICO Crédito Comercial, ICO Garantía SGR/SAECA 2016, ICO Crédito Comercial, ICO Innovación Fondo Tecnológico, ICO Pagarés y Bonos de Empresas 2016, ICO Fidelidad y Crecimiento.
  • Capitalización por desempleo: esta medida permite a los desempleados que quieren iniciar su propio empleo cobrar toda o una parte de la prestación de desempleo pendiente.
  • A fondo perdido: estas subvenciones no reintegrables son objeto de deseo de los autónomos. Destacan las relacionadas con el programa de promoción del empleo autónomo, reguladas por ley y dirigidas a personas desempleadas, y las subvenciones a autónomos, que se dividen en:
    • Desempleados en general.
    • Jóvenes desempleados de 30 años o menos.
    • Mujeres desempleadas.
    • Desempleados con discapacidad.
    • Mujeres desempleadas con discapacidad.

Ayudas por CCAA

Cada comunidad autónoma dispone de sus propias ayudas. No obstante, a grandes rasgos, se clasifican en la siguiente tipología:

  • Ayudas a la economía social: la creación de empresas de economía social es una prioridad para las CCAA. Todas suelen ofrecer subvenciones y ayudas a la inversión.
  • Ayudas por sectores: cada comunidad suele contar con programas de ayudas para sectores: agricultura, turismo, pequeño comercio, etc.
  • Ayudas al autoempleo femenino: los Institutos de la Mujer de cada comunidad autónoma son los encargados de gestionar estas ayudas a emprendedoras. Son habituales las ayudas a fondo perdido, cuya cantidad varía en función de cada región.
  • Ayudas al desarrollo rural: es un fondo que se gestiona directamente de forma comarcal. Los interesados deben asistir al grupo de desarrollo rural más cercano para informarse. Puedes encontrar si hay uno cerca en La Red Española de Desarrollo Rural.

Incentivos y bonificaciones

  • Bonificaciones en la cotización: la más atractiva y conocida es la Tarifa Plana de 50 euros, que supone una rebaja en la cuota del autónomo a la Seguridad Social para que comience pagando 50 euros los primeros seis meses y luego vaya incrementando esta cantidad progresivamente hasta llegar a los 267 euros. También son destacables otras bonificaciones especiales como la de jóvenes de hasta 30 años, personas discapacitadas o mujeres hasta los 35 años.
  • Bonificaciones para la contratación: la situación económica de la crisis se ha llevado una buena parte de estas ayudas, aunque el SEPE sigue ofreciendo muchas para diferentes perfiles de trabajadores y también para personas discapacitadas. Complementariamente, algunas comunidades autónomas ofrecen ayudas para la primera contratación cuyo importe puede oscilar entre los 2.000 € y los 5.000 €.

Asimismo, dentro del compromiso de CaixaBank como entidad comprometida con el emprendimiento y el pequeño negocio, la entidad ofrece ayudas para emprendedores y autónomos a través de MicroBank.

También desde Obra Social ”la Caixa” existe un programa de ayudas a jóvenes autónomos dentro de su colaboración con la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven del Gobierno de España. En concreto, se cuenta con un fondo de 5.000.000 € que se destina a ayudar a más de 10.000 jóvenes autónomos.

¿Necesitas ampliar la información sobre ayudas públicas? Puedes visitar la web de SEPE!

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