¿A quién no le gustaría ver cómo será la vida en el futuro? A falta de bolas de cristal funcionales, lo mejor es que nos dejemos guiar por los indicios que ya tenemos y que nos indican que la mayoría de nosotros viviremos en ciudades en las que la tecnología y la sostenibilidad serán imprescindibles.
Y los datos avalan esta teoría, ya que, según la ONU, en 2050, el 68% de la población mundial habitará en ciudades, mientras que hoy día lo hace el 55%. Esto supone que, a mediados de este siglo, unos 2.500 millones más de personas vivirán en entornos urbanos.
La presión que ejercerá la población sobre las ciudades pondrá a prueba la capacidad de las mismas, ya que estamos hablando de muchas personas compartiendo un espacio reducido, en el que vivirán, trabajarán y disfrutarán de su tiempo libre. Estas mismas personas demandarán también todo tipo de servicios y recursos, como desplazamientos o acceso a la tecnología y la sanidad.
Por dicho motivo, arquitectos, ingenieros y urbanistas se han puesto ya manos a la obra, ensayando sus ideas sobre áreas urbanas ya existentes e incluso levantando otras desde cero con la mente puesta en el futuro. Esto hace que ciertas ciudades sobresalgan hoy como las más punterasLas ciudades del futuro, por las que ya podemos pasear, destacan sobre todo por dos cuestiones: su sostenibilidad y su tecnología. De hecho, la ONU ha incluido los entornos urbanos entre sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El organismo considera que no es posible alcanzar dicho desarrollo sostenible sin transformar radicalmente la manera como construimos y administramos las urbes.
A continuación, veremos tres ejemplos de ciudades que ya muestran el camino hacia el que se dirige el urbanismo del siglo xxi.