Playa, montaña, piscina… Las vacaciones tienen muchos escenarios para los más pequeños de la casa. Aprovecharlos para jugar y aprender economía es una buena opción para que se entretengan y descubran cosas nuevas.
Si te has quedado sin ideas para aplacar esos momentos de aburrimiento que de vez en cuando aparecen en estas fechas, aquí te dejamos cinco actividades en familia para disfrutar de estos días de verano.
La playa es el escenario ideal para emprender una búsqueda de conchas y atribuirles un valor según su tamaño, forma, color o características.
Una vez limpias, se seleccionan las mejores para convertirlas en «monedas». Se pueden pintar, decorar, añadirles símbolos, números o rostros, imitando así el proceso de acuñación tradicional donde se imprimen imágenes y textos en las monedas.
Al final de la actividad, los niños pueden intercambiar sus «monedas» de concha para aprender el valor y el uso de la moneda en una economía de juego.
También pueden jugar a un comercio donde pueden estar a la venta los elementos que llevamos a la playa (cubo, pala, rastrillo, castillo, etc.) a cambio de su valor en conchas.
De esta manera, los más pequeños se habitúan a las transacciones comerciales más comunes y al cálculo mental de manera entretenida mientras disfrutan de la playa. Podrán entender el rol del dinero en la economía y la esencia de las transacciones. También se puede trabajar la idea de oferta y demanda, la elasticidad de los bienes o el concepto de ahorro.
De hilos, de gomas, de lana, con cuentas… Existen infinitas maneras de crear bisutería artesana.
Si tenemos que adquirir los elementos, los niños entenderán los gastos que implica la elaboración de la pulsera, lo que les ayudará a fijar un precio que les reporte beneficios.
Si existen más vendedores de pulseras, podrán aprender sobre las leyes de la competencia, lo cual los empujará a diferenciar sus productos con un diseño más elaborado, cuentas más exclusivas o un precio imbatible.
También entra en juego el marketing a la hora de entender las preferencias de los potenciales compradores y buscar ofertas atractivas para dar a conocer las pulseras y crear necesidades.
¡Tu lugar de veraneo también merece un Monopoly! Solo tienes que buscar un tablero del juego original y clonar las casillas.
Puedes usar papel de calcar sobre el tablero o situar sobre el nombre de las casillas correspondientes trozos de papel con la nueva denominación. A la hora de nombrarlas, has de elegir lugares familiares.
Si estás en el pueblo, elige las calles principales y las casas de familiares y amigos. Solo tienes que poner algo de ingenio para adaptar el juego. De esta manera, conseguirás implicar a todos en la partida y hacerla mucho más cercana.
Esta actividad ayudará a los niños a familiarizarse con los conceptos de inversión, coste de oportunidad y cashflow. El juego también los aventura a otras ideas como la negociación, los impuestos o el mantenimiento de las inversiones.
Podemos aprovechar el buen tiempo para hacer papel reciclado casero. Para ello necesitamos hacer trizas papel que queramos reciclar (revistas, periódicos, folios) y meterlo a remojo en agua en un barreño.
Podemos añadir flores secas o cualquier detalle para darle textura, así como algún pigmento de pintura acrílica para aportarle color. Después, integramos la mezcla sobre un bastidor. A continuación, se escurre el agua sobrante y se deja secar, primero en telas que absorban la humedad y después al sol o en un lugar fresco y aireado.
Los más pequeños de la casa descubrirán que el papel tiene una segunda oportunidad en este formato sorprendente, lo que consolidará la idea de economía circular y su compromiso con la idea del reciclaje.
Para adquirir vocabulario, puedes extraer del diccionario conceptos básicos de la economía de la A a la Z, desde ahorro a riqueza (que contiene la Z). Es una manera divertida de fijar conceptos y asegurarnos de que no tenemos todo claro. Es un juego ideal para llevarlo preparado para viajes largos (donde el copiloto puede formular la pregunta) o ratos relajados en la playa o la piscina. A medida que el nivel suba, se puede incrementar la dificultad centrando las palabras en áreas concretas de economía. Eso sí, aquellas palabras que se fallen hay que intentar enmendarlas y que el fallo no se repita: ¡solo así serás el ganador del rosco financiero de este verano!
Con este juego podrán aprender vocabulario económico y comprenderán determinados conceptos económicos, lo que supone un refuerzo importante en la formación financiera que les permitirá el día de mañana poder tomar decisiones financieras de manera fundamentada.