La base imponible del ahorro es uno de los elementos que los contribuyentes deberán tener en cuenta a la hora de presentar la declaración de la renta 2024.
No es la más conocida, pero es una parte que no puede faltar a la hora de cuadrar las cuentas del IRPF.
Veamos en qué consiste la base imponible del ahorro, así como los tramos fiscales y porcentajes que se aplicarán en la declaración de la renta que se presentará en 2024.
Antes de explicar en qué consiste la base imponible del ahorro, conviene dejar claro que se trata de un concepto distinto a la base imponible general. De hecho, en el IRPF hay dos bases imponibles, la general y la del ahorro, en función de la procedencia de las rentas.
Mientras la base imponible general se encuentra vinculada a las rentas procedentes del trabajo, actividades económicas o alquileres, entre otros conceptos, la base imponible del ahorro se enfoca más hacia otro tipo de rendimientos.
Por ejemplo, los intereses de cuentas y depósitos bancarios, dividendos o ganancias obtenidas en la venta de inmuebles, fondos de inversión, acciones, entre otros. A cada una de estas dos bases imponibles se le aplican tramos y tipos impositivos diferentes.
En concreto, la base imponible del ahorro en la declaración de la renta está compuesta por los rendimientos del capital mobiliario, junto a las ganancias y pérdidas procedentes de la transmisión de elementos patrimoniales anteriormente enumerados.
Para el cálculo de la base imponible del ahorro hay que tener en cuenta dos componentes:
El saldo positivo resultante de integrar los rendimientos del capital mobiliario: intereses de cuentas bancarias, bonos, obligaciones, dividendos de acciones, etc. Si el resultado de integrar todos estos rendimientos es positivo, se incluye en la base imponible. Si es negativo, se compensa con hasta el 25 % del saldo positivo del segundo componente. En caso de seguir siendo negativo, se continuará compensando durante los próximos 4 años.
El saldo positivo resultante de integrar las ganancias y pérdidas patrimoniales derivadas de transmisiones de elementos patrimoniales (inmuebles, fondos de inversión, etc.). Si el resultado de integrar estas rentas es positivo, se incluye en la base imponible del ahorro. Si el saldo es negativo, se compensa con hasta el 25 % del saldo positivo del primer componente. En caso de continuar siendo negativo, también se continuará compensando durante los siguientes 4 años.
Una vez obtenida la base imponible del ahorro, se pueden aplicar las reducciones correspondientes para calcular la base liquidable del ahorro que, junto a la cuota íntegra, determinará el tramo y el tipo impositivo que se deben aplicar.
Los tramos y los tipos aplicables al ahorro en la declaración de la renta que se presenta en 2024 (correspondiente al ejercicio 2023) son los siguientes:
En el caso de la renta del ahorro, se han incrementado los tipos de gravamen respecto a la anterior declaración del IRPF. Concretamente, han aumentado un punto porcentual entre los 200.000 y los 300.000 euros (ha pasado del 26 % anterior al 27 % actual) y dos puntos a partir de 300.000 euros (del 26 % al 28 % actual).
La base imponible del ahorro es especialmente importante para aquellos contribuyentes que realizan inversiones habitualmente, compran y venden acciones o deuda pública, así como para quienes hayan vendido una vivienda o cualquier otro inmueble en el pasado ejercicio.
En estos casos, no deben olvidar incluir este tipo de conceptos dentro de la base imponible del ahorro de la declaración de la renta que presentarán en 2024.