Herramientas como las aplicaciones Good Vibes, que eliminan las notificaciones, o extensiones como Waste No Time, que bloquean páginas web como redes sociales, son parches interesantes que devuelven parte del control a los usuarios. Sin embargo, el movimiento calm technology defiende que resulta necesaria una tecnología que sea calmada por diseño.
En este sentido, según Amber Case, para diseñar buena tecnología hay que seguir ciertas reglas:
– No saturar la atención del usuario
La tecnología actual satura a las personas por el mero hecho de que la economía de la atención trabaja sobre la base de que el usuario de un servicio no es la base de su negocio, sino la publicidad que se dirige hacia él.
Por contra, la calm technology promulga que la tecnología debería ocupar la ”periferia” de nuestros sentidos, sin llegar a colapsarlos, y estar disponible solo bajo demanda. Esto es algo similar a lo que ocurre con los head-up display (HUD) a la hora de guiar a los conductores por la ciudad: el holograma se muestra solo cuando es necesario, sin molestar.
– El tiempo de atención necesario
El tiempo de uso es otro de los factores más problemáticos de la tecnología móvil. Se necesita tecnología que aparezca cuando se la reclama, pero que desaparezca cuando ya no haga falta, en lugar de una tecnología que exija continuamente el tiempo de interacción del usuario.
– ¿Es la tecnología informativa?
Cuando se instala una aplicación de chat o red social, las notificaciones instantáneas están activadas por defecto. Esto significa que el usuario recibe un aviso sonoro o en forma de vibración cada vez que hay una interacción. Algo parecido ocurre con algunos medios de comunicación digitales o aplicaciones similares, muchos de los cuales hacen uso de clickbait con el objetivo de que el usuario acceda a su plataforma.
Sin embargo, la calm technology apuesta por una tecnología que sea informativa por defecto, sin generar dependencia o altos niveles de estrés. Un buen ejemplo de estos tres puntos son las aplicaciones de clima del móvil: basta un vistazo para entender qué tiempo hará, la aplicación no exige que pasemos más tiempo del imprescindible, y no emite avisos preocupantes, a menos que estos merezcan la pena, como las alertas por inundaciones o nevadas.
– Tecnología + humanos = tecnología humana
La buena tecnología es aquella que potencia capacidades humanas innatas, en lugar de aquella que nos limita. Por ejemplo, destinar una persona a introducir números en una base de datos es poco estimulante, frente a una base de datos de construcción autónoma sobre la que el trabajador pueda generar conocimiento útil. Gracias a la automatización, este es uno de los puntos más desarrollados.
Sin embargo, hay elementos cuya automatización tiende a deshumanizar las relaciones. Es por ello que una tecnología calmada bien diseñada fomenta la interacción humana. Los traductores automáticos son un buen ejemplo de esto: se usan cuando hacen falta, no demandan atención y además permiten ampliar las posibilidades de comunicación entre poblaciones.
– ¿Es resiliente la tecnología?
Otro de los principios de la tecnología calmada es que debe ser resiliente. Es decir, debe ser capaz de soportar grandes cargas sin romperse. Se diferencia de la resistente en que esta aguanta un gran nivel de carga, pero acaba sucumbiendo pasado un límite. Una tecnología resiliente es aquella que funciona ”en local” en el terminal y no depende de servidores externos, aunque estos se puedan utilizar para complementarla o aportar servicios suplementarios.